'Lo que hicimos torpemente fue irrumpir en el medio', fue el mea culpa expresado por Emilio Guerra, actual vicerrector de la Universidad Autónoma de Chile sede Temuco y quien fuese durante más de veinte años miembro de la Corporación de la Madera, Corma.
Las palabras de Guerra se enmarcaron dentro del panel de conversación 'Empresa y comunidad: ¿Alineadas o enfrentadas?', evento organizado por Corma y la Universidad Autónoma de Chile sede Temuco, el cual reunió a una serie de empresarios y representantes de proyectos de alto impacto en el territorio, quienes dieron a conocer sus visiones y cómo lograron estrechar lazos con la comunidad.
Empresas forestales, hidroeléctricas y acuícolas, fueron parte del encuentro, donde si bien se destacó el trabajo hecho en materia de participación ciudadana y la importancia en la relación con las comunidades, se reconoció que el establecer confianzas es uno de los puntos de inflexión más complejos, sobre todo en aquellos territorios donde los habitantes ya han sufrido algún tipo de impacto.
Además, los expositores recalcaron que, dentro de la sociedad chilena ha habido una serie de cambios culturales, donde gracias al empoderamiento de las comunidades, se han establecido normas de convivencia, mitigación y participación más claras y cada vez con mayor obligatoriedad, lo que poco a poco ha logrado que rubros productivos con mayor animadversión por parte de sus vecinos -como por ejemplo las forestales-, se esfuercen en crear iniciativas donde la comunidad sea parte efectiva de los proyectos y las ganancias que éstos generan.
En el evento también participó el intendente de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, quien tras escuchar las exposiciones de los empresarios, enfatizó que 'la relación empresa-comunidad y Estado-comunidad, es una cuestión primordial para que podamos tener paz social'.
¿ALINEADAS?
'Las distintas empresas y también el sector público están descubriendo y tratando de buscar las mejores fórmulas para no sólo resolver, sino también gestionar sus negocios atendiendo la vinculación con las comunidades como un tema estratégico', explica Augusto Roberts, gerente de asuntos públicos y medio ambiente de Forestal Mininco.
En ese sentido, dada la 'visibilidad' de la industria forestal, que ocupa miles de hectáreas en la Región, Roberts reconoce que han estado mucho más expuestos en términos de impopularidad, por lo que el trabajo que han debido hacer con la comunidad ha sido extenso, tomando varios años para recuperar las confianzas.
'Si podemos entregar un aporte a las personas que están emprendiendo, les diría que el aprendizaje de Forestal Mininco es que esto tiene que tener una preocupación del equipo ejecutivo y los directorios de la compañía, porque quienes no atiendan estos temas, lo van a pasar mal', aconsejó Roberts.
En tanto, dentro de esta alineación entre las empresas y la comunidad, el intendente Huenchumilla afirmó que si bien hace algunos años esta asociación no era primordial, y muchas veces ni siquiera era contemplada por las grandes compañías, hoy en día y de la mano de los cambios culturales, es de vital importancia.
'Hay elementos culturales que se van incorporando en la gente, y son realidades que las empresas tienen que considerar para los efectos de hacer sus emprendimientos. Por lo tanto, son nuevas realidades, donde las empresas tienen que estar alineadas con las comunidades', aseguró Huenchumilla.
Si bien el intendente no se refirió en su discurso de manera específica a la industria forestal, reconoció que lo público, la empresa privada y la comunidad son una tríada clave para afrontar y avanzar por la paz social en la Región. 'Vamos a seguir trabajando para desatar los nudos que tenemos en nuestra sociedad regional', destacó.
DIFICULTADES
Además del trabajo directo con las comunidades aledañas a un proyecto empresarial, existe una serie de organizaciones ligadas a estos temas, con las cuales también se debe trabajar y llegar a acuerdo.
Bajo este escenario, el presidente regional de Corma, Patricio Santibáñez, recalca que, dentro de los protagonistas, uno de los trabajos más complejos se da al interior de las mismas empresas, donde se debe velar para que todos los funcionarios efectivamente respeten los acuerdos establecidos con las comunidades.
'Uno tiene buenas intenciones, pero hay que tener un sistema de gestión capaz de implementar la cantidad de compromisos que se generan y poder cumplir', señaló Santibáñez, agregando que 'quizás lo más difícil es poder cambiar la cultura de la organización completa, porque se requiere que todos estén involucrados'.
Por su parte, José Luis Trabucco, jefe zonal de Colbún, indicó que 'lo más difícil es trabajar con aquellos como los ambientalistas. No pretendemos cambiar sus ideas, pero siempre los invitamos'.
'Quizás lo más difícil es poder cambiar la cultura de la organización completa'.
'La tributación no es justa. Debiese ser más equitativo para las comunidades adyacentes'.
'Esto tiene que tener una preocupación del equipo ejecutivo y los directorios de la compañía'.