Nicanor Parra en su célebre poema 'Autorretrato' nos muestra claramente la vida de un docente. 'Soy profesor en un liceo oscuro, he perdido la voz haciendo clases, después de todo o nada hago cuarenta horas semanales'. Ha pasado mucho tiempo y la profesión más importante del país sigue siendo mirada con desdén e indiferencia. Debería ser un tema de Estado. No un tema del gobierno de turno, ni propiedad de los partidos.
La Reforma Educacional, impulsada por el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, viene a instalar la Educación como un derecho social, para que las comunidades educativas y sus profesores retomen el protagonismo y vuelvan a ser actores de desarrollo en su territorio.
Dos profesoras de nuestra Región acompañan al ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, en la celebración del día del profesor en Santiago. Una de ellas es la profesora Estela Nahuelpán de la Escuela Sol Naciente de Saavedra y Yolanda Jiménez del complejo educacional La Granja de Vilcún. Ellas representan el amor por la educación y esa capacidad irreductible de que -aún en condiciones difíciles y en lo estructural del modelo segregador-, siguen construyendo comunidades de aprendizaje, siguen iluminando la vida de sus estudiantes, motivándoles a creer en sí mismos y a desplegar todos sus talentos.
En el marco de la reforma presentaremos una nueva política nacional docente, donde nos haremos responsables como Estado de la excesiva carga de horas lectivas, de la desregulada formación inicial (En Chile hay 800 carreras y más de 100 mil estudiantes de pedagogía), del perfeccionamiento docente, de revitalizar la red de maestros de maestros, de mejorar los salarios y acompañar con mentores a los profesores en su inicio laboral. Todo esto apunta a recuperar el sentido de país que tiene la profesión docente y dotarla de una dignidad que nunca debió perder.
Hace unas semanas, un estudiante de séptimo año básico de una escuela pública tuvo un destacado papel en un certamen del programa 'Inglés abre puertas', siendo uno de los pocos jóvenes de la educación municipal que demostró un notable manejo de este idioma.
Cuando terminó la actividad le pregunté si su madre o padre era profesor de inglés. 'No', me respondió. Continué, '¿Tu hermana estudia inglés?. No', volvió a decirme él. '¿Cómo llegaste a dominarlo tan bien?, insistí. Entonces me dice 'Soy un descubrimiento de mi profesor'.
En nuestro día del profesor sigamos todos en la tarea de descubrir nuestros talentos, que despeguen, que brillen para que compartan con otros desde la diferencia y la convivencia. La Araucanía tiene en las maestras y maestros siempre una gran oportunidad.