Los vecinos de Temuco están protestando cada vez con mayor fuerza ante el lamentable espectáculo que ofrece el cablerío aéreo de las diversas empresas de telecomunicaciones, parte del cual suele colgar en distintos sectores constituyendo un riesgo para la seguridad de los peatones.
Es efectivo que soterrar los mismos tiene un altísimo costo, habida consideración de que nunca hubo prohibiciones para continuar tendiéndolos en las alturas y convirtiéndose en un verdadero atentado en contra de la estética urbana. Sin embargo, puede haber soluciones para, al menos, disminuir en parte este feo panorama.
Los reclamos de los vecinos llevan ya muchos años y estas empresas nada han hecho para que estos tendidos ofrezcan un aspecto algo más razonable.
Hay algunas ciudades en que las telecomunicadoras han concordado con la autoridad municipal el retiro de todos aquellos cables fuera de servicio y que, pese a estar en desuso, siguen aumentando ese caudal que en algunas partes ya no deja ver el cielo.
Lo anterior es un avance, insuficiente, pero es lo que se puede exigir como solución inmediata y entendiendo que eso es de la exclusiva responsabilidad de estas empresas y deben responder por ello.
Está vigente un acuerdo a nivel nacional para proceder al retiro en las ciudades de Iquique, Copiapó, Antofagasta, La Serena, Valparaíso -se sacó 19 mil kilos en una primera etapa-, Concepción -empezó el trabajo hace poco- y Valdivia.
Asimismo ha habido acuerdos para hacerlo en Coquimbo, Chillán, Región Metropolitana y otras comunas. En ninguna de las informaciones públicas se hace mención a Temuco, donde el problema es creciente y se desconoce cualquier iniciativa al respecto.
La idea, en todos los casos señalados, es retirar el material en desuso y ordenar de la mejor forma el material vigente para darle a esas urbes un aspecto más amigable y entregarle más seguridad a quienes circulan por las veredas.
La autoridad debe preocuparse de avanzar lo más posible en este tema.