El diaconado, don y servicio de la solidaridad
Desde los orígenes del cristianismo, la comunidad en un ambiente de discernimiento espiritual fue respondiendo a las diversas necesidades pastorales que dieron estructura a la Iglesia; así nacen los diversos ministerios. Y entre los diversos ministerios, el diaconado, que como su nombre lo indica, será el ministerio del servicio fraterno, que también podríamos denominarlo como 'solidario', recordando que estamos en el mes de la solidaridad.
El diaconado hunde sus raíces en el mismo libro de los Hechos de los Apóstoles (Cap. 6); sin embargo, se fue perdiendo a lo largo del tiempo, siendo el Concilio Vaticano II el que restaure este ministerio, ahora con un nuevo rostro, ya que no sólo podrán recibir el sacramento del Orden en el grado de diácono, quienes se preparan para el sacerdocio, sino que también a hombres casados se les conferirá este don para el servicio de la comunidad eclesial y desde ella para el mundo. En nuestra Diócesis de Temuco, gracias a la intuición y arrojo pastoral de Monseñor Bernardino Piñera, se ordenó a los primeros diáconos que hubo en Chile. De hecho contamos con hermanos que tienen más de 40 años de ministerio, algunos ya han partido a la casa del Padre; y en número se equiparan a la cantidad de sacerdotes. El diácono que vive su ministerio en unión con su esposa y familia, es un ministro ordenado que hace presente a la Iglesia en la familia, siendo padre y esposo, pero también en su lugar de trabajo.
Además, su ministerio no se reduce a la celebración litúrgica, sino que por su propio ministerio debe ser servicio de la caridad fraterna, es un signo de que la comunidad debe estar en permanente servicio a los más necesitados. A San Lorenzo, el diácono mártir, que en el 258 entrega la vida en tiempos del Emperador Valeriano I, por desafiar al alcalde Roma que esperaba que este servidor entregara los que podrían ser los tesoros materiales de la Iglesia, ante lo cual le son presentados enfermos, pobres, y todos los que para él constituían los verdaderos tesoros de la Iglesia. Todo un ejemplo de vida y de discernimiento respecto de qué es lo más fundamental. Por esta razón San Lorenzo se transformó en el patrono de los diáconos. Saludamos con afecto a nuestros diáconos, esposas y familia, que hoy recuerdan su día en la memoria de San Lorenzo. Y a propósito del servicio de la caridad, en este mes de agosto la Iglesia y la sociedad celebra el mes de la solidaridad.