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decir que el Gobierno tenga la panacea'

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El alcalde hijo de pioneros que libró una verdadera cruzada entre el 2004 y el 2012 para que se pusiera fin a los paternalismos de parte del Ejecutivo con su cordillerana comuna de Lonquimay y fuera declarada zona extrema, Guillermo Vásquez Veroíza (PPD), asumió el pasado 20 de junio la Superintendencia de Educación de La Araucanía.

Explica que como es profesor de enseñanza general básica por la PUC de Villarrica, de hecho hizo clases durante 9 años en Icalma bajo condiciones extremas, nadie le viene con cuentos respecto de las dinámicas internas que se producen al interior del aula y los establecimientos, por ello, su norte será compatibilizar la fiscalización con lo que él denomina 'un sello de acompañamiento.

La idea, propone Vásquez, es 'cambiar la imagen de la institución y que los colegios no nos vean con temor y tampoco que sólo nos asocien con multas'.

-De hecho estaba en varias ternas, ya que por toda la experiencia en gestión municipal me permitía optar a varias opciones tanto regionales como nacionales, en todo caso yo tenía claro que si me daban a optar prefería algo relacionado con Educación. Y cuando me lo ofrecieron no lo pensé mucho. Es más, conozco la institución desde la teoría, ya que mientras hacía mi magíster en la universidad estudiamos el proyecto de ley.

- La verdad es que la imagen que se tiene hoy en día de la Superintendencia no es buena, además que recoge la historia de la unidad de subvenciones del Ministerio de Educación. Por lo tanto, yo aquí hago una autocrítica, ya que creo que su implementación no fue la más adecuada.

- El principal fue la falta de socialización de un ente nuevo como es la Superintendencia de Educación de forma que los actores involucrados, llámese directores, profesores y alcaldes, se apropiaran de la institución y comprendieran su objetivo principal.

-Sí, absolutamente. Todo se hizo a medias y eso naturalmente que ha incidido en una imagen castigadora y punitiva.

-Y no sólo por eso, sino porque no se ha modernizado el concepto de qué es control. El control tiene que ser una medida permanente, pero que por sobre todas las cosas exija el acompañamiento a los actores de este proceso.

- Obviamente que no partimos de cero, pero lo que vamos a hacer es retomar todo el proceso de bajada de información partiendo de una cercanía con las comunas, los alcaldes, los sostenedores y las comunidades educativas. Aspiramos a poder recoger de los actores la lectura que hay de la Superintendencia de Educación a dos años de su creación. Y sólo recién podremos retomar todo el proceso de capacitación, porque la gran cantidad de denuncias que recibimos tiene mucho que ver con el desconocimiento y las exigencias que por ley le están encomendadas a la Superintendencia de Educación. Nuestro fin no es llenar las arcas del Estado con recursos por concepto de multas, sino que propender al gran objetivo que es el aseguramiento de la calidad de la educación. Por lo tanto creo que aquí hay un mal enfoque, claro sin tener que pasar por alto que hay muchas conductas que están instaladas y que transgreden la normativa, para avanzar hay que reeducar a las personas.

-Hay de todo. Pero efectivamente hay desconocimiento porque hay muchas cosas que son técnicas, como la implementación de la SEP, entonces quienes incurren en errores es por desconocimiento, por no ser riguroso y también por falta de interés. Pero ahí tiene que estar la Superintendencia acompañando, tampoco es todo su culpa, son alumnos nuevos. Y ahí está el sello que yo quiero impulsar: reinstalar la imagen de una superintendencia de acompañamiento, naturalmente que la ley es una sola, pero aquí hay que ser criterioso acorde al contexto de vulnerabilidad de la Región.

Esta reforma es la gran oportunidad que tenemos, pero falta una visión holística de este fenómeno. Aquí hay que hablar de la formación inicial y del gran cambio que tienen que tener las universidades en la formación. Si no se aborda esto sería una media reforma.

En una discusión siempre tenemos que preguntarnos quiénes son los que critican, obviamente que esto toca el bolsillo de muchos, aquí hay que decirlo con firmeza, muchos se hicieron ricos con la educación. Conozco personas de colegios subvencionados que hicieron una vida muy generosa con vacaciones en el extranjero, a costa de una educación que no se concretó. Aquí los indignados son muchos y quienes se vean afectados el Gobierno debe ser muy responsable en no transgredir derechos ya instalados, me refiero a los que son dueños de colegios particulares. El hecho de que se proponga una reforma no quiere decir que el Gobierno y el ministro tengan la panacea. Estamos en democracia y si ellos se ven afectados me parece bien que salgan a la calle a reclamar sus derechos. El Congreso debe escucharlos y así lograr una reforma democrática.

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