ayuda a niños discapacitados
Calidad de vida
proyecto. Iniciativa familiar financiada por el Gobierno Regional levantó el Centro de Equinoterapia Ayen en una comunidad de Padre Las Casas.
Manchita, Portera y Pretenciosa son tres yeguas que a través de la equinoterapia lograron el milagro de la rehabilitación en 10 menores de la Región, entre 4 y 14 años, con discapacidad motora y cognitiva, quienes ayer se graduaron después de seis meses.
La iniciativa nació por inquietud familiar y lo hizo posible el amor y determinación de una madre por su pequeña hija con síndrome de Down.
Su nombre es Maritza Navarro, quien se unió a otras familias con hijos especiales y sacó adelante este proyecto, el cual fue financiado a través del 2% para Deporte y Cultura que entrega el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR).
'Lo primero que hicimos en marzo del año pasado fue crear el club deportivo para la rehabilitación Tremual Kalul para poder postular al FNDR y bajo su alero nació el proyecto Ayen Equinoterapia, iniciativa que utiliza la terapia con caballos para generar un concepto de rehabilitación eficiente, de bajo costo y alto impacto', explicó Maritza Navarro.
El proyecto de equinoterapia se realiza es la comunidad de propiedad de María Llanquinao Trabol, ubicada en el kilómetro 12 camino a Maquehue en Padre Las Casas, más conocida como 'La Mama'.
Ayer, durante la cierre del proyecto, no pudo esconder su satisfacción y emoción, ya que su hijo es el cuidador de los caballos y oficia de tirador en la terapia de los niños. 'Nunca pensé que esta tierra y estos caballos podían llegar a ser tan útiles para mejorar la salud de los niños y eso es algo muy bonito', comenta.
Según explica Maritza, el proyecto posee su particularidad regional, ya que lo que busca es desarrollar padres terapeutas que sean capaces de acompañar la rehabilitación de sus hijos guiados por especialistas como kinesiólogos hipoterapeutas y educadoras diferenciales.
De esta manera, precisa Navarro, 'la idea es demostrar que es posible generar un estrategia a bajo costo, ya que los padres una vez que son capacitados pueden continuar y además multiplicar el beneficio y crear conciencia'.
A juicio de la educadora diferencial experta en equinoterapia, Evelyn Marchant, quien trabajó en el proyecto, las bondades de esta terapia son múltiples tanto desde el punto de vista motor como afectivo. 'Genera en los menores una mejor postura, equilibrio, coordinación, lateralidad, autoconfianza y autonomía', puntualiza.
Por su parte, el kinesiólogo Juan Antonio Colomera, indicó que el caballo en niños con problemas motores, en el fondo, se transforma en sus pies y sirve mucho por el movimiento.
'Esto, porque al estar sobre el caballo se debe ocupar el sistema postural que permite cabalgar sin caernos. Además el niño no lo reconoce como una terapia, sino que lo ve como una actividad entretenida', propone.
Ayer los 10 menores emocionados recibieron sus diplomas junto a sus 'padres terapeutas' de término de proyecto. Todos experimentaron avances y resultados en la terapia, pero sin duda uno de los más emocionantes fue la transformación del paciente Teletón Fernando Narváez, de 14 años, quien padece de una tetraparesia mixta.
Fernando hizo una demostración arriba de Pretenciosa y fue evidente el grado de movilidad de su torso que exhibió realizando algunos ejercicios. 'Hasta antes de esta terapia él no podía ir al baño solo, ahora él logró la autonomía necesaria y ese avance. Esto es un gran paso', cuenta su madre Eliana Paredes.
30 minutos
'Desarrollamos con la equinoterapia una estrategia de rehabilitación de bajo costo y alto impacto'.
'Nunca pensé que esta tierra y estos caballos podían llegar a ser tan útiles para mejorar la salud de los niños'.
'Hasta antes de esta terapia él no podía ir al baño solo, ahora logró la autonomía necesaria y ese avance'.