Desde ayer al mediodía el sector Ultra Estación de Loncoche cuenta con iluminación tanto en las calles como en los domicilios. Cabe señalar que en el otro extremo de la ciudad hay sectores que tampoco cuentan con energía eléctrica, pero el gerente de Saesa indicó que se trabajará para solucionar el problema.
La reciente ratificación de la Corte de Apelaciones de Santiago sobre la autorización al ingreso de paltas peruanas a Chile nos recordó la constante preocupación de la Sociedad de Fomento Agrícola de Temuco Sofo, por velar y mantener nuestra actual condición sanitaria animal y vegetal.
Entendemos que la apertura de mercados debiera ser recíproca, pero bajo condiciones similares y resguardando siempre nuestra producción nacional y, por ende, nuestra condición sanitaria. Esperamos que no existan riesgos asociados a esta nueva autorización del SAG y que ese servicio resguarde en forma efectiva y eficaz el estado sanitario. Sin duda para los productores agrícolas y la población nacional mantener la actual condición libre es la alternativa más favorable.
El delicado tema sanitario se pone una vez más en el tapete, cuando hace unos días, comunidades indígenas y asociaciones de productores presentaron un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago, porque estimaron que la importación de paltas peruanas a Chile, constituye un riesgo inminente para el ingreso del virus PSTVd, presente en las paltas peruanas, y del que nuestro país y La Araucanía están libres. Este virus es un peligroso agente que afecta en forma severa al cultivo de papas.
Sofo, en muchas ocasiones, ha hecho ver la necesidad de mantener nuestra condición fitozoosanitaria y mejorarla, si es posible, porque es nuestra principal carta de presentación y pasaporte seguro para un expedito acceso a los mercados mundiales.
En este sentido, insistimos ante el Ministro de Agricultura, Carlos Furche -cuando estuvo en Sofo en su primera visita ministerial a la zona- y lo ratificamos luego, en una carta al director nacional del SAG, sobre la urgencia de reinstalar a la brevedad las 'barreras sanitarias fijas' sobre el límite norte de La Araucanía, como una señal clara de voluntad política por mantener libre y proteger a la zona sur del país de importantes plagas y enfermedades cuarentenarias.
Estamos convencidos de que con esta medida la región avanzará a paso firme, desde una región dominada por rubros tradicionales hacia una zona productora de especialidades, donde no sólo visualizamos frutales como arándanos, manzanos, cerezas y avellanos europeos, sino también interesantes nichos en cultivos como trigo, raps, avena, papas, y tantos otros, capaces de satisfacer exigentes mercados locales e internacionales, sin olvidar en esta lista de alternativas con futuro promisorio, a la ganadería bovina y ovina, como también nuevos rubros, que logren espacio dentro del espectro de alternativas productivas para la Región de La Araucanía.
Indudablemente que en el tema de la contaminación ambiental en la intercomuna hay dos temas pendientes, y que configuran la base de cualquier política que pretenda mejoras sustantivas: la educación y la fiscalización. Está meridianamente claro que el mal uso de los calefactores es una causa basal de este problema, junto a la deficiente calidad del producto empleado, leña semiverde.
Se han levantado muchas voces reclamando control en el ingreso de camiones -en especial en las noches- cargados con leña que es un peligro para la salud al ser combustionada; si a eso se le suma el cierre de los tirajes para hacerla durar más y conseguir un ahorro, se completa el círculo.
Hay quienes critican la política de permitir el uso de la leña siempre y cuando contenga menos de un 25 por ciento de humedad y no se emitan 'humos visibles'. La apreciación de las personas es que hoy la contaminación ambiental es menor y que esta política va en el marco de lo posible, aceptando que los resultados son del todo insuficientes.
Negarlo todo, prohibirlo todo, es claramente inconveniente. No están las condiciones para exigir cambios a otros combustibles, por la condición socioeconómica de las personas, y lo contrario sería obligarlas a sufrir las inclemencias del tiempo.
Ya en 2011 la 'Comisión ciudadana técnico- parlamentaria para la política y la matriz energética' hablaba del reconocimiento oficial de la leña como combustible sólido; certificar los artefactos de combustión a leña u otros dendroenergéticos; asegurar una paulatina oferta de leña seca y certificada mediante instrumentos de fomento productivo; proponer incentivos estatales para innovación tecnológica en la fabricación de artefactos.
Asimismo, requerimientos mínimos de eficiencia energética y de emisiones de los artefactos de combustión sobre la base de leña; estructurar un programa de recambio masivo de calefactores obsoletos; crear un marco normativo mediante leyes, reglamentos u ordenanzas que aseguren la comercialización de leña con menos de un 25% de humedad.
¿En cuánto de ello se ha avanzado?