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Los enigmas de los casos de desapariciones no resueltas

dolor. El más dramático de todos es el de la traiguenina Ivonne Mendoza, que lleva casi 10 años desaparecida. Según la PDI, cada día se presenta una denuncia por presunta desgracia y la unidad posee 12 detectives para resolverlos.

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En las últimas semanas La Araucanía se ha visto sacudida por una serie de desapariciones de personas. Si bien, la gran mayoría de esos casos se resolvieron favorablemente, hay otras familias que aún están esperando porque sus seres queridos vuelvan a casa.

Si solamente contamos los hechos ocurridos hace dos semanas, se contabilizan tres personas que fueron buscadas por las policías por presunta desgracia. El caso más impactante fue el de la menor de 11 años de Curacautín, de iniciales J.R.S., que estuvo secuestrada durante 71 horas por un hombre de 50 años.

Días más tarde se supo del hallazgo de una adolescente de 16 años en Labranza, fuga que fue premeditada por la estudiante y que tuvo final feliz gracias a un operativo de la PDI.

El pasado miércoles se extravió durante cuatro horas, un ex docente de la Universidad de La Frontera, Mario Eugenio Pino Barra, que horas más tarde se comunicó con uno de sus hijos.

Desde la PDI comentan que todos los días se suma un caso, algunos que llevan años sin ser esclarecidos y que han sumido de angustia y dolor a familiares y amigos que ven como los días pasan y sus seres queridos no son encontrados.

En el siguiente catastro, se expondrán casos que datan de una década, como la desaparición de Ivonne Mendoza Callumán, cuyo rastro se perdió una noche en la comuna de Traiguén.

Otra desaparición emblemática es la del bombero de Curacautín, Jorge Luis López Cheuquepán, quien lleva casi 3 años sin dar señales de vida.

A la lista se suman un adulto mayor y una adolecente, que recientemente fueron ingresadas al lista de personas extraviadas.

Sin duda, el caso más emblemático de personas desaparecidas es el de Ivonne Mendoza Callumán (33). La oriunda de Traiguén fue vista por última vez el 15 de junio de 2004, cuando supuestamente iba a tomar un bus con destino a Santiago para volver a su trabajo como asesora de hogar.

La última información de ese día es que Ivonne salió con destino al Paseo Suizo, en donde allí se iba a encontrar con su ex pareja con quien tratarían la tuición de una de sus hijas.

Desde ese minuto la PDI y sus unidades especializadas han buscado por todos lados a la mujer, que hace diez años tenía 33 años de edad. Años atrás se dijo que se le había visto en la ciudad de Puerto Montt pero los efectivos policiales, que se trasladaron al lugar, no encontraron rastro alguno.

Otro caso emblemático en la Región es el de Jorge Luis López Cheuquepán (23). Su desaparición se produjo el pasado domingo 6 de diciembre de 2011, cuando según el último reporte se dijo que había sido visto en el sector de Malalcahuello.

La búsqueda por parte de su familia ha sido incesante. Su madre, María Adelina Cheuquepán, ha intentado por todos los medios poder dar con el paradero de su hijo, al cual aún esperan en su casa.

'Acá lo estamos esperando, su pieza está intacta, su camiseta de Colo Colo no ha sido cambiada de lugar, lo único que queremos es que aparezca, porque estoy cansada de esperar', dijo.

La desesperación de su progenitora ha sido tal que incluso cuando se supo del hallazgo de la menor secuestrada en Curacautín, María Adelina fue hasta el hospital de la comuna para pedir ayuda y que el caso vuelva a tener visibilidad.

'Van a ser 3 años que está desaparecido. No es justo que mi hijo se pierda de la noche a la mañana, imagínese que yo estoy contenta porque la madre encontró a su hija, pero hay noches que ni duermo', dijo la madre.

Consultada sobre el último dato que recibieron sobre el paradero de Jorge, su madre sostuvo que 'lo último que supe es que en marzo apareció un croquet donde decía, supuestamente, que mi hijo estaba enterrado en el sector Agua Nieve de Malalcahuello y resulta que hice la búsqueda con Carabineros y gente que me ayudó y no había nada, ni siquiera encontramos un hueso'.

En la actualidad, para dar con el paradero del bombero de Curacautín, los operativos de búsqueda lo lidera la Unidad de Ubicación de Personas de la Región Metropolitana de la PDI (BRIUP), apoyados por personal de la Brigada de Homicidios, Carabineros, Bomberos, personal del Ejército e incluso la Onemi se ha hecho parte, según señalaron desde la Fiscalía Regional.

