Secciones

Arremetida del ejércitoyihadista amenaza con desmembrar a Irak

ofensiva. El Presidente Barack Obama evalúa apoyo militar para detener el avance del grupo pro Al Qaeda.

E-mail Compartir

El Ejército de Irak intenta frenar la ofensiva de los yihadistas, que controlan importantes zonas del norte del país en su avance hacia Bagdad, mientras la parálisis política impidió al Parlamento decretar el Estado de emergencia.

En la ciudad de Tikrit, ubicada a 160 kilómetros al norte de la capital, aviones militares bombardearon posiciones de los insurgentes suníes, como los palacios que han ocupado y que pertenecieron al difunto dictador Sadam Hussein.

Tikrit, localidad natal de Sadam, está en manos de los extremistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) desde el miércoles.

Los ataques aéreos también tuvieron por objetivo puntos de la provincia septentrional de Nínive como su capital, Mosul, tomada el martes por los yihadistas, que están siendo apoyados por combatientes suníes y tribales.

RESTRICCIONES

El ISIS no ha tardado en empezar a imponer algunas restricciones en Mosul como la prohibición de fumar, siguiendo su interpretación fundamentalista de la ley islámica.

Una fuente del Ministerio de Interior apuntó a EFE que las fuerzas militares están intentando recomponerse con ayuda de los voluntarios y han entrado en la localidad de Samarra, a 120 kilómetros al norte de Bagdad, que también se disputan las partes en conflicto.

Frente a las operaciones de las tropas gubernamentales, los radicales y sus aliados suníes pretenden avanzar no solo hasta Bagdad, sino también hacia el sur del país.

La situación de descontrol ha sido aprovechada por las tropas kurdas que, además de controlar las fronteras de la región autónoma del Kurdistán iraquí, se hicieron con el dominio de la ciudad petrolera de Kirkuk, situada a 250 kilómetros al norte de la capital y disputada por los gobiernos de Bagdad y el Kurdistán, fue tomada por los kurdos después de que huyeran de ella el Ejército iraquí y la policía federal.

160