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Un joven tetrapléjico que murió de un infarto donó sus órganos a 7 personas

Trasplante. Sugar Manuel Leonardo Manqueo Riquelme (19) autorizó en vida la entrega de ambas corneas, hígado, pulmón y riñones. Le salvó la vida a tres pacientes.

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'Le dieron dolores de cabeza muy fuertes. Después me pidió que lo abrazara, besara y que lo hiciera dormir. Cuando estaba en el sueño le vino como una desesperación breve y se fue. Simplemente dejó de existir'.

De esta forma Héctor Manqueo (42), padre del joven tetrapléjico temuquense, Sugar Manuel Leonardo Manqueo Riquelme, de 19 años, describe el preciso momento en que su hijo falleció producto de un infarto cardiovascular: en sus brazos y en su hogar en Labranza.

Esto fue el pasado martes 26 a las 16.30 horas. Y por increíble que parezca, según explica Héctor Manqueo, también un 26 de agosto, a la misma hora, pero hace cuatro años, Sugar había tenido un trágico accidente con un arma de fuego que lo dejó tetrapléjico sin movilidad del hombro hacia abajo.

El padre de Sugar cuenta que fue, precisamente, ese accidente y lo que significó para él seguir luchando, teniendo que abandonar sus estudios, lo que produjo el convencimiento y la voluntad de convertirse en donante.

De esta manera, el pasado miércoles, en el Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco (HHA), Sugar se convirtió en el paciente que hizo posible el tercer procuramiento en lo que va corrido del año y el segundo múltiple, según explica la coordinadora del programa de trasplante del recinto asistencial, Cecilia Hope.

Sugar donó ambas corneas, su hígado, un pulmón y ambos riñones. Su increíble acto de amor ayudó a siete personas y le salvó la vida a dos adultos y a un bebé de seis meses.

Según explica emocionado su padre, las corneas de su hijo son para dos receptores distintos de Temuco, quienes desde ahora verán la vida a través de sus ojos.

Cecilia Hope comenta que su hígado fue dividido en dos. Su lóbulo izquierdo es para un bebé de seis meses y su lóbulo derecho le dará una nueva oportunidad de vida a un joven de 20 años. Al parecer uno de estos pacientes es de Punta Arenas, así lo explicó vagamente el director del hospital HHA, Óscar Morales.

El pulmón, explica el padre de Sugar, 'es para una joven de Valdivia que tiene Fibrosis Quística y sus dos riñones se fueron para Santiago, no sé si tenían receptores asignados'.

La enfermera Cecilia Hope, quien es una ferviente luchadora de la donación de órganos, contó que ambos riñones ya tenían sus receptores y que se habían hecho los trasplantes. 'Uno es una mujer y el otro un varón'.

Aunque Hope no tiene precisión de ello, en virtud de su experiencia, plantea que lo más probable es que Sugar le salvó la vida a los receptores de su hígado y de su pulmón.

Para su padre este gesto de amor ratifica la calidad humana de su hijo, a quien describe como un ser sabio que vino a este mundo 'para ser nuestro ángel. Dios nos dio una bendición tremenda, de hecho, aprendimos mucho con él. Después que quedó tetrapléjico, pienso que fue como un plazo fijo que nos dio Dios para tenerlo a nuestro lado y aprender todo lo que nos enseñó', puntualiza su padre.

Añade que 'no tengo otra explicación, ya que ni los propios médicos especialistas en el tema se explican por qué murió y qué gatilló el infarto cardiovascular'.

El padre de Sugar señala que una vez que su hijo queda tetrapléjico y producto de un proceso íntimo este joven decide convertirse en donante.

'Cuando queda postrado decide hacer la donación de sus órganos. Fue justo después que se bautizó por una iglesia cristiana el año pasado. Y lo decide, porque manifestó en vida que quería ayudar a otras personas que pudieran estar viviendo un dolor, una aflicción similar o que por alguna enfermedad no podían hacer una vida normal como era su caso', añade Héctor Manqueo.

Su padre rememora ese fatídico día y explica lo que sucedió: 'Hace cuatro años un día 26 de septiembre a las 16.30 horas sucedió el accidente. Fue lamentable. Él estaba con unos compañeros a los que conocía desde que estaba en primero básico y resulta que el hermano menor de un compañero encontró un arma de fuego que estaba oxidada y al estar manipulándola la percutó accidentalmente. La bala le cortó la médula cervical a la altura de la vértebra C4 y C5 (se ubican a la altura del cuello), lo que le dio la condición de tetraplejia, quedando inmovilizado del hombro hacia abajo, psicológicamente quedó bien', recuerda su padre.

Sugar durante cuatro años vivió en carne propia lo que significa no poder contar con la movilidad de su cuerpo. Y aunque su mente quedó atrapada, no así sus sueños y ganas de encarar la vida.

Es más, el último tiempo la rehabilitación de este joven -fanático de la Universidad Católica y de los cracks Reimundo Tupper y Mario Lepe- estaba bien avanzada y tenía una serie planes, pese a la tragedia que significó la manipulación involuntaria de un arma de fuego en manos de un menor de edad hace 4 años.

Héctor Manqueo cuenta que después del accidente, su hijo no pudo estudiar y que se dedicó a rehabilitarse en el Centro Comunitario de Rehabilitación (CCR) de Temuco y también recibió ayuda de la Teletón.

'Se quedó en la casa y se dedicó a su rehabilitación. Él no salía del hogar porque era propenso a incubar neumonías. Pero justamente producto de su avance, este otro año él quería volver a estudiar'.

Agrega que 'había recibido su subsidio habitacional y además soñaba con implementar un negocio y emprender. Gracias a un dispositivo de Japón que le había regalado alguien en el CCR se la pasaba chateando y , le gustaba mucho', detalla su padre.

El director del hospital HHA agradeció a todas las personas e instituciones que de una u otra forma ayudaron en el éxito del procuramiento.