El pasado 26 de noviembre de 2013, Gladys Paredes tuvo la última conversación con su nieta Romina Polet Cifuentes (17). Esa vez, la menor le pidió que le transfiera dinero a una cuenta bancaria. 24 horas más tarde, no había rastro de la joven, que dejó a su pequeño hijo de 4 años en un hogar de menores.

Desde esa fecha en adelante que su abuela, Gladys Paredes, no ha parado de recorrer las calles de Lautaro, Temuco y Vilcún. En este último lugar, Paredes presume que estaría su nieta ya que en una de sus investigaciones se enteró que Romina cambió un dinero.

Paredes dice no entender las razones de su fuga. 'Estoy desesperada por saber de ella, no entiendo porqué se fue de la casa', comentó.

Al momento de fugarse, Romina Cifuentes se encontraba en un hogar de menores de Lautaro, tras abandonar el Liceo La Granja de Cajón, donde cursaba tercero medio.

El operativo de búsqueda de la adolecente es ejecutado por personal de la Bricrim de la Policía de Investigaciones, que ha desplegado todo su personal para dar con el paradero de esta madre adolescente, de la cual se perdió todo rastro en noviembre del año pasado.

Cualquier información sobre el paradero de esta joven se puede comunicar a la abuela, Gladys Paredes (celular 87929596), a la PDI o al Ministerio Público.

El pasado 11 de mayo, Aníbal Navarrete Esparza (88) le dijo a su esposa, Benigna Abarzúa (76) que se iba a misa y que allí la iba a esperar. Camino desde su casa, ubicada en la población Dakota de Cunco, pero por motivos que aún no están del todo claros, no llegó a la iglesia y desde ese día es intensamente buscado por personal de la PDI.

Isabel Navarrete, una de las siete hijas del matrimonio, señaló que su padre sufría una leve demencia senil, pero que eso no le impedía salir a caminar todos los días por la plaza y el hospital.

'El salía todos los días a caminar, era bueno para eso, y cuando alguien lo veía medio perdido lo tomaban del brazo y lo encaminaban', dijo.

Sandra Navarrete, otra de sus hijas, dijo que su padre producto de su trabajo como carpintero, sufrió la amputación de la falange de su dedo meñique en su mano izquierda. La última vez que salió de su casa, lo hacía portando lentes con marcos de color café, su clásico sombrero y pañuelos de género.

Sobre la investigación que se está realizando para dar con su paradero, el subprefecto de la Brigada de Homicidios de la PDI, Hernán Solís, señaló que 'se está trabajando en su búsqueda, al momento que llegan nuevos antecedentes de inmediato se procede con el operativo respectivo', dijo.

Solís agregó que en las próximas horas se hará una nueva búsqueda por todo Cunco, a la espera de resultados positivos.

Según el efectivo policial, el último dato que se manejó sobre su paradero 'fue que se subió a un bus, pero tras entrevistar al chofer, los auxiliares y los pasajeros no supieron identificar a don Aníbal, pero esa línea investigativa no se ha desechado'.

La familia pidió que si alguien lo ve en Cunco, que se comuniquen a los teléfonos 045-2-409075 o al 88005076.

En la PDI saben que el dolor y angustia en las familias afectadas es inmensa. Por ello, el subprefecto de la BH, Hernán Solís, sostuvo que 'nuestro personal día a día hace el mayor de los esfuerzos por dar respuestas a los casos en los que somos requeridos'.

Solís explicó que en la actualidad de las once denuncias por presunta desgracia, todo el 'escaso personal' se encuentra abocado a la búsqueda de los hombres, mujeres y adolescentes extraviados. Según el subprefecto, son 12 los profesionales policiales que se deben desempeñar en labores de búsqueda de personas y homicidios, entre los cuales se suscitan parricidios, infanticidios, hallazgo de cadáveres y negligencias médicas.

Ante eso, Solís precisó que 'mensualmente a la unidad llega una denuncia diaria por presunta desgracia' y que el objetivo del personal policial es siempre 'dedicarle tiempo a las búsquedas', pero que 'no se cuenta con el suficiente personal para poder dar respuesta', dijo el subprefecto.

'Van a ser tres años que está desaparecido. No es justo que mi hijo se pierda de la noche a la mañana. Hay noches que ni duermo'.

'Nuestro personal día a día hace el mayor de los esfuerzos por dar respuesta a los casos en los cuales somos requeridos'.