En reiteradas ocasiones y durante muchos años, vecinos y personeros diversos han reclamado por el antiestético aspecto que presenta, en especial el centro de Temuco, de la mano del cablerío aéreo que aumenta progresivamente en dicho sector.
El mayor porcentaje de esos cables está fuera de uso y corresponde a empresas diversas de telecomunicaciones; los viejos han sido reemplazados por otros nuevos, pero sin que aquellos en desuso sean retirados. Así, se han ido acumulando hasta formar una maraña de impresionante fealdad a la que se debe buscar una solución, al menos parcial.
Recién en Santiago se anunció un plan para el retiro de cablerío obsoleto, el que sería un 40 por ciento del total que tapa los cielos capitalinos. Se inició un trabajo hace tres años, con pocos resultados. En esa oportunidad el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, junto con dar inicio a la tercera etapa de este proyecto de despeje de cables en seis comunas de la Región Metropolitana, indicó que habrá una iniciativa a nivel nacional, de tal modo que hay esperanzas ciertas de que ello se ponga en marcha en Temuco.
En opinión del ministro estos cables son un atentado a la estética y la seguridad, ya que algunos de ellos cuelgan con riesgo para los transeúntes. En Maipú, en 2011, se logró retirar 25 toneladas de esta 'chatarra aérea', como él la describió. Ese número da cuenta de la cantidad impresionante de material inútil que tapa la visión hacia los cielos de todas las ciudades del país, incluyendo nuestra capital regional.
Hoy no existe una reglamentación técnica que establezca exigencias sobre el número de cables entre los postes ni la altura mínima, por tanto, desde el ministerio se advirtió sobre un fortalecimiento de la normativa para aclarar las responsabilidades y que las empresas de telecomunicaciones se atengan a ello.
Ahora deberán iniciar el retiro de todo el cablerío que ya no presta utilidad alguna, a la espera de un sueño, el desafío de soterrar estos tendidos, al menos en la zona céntrica.