A40 días desde el inicio de restricción a la emisión de 'humos visibles', cabe hacer una evaluación. Debemos ser sinceros, el gran aliado de las autoridades regionales de salud y el medioambiente ha sido la lluvia. La medida de restricción en sí es una medida 'parche' ante el grave desastre medio ambiental y sanitario que ha significado la contaminación del aire de Temuco y Padre Las Casas, derivada del uso de leña húmeda y/o estufas con escasa tecnología.
Ya vivimos en 2013 la restricción al uso de estufas a leña con resultados interesantes en los horarios de restricción. En 2014 la autoridad ha consensuado con técnicos y otras autoridades políticas, como alcaldes y concejales, mantener el eje, la restricción, y optaron por premiar a los que han hecho el esfuerzo y han comprado leña seca, o adquirido una estufa con más tecnología, en concordancia con las políticas públicas esbozadas en los documentos sectoriales.
Se acordó la restricción a la leña húmeda y se instaló el concepto de 'humos visibles', lo que fue publicado por diario El Austral de Temuco, estableciéndose dos macrozonas de modo alternado. Los resultados han sido de dulce y agraz, se han disminuido levemente los niveles globales de material contaminante y algunos peak, pero la sensación es que la medida ha perdido fuerza y se han alcanzado niveles de contaminación insostenibles en lo sanitario y medioambiental.
Un rápido análisis dice que ha faltado fiscalización y energía en la aplicación de la medida de restricción. La responsabilidad ciudadana ha ido en descenso, lo devela el seremi cuando dice que los sectores más acomodados han respetado menos la medida, quienes paradojalmente son los que pueden disponer de más alternativas.
Muchas fotos en las redes sociales muestran edificios, casas e instalaciones de empresas o clínicas, emitiendo vistosas columnas de humo denso. No se ve la fiscalización ni las medidas sancionatorias y el tener dos macrozonas ha sido confuso. Para una medida atenuada, como lo es la restricción sólo a humos visibles, se requiere de un criterio sanitario más claro; la aplicación en ambas macro zonas de una sola vez. Digámoslo claramente, la medida no ha sido exitosa en su modo de aplicación y hay responsabilidades compartidas, la autoridad y los ciudadanos consumidores de leña. Adicionalmente, el sistema predictivo ha fallado en varias ocasiones, las estaciones de monitoreo no funcionan y/o no entregan los datos de modo transparente y oportuno. Los ciudadanos esperan de la autoridad medidas y acciones más claras, un plan de acción sin financiamiento es a todas luces algo estético. He escuchado voces fuertes por la descentralización, acá está la prueba de la blancura.