Cuatrocientos cincuenta palestinos han muerto y cerca de 3.040 han resultado heridos desde el inicio de la ofensiva militar israelí contra Hamás en la franja de Gaza el pasado 8 de julio, después de las últimas once víctimas reportadas en la tarde de ayer por fuentes médicas.

Varios bombardeos israelíes sobre diferentes posiciones en la franja causaron once nuevas víctimas, incluidas cinco niños, que aumentaron al centenar la cifra de palestinos muertos durante ayer, las más cruentas.

El portavoz del Ministerio de Sanidad, Ashraf Al Qedra, anunció a la prensa que una anciana y un niño de ocho años perecieron en ataques de la aviación israelí sobre su vivienda, en el este de la ciudad sureña de Jan Yunis.

La mayor masacre hasta el momento se produjo en el barrio de Shahaiya, donde más de sesenta personas perecieron en un intenso bombardeo de más de diez horas de la aviación, la marina de guerra y la artillería israelí.

Según fuentes castrenses, las tropas fueron objeto, en la madrugada de ayer, de una emboscada tendida por los milicianos islamistas en este populoso distrito del este de Gaza, donde perdieron la vida trece soldados, entre ellos dos comandantes.

El Ministerio de Sanidad palestino recordó en un comunicado de prensa que dos terceras partes de los muertos son civiles, incluidos mujeres y niños.

reunión de urgencia

El Consejo de Seguridad de la ONU anunció ayer una reunión de urgencia para abordar los últimos acontecimientos en Gaza.

El acuerdo para realizar el encuentro llegó tras el llamado efectuado por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.

En una conferencia de prensa celebrada en Qatar, Abás denunció el ataque que el Ejército israelí perpetró en el suburbio de Shahaiya en Gaza, en el que murieron al menos 62 palestinos y 13 soldados israelíes, y 200 personas resultaron heridas, y pidió reunir al Consejo para que se haga a Israel responsable bajo las premisas del derecho internacional.