Una suma de $ 40 millones deberá pagar como indemnización la Conaf a la familia del joven Gustavo Lepín Ramírez (19) , quien falleció el año 2009 tras caer a un pozo profundo ubicado en el recinto del cerro Ñielol en Temuco, junto a su polola.
En fallo unánime la Tercera Sala de la Corte Suprema ratificó la resolución de la Corte de Apelaciones de Temuco, que estableció como responsable a la Corporación Nacional Forestal por el fatal accidente.
Según señala el fallo 'el pozo se encontraba abierto y sin señalización alguna que impidiera el accidente, lo que constituye una negligencia inexcusable de la demandada'.
El joven había desaparecido la tarde del 21 de septiembre de 2009 y tras 19 días de permanecer extraviado junto a su polola, Romina Cayumán Riquelme (17), ambos fueron encontrados al interior de un pozo de 20 metros de profundidad ubicado en los faldeos del cerro Ñielol.
El fallo de la Corte Suprema agrega que 'la demandada con el objeto de excusarse de su responsabilidad, relativa a que el pozo se encontraba en un área protegida que no era de acceso al público, no es atendible puesto que resulta contraria a toda norma mínima de seguridad que una condición que pueda revestir un grado de peligrosidad, no haya sido corregida, previendo que personas que por diversas razones no respeten las aéreas protegidas e ingresen a la zona'.
Según indicó Richard Caifal, el abogado que representa a la madre del hijo de Gustavo Lepín Ramírez, 'la ratificación del fallo no es algo que nos sorprenda ya que era una resolución que se esperaba. Existían todos los argumentos y los medios probatorios que así lo señalaban, por lo tanto era una noticia que de una u otra manera la familia estaba en conocimiento'.
La trágica muerte de Gustavo Lepín Ramírez quedó al descubierto la tarde del 9 de octubre de 2009 cuando un grupo de estudiantes recorría las inmediaciones del cerro Ñielol, encontrando flotando al fondo de un pozo una mochila azul, al intentar sacarla del agua los intentos por moverla revelaron un hecho macabro: dos cadáveres emergieron a la superficie.
Se trataba del joven de 19 años y de su polola, Romina Cayumán Riquelme (17), quienes habían desaparecido sin dejar rastros dos semanas antes, el 21 de septiembre de aquel año.
El fiscal Juan Pablo Salas fue quien lideró el trabajo desarrollado por el Gope de Carabineros y efectivos de la Brigada de Homicidios, quienes tras realizar los peritajes iniciales, descartaron la participación de terceras personas en el hecho.
Tras el hallazgo, el comisario Claudio García, entonces jefe de la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI, precisó que la causa de muerte de los dos jóvenes había sido una caída accidental al pozo ubicado en los faldeos del cerro. 'Es un pozo que está muy cercano a un sendero y no cuenta con ningún tipo de medidas de seguridad', señaló en ese entonces el jefe de la policía.
El pozo donde cayeron ambos jóvenes tenía más de 20 metros de profundidad y se encuentra en la parte posterior de la Piscina Ñielol, ubicada en calle Las Acacias s/n, siendo este lugar parte del recinto bajo administración de la Corporación Nacional Forestal.
El abogado Richard Caifal señaló que Daniela Epuante, madre de Ángel Lepín Epuante, quien es hijo del joven fallecido en 2009, 'fue quien interpuso la demanda de indemnización de perjuicios en contra de la Conaf por su responsabilidad en la trágica muerte de Gustavo Lepín'.
El abogado agregó que ya en 2012 el Segundo Juzgado Civil de Temuco y la Corte de apelaciones habían condenado como responsable a la Corporación, 'y antes de ayer la Corte Suprema ratificó el fallo condenatorio de primera instancia contra la Conaf. Esta entidad incurrió en una negligencia evidente ya que no adoptó medidas de seguridad y no señalizó el pozo que se encontraba al interior del recinto. En virtud de esa negligencia la corte hace eco de nuestra pretensión y condena a la Corporación a pagar a título de indemnización en favor de mi representada'.
En tanto, el director regional de la Conaf en La Araucanía, Mario Acuña, aseveró que 'nuestra institución acatará el fallo de la Corte Suprema. Este hecho nos recuerda una situación lamentable que ocurrió en el cerro Ñielol y a raíz de eso instalamos políticas relacionadas con los senderos, donde solicitamos a los visitantes que respeten las señalizaciones y que se registren con los guardaparques, ya que ellos están profesionalizados para conducir a los visitantes'.
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