Una comedia Después de seis meses de Gobierno, el ministro de Educación, señor Nicolás Eyzaguirre, fue el peor evaluado del Gabinete en agosto, con sólo un 34% de aprobación, 10% menos que en julio. Este resultado no es una sorpresa, ya que su proceder ha sido como en la 'Comedia de las equivocaciones' de William Shakespeare, la que es su comedia más corta y enredada de su producción teatral. Primero dijo que venía a aprender al cargo porque de educación no sabía nada; luego expresó que para mejorar la educación había que quitarle los patines a los más pudientes para que todos anduvieran con zapatos (=nivelación hacia abajo). Posteriormente, declaró que dispondría de fondos para comprar todos los colegios particulares; sin embargo, ahora promete que éstos no serán tocados, anuncio que ha provocado la molestia de la Confech y de la Bancada Estudiantil (Camila y otros). Su actuación dubitativa y zigzagueante explica su baja aprobación de la Encuesta Adimark.HipocresíaAgradezco al señor Guiñez Correa la lectura de mi carta del 29.08 y sus comentarios, coincidiendo con él en que mi nota funde aspectos diversos, producto de sintetizar para aprovechar su incierta aceptación por el Sr. Director. Los aficionados a opinar nos exponemos más a errores que quienes se limitan sólo a criticar. Pero deseo rescatar de mi contrincante su útil y evidente conocimiento sobre la diferencia entre el socialismo y comunismo, solicitándole su aclaración, puesto que quienes hemos observado y soportado capítulos de la historia contemporánea sólo como padres de familia sin ser expertos en tendencias políticas, entendemos que ambas corrientes extremas actúan amalgamadas como un solo estilo de gobierno, como lo fue el de Allende y su UP y lo es el de Castro. ¿Llegaron ellos al poder como socialistas o comunistas? Allende dependió de Castro y éste de Rusia comunista, sistema derrumbado posteriormente. El resto de mi nota criticada no lo comento para ser consecuente con la acertada opinión del señor Guiñez respecto a no mezclar temas, médula sostenida por los periodistas profesionales.Celebrar la 'independencia' Mes de septiembre, con algunos días más tibios, presencia de los primeros volantines tricolores y el anuncio de la llegada de la primavera nos alegra y nos motiva a celebrar las Fiestas Patrias en familia. Nos hemos puesto psicológicamente un poco temerosos de salir o de gastar dineros en esta fiesta porque la autoridad gubernamental hace anuncios preventivos de cuidarse cuando se conduce un vehículo en nuestras carreteras. De igual forma el anuncio de alzas de la energía, en este caso la luz. Alimentos, carne, cebollas y otros nos conducen al hecho de que debemos cuidar nuestro presupuesto. Sumado también al alza semanal de los combustibles nos hace presumir que la autoridad como verdadera pitonisa nos está diciendo que la situación económica del país viene difícil para los millones de hogares de nuestro país. Lo cierto que igual vamos a comer empanadas, pajaritos y tomar ponche o vino tinto, no podemos dejar de celebrar nuestra independencia nacional, entre comillas.Cerati 'mató' a ParraEsta semana se ha marchado de este mundo (si es que no lo había hecho antes, 4 años en coma) un joven que seguro marcó a generaciones con su música. Gustavo Cerati tenía 55 años.En estos mismos días otro adulto, de espíritu muy joven, cumple 100 años. Nicanor Parra es quizás el último de los grandes intelectuales de nuestro país capaz de elevarse con sabiduría por encima de las mezquindades de la política. De hecho afirmó como un oráculo en los 60 que unidas, la izquierda y la derecha, ambas dos, jamás serían vencidas. Medio a medio.Pero aun con el respeto de lo que pueda significar Cerati para muchos, llama la atención el despliegue mediático, puntualmente de la TV, y la desproporción por la muerte de este artista fallecido en comparación a la figura centenaria del genio viviente. Es el triunfo de la muerte por sobre la vida para los grandes medios publicitarios.Los perdonazosUna encuesta realizada en Londres reveló que el 50% de los divorciados ingleses se arrepienten de haberse divorciado. Los chilenos se arrepienten menos, aproximadamente un 25% del total, pero tal vez sea porque somos los campeones en perdonazos. De cada 10 víctimas de infidelidades, 7 perdonan al infiel y sólo 3 mandan al pecador a la punta del cerro, para siempre. Se imagina usted cuantos divorcios habrían al año si no les dieran segundas oportunidades a tantos infieles? Los tribunales colapsarían.