El pasado sábado, en horas de la mañana, una riña al interior de uno de los dormitorios del penal de Victoria terminó con un interno fallecido, identificado como Cristian Andrés Romero Romero (22), tras recibir una estocada de dos centímetros en su cuello.

El homicidio al interior del penal quedó al descubierto cuando otro de los reos del modulo se percató que Romero yacía tendido en el suelo del dormitorio, dando de inmediato aviso a las autoridades del penal.

Hasta el minuto no se ha podido precisar quién fue el autor del homicidio, ni en qué circunstancia se produjo el altercado, hecho que es investigado por el fiscal Luis Espinoza, que ordenó diligencias a la Brigada de Investigación Criminal y al Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones de Victoria.

La policía le está tomando declaraciones a los internos para establecer la dinámica del homicidio y responsabilidades en el hecho que provocó conmoción.

Según informaron desde la Fiscalía, el personal de Gendarmería incautó tres estoques artesanales, los cuales se encuentran siendo examinados por peritos especializados del Servicio Médico Legal de Temuco y así poder determinar con cuál de esas armas fue atacado el reo.

Cristian Andrés Romero Romero, de 22 años, cumplía una condena de tres años y un día de prisión tras ser condenado por el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco por el delito de robo en lugar habitado.

Si bien no se precisó en que fecha ni lugar cometió el delito, si se puedo conocer que Romero llegó hasta la cárcel de Victoria en marzo de este año.

Según información que pudo recabar este medio, Cristian Andrés Romero Romero era un interno que no causaba molestias al interior del recinto penal, era más bien un tipo solitario que compartía 'lo justo y necesario con el personal de Gendarmería y la población penal', dijo una fuente a este medio.

Los restos del interno fueron derivados hasta el Servicio Médico Legal de Temuco donde se le practicó la autopsia de rigor y que permitirá establecer qué ocurrió la mañana del pasado sábado al interior del penal donde se desató la tragedia.

Se espera que en la jornada de hoy el director de Gendarmería pueda precisar si la institución decretó un sumario para establecer si hay responsabilidades administrativas en los funcionarios que el día de ocurrido los hechos estaban en el recinto penal.

Preocupados se encuentran los propietarios del condominio El Prado de Temuco, ubicado en la calle Pérez Rosales, porque en cuatro meses han sido objeto de seis millonarios robos.

Los hechos se han concentrado en la torre Alerce, donde a contar del pasado 8 de junio comenzaron a vivir una verdadera pesadilla, que hasta el minuto no saben cómo frenar.

Los afectados se quejan de que el recinto no cuenta con cámaras de seguridad, que los conserjes no cumplen con las expectativas y que el recinto carece de iluminación. Además señalan que las obras que aún se desarrollan son las causantes de que los ladrones ingresen puesto que las medidas de protección son 'muy vulnerables', acusan.

Todo comenzó la tarde de ese domingo 8, cuando un grupo de extraños saltó un balcón de pequeñas dimensiones, para luego forzar las ventanas del departamento de 55 metros cuadrados ubicado en el primer piso, llevándose una serie de especies.

Diecisiete días más tarde, vale decir, el 25 de junio, otro delincuente ingresó a otro departamento del primer nivel de la torre Alerce. Tras abrir las ventanas ingresó a la propiedad, pero tras percatarse de la presencia de uno de los residentes huyó del lugar sin concretar el robo.

En ese departamento vive Rodrigo Ortega. Junto con su familia adquirió el bien raíz en diciembre del 2013, pensando en una mejor calidad de vida y jamás pensó que sería una pesadilla.

'A uno le vendían seguridad, confort, bienestar y que pasen estas cosas es súper decepcionante. Uno piensa que un condominio es más seguro que una casa', sostuvo.

Tras ese episodio no le quedó otra que asegurar al área de los ventanales de su departamento con una reja, ya que la cerca que divide la calle no supera el metro 20 centímetros de alto, lo que la hace sumamente fácil de vulnerar.

El hecho más grave lo sufrió Marta Valenzuela Vera (27). Su pesadilla comenzó la noche del miércoles 2 de junio, cuando un grupo de ladrones desvalijó por completo su hogar.

Los delincuentes aprovecharon que el inmueble se encontraba sin moradores y no dudaron en robar televisores LED, otros equipos tecnológicos, la loza y hasta los manteles de la cocina y las sábanas.

Sin duda el objeto más preciado fue su auto, marca Hyundai, modelo Eon, que había adquirido por más de 5 millones hace escasos dos meses.

Su rabia radica en que cuando compró el inmueble 'me ofrecieron las mil maravillas, me dijeron que era ideal para las personas que trabajaban todo el día porque había seguridad y lo primero que pasa, me roban', dijo Valenzuela.

Para su felicidad, su auto lo recupero hace escasos días, pero dice que no tenía seguro, y quedó con daños cuantiosos 'y por eso nadie me va a responder', se lamentó.

Tras sufrir la serie de ilícitos, los habitantes de los 32 departamentos de la torre Alerce decidieron unir fuerzas y alertar a los administradores del condominio para que se tomen las medidas de seguridad, que les prometieron cuando compraron sus hogares.

Por lo mismo, el día viernes 4 de julio la comunidad se reunió en un cita extraordinaria para tratar la ola de robos de la cual han sido víctimas.

A juicio de el delegado de la comunidad torre Alerce, José Cabezas, quien también sufrió un atraco en su departamento, esa vez 'nos robaron hasta la cuna de la guagua, esto es algo impresionante, por eso le queremos pedir a la empresa Socovesa que nos escuche y podamos llegar a una solución para que estos hechos no vuelvan a ocurrir', aseveró Cabezas.

Ese acercamiento entre los propietarios y la administración ya se produjo el pasado 8 de julio. Allí, acordaron que esta semana se darán soluciones a los requerimientos de las personas que allí habitan.

Un día después de la reunión entre los vecinos y la administración se juntaron con la constructora, donde la empresa se comprometió a realizar una serie de presupuestos relacionados a mejorar el cierre del cerco colindante al terminal de buses, además de la instalación de cámaras y mejorar la iluminación.

A esto se suma solicitar más rondas al personal de Carabineros.

'A uno le vendían seguridad, confort y bienestar y que pasen estas cosas es súper decepcionante'.

'Me dijeron que era ideal para personas que trabajan todo el día porque había seguridad y lo primero que pasa me roban'.

Ocho