La propia familia lo adelantó. 'Estamos esperando que se muera'. Así dijo Doris Curilaf, familiar de Blanca González González (50 años) quien finalmente falleció tras luchar por casi 48 horas en el Hospital Regional.

Las graves lesionas ocasionadas tras el atropello ocurrido en Metrenco y que también afectó a su marido, Francisco Curilaf Ortega, quien murió casi instantáneamente, causaron que los esfuerzos médicos no fueran suficientes para salvarle la vida.

El trágico hecho se produjo a las 6:05 horas del jueves, cuando un minibús Jac, conducido por Bardan Merino Molina (63), los impacto, causándole la muerte al gásfiter e hiriendo gravemente a su esposa.

El fiscal de la causa, Jorge Mandiola, decidió dejar al conductor en libertad, tras recibir el preinforme de la Siat, el cual le quitó responsabilidad a Merino Molina, apuntando a que la pareja transitaba por un lugar no habilitado para peatones.

La familia de la fallecida aún no puede creer cómo el conductor participante del accidente pudo ser dejado en libertad.

Ramón González, hermano de la nueva víctima, fue a hablar personalmente con el persecutor y al no salir satisfecho, aseveró que 'como familia vamos a agotar todas las instancias para que este delito no quede impune'.

González detalló que de ser necesario, contratarán un abogado particular para que investigue el hecho que terminó con la vida de su hermana y cuñado.

'Encuentro insólito que la justicia en este país deje en libertad a una persona que comete semejante acto. Es muy triste para nosotros vivir esto, queremos que se haga justicia y que este señor pague todo el daño causado', sostuvo.

Consultado sobre la justificación entregada por el conductor, quien le señaló a Carabineros que una luz de otro vehículo lo encandiló, la familia de la víctima dice dudar de sus palabras y por lo mismo esperan que la Fiscalía investigue a fondo los hechos que terminaron con la vida del matrimonio.

Otro hecho que causó molestia fue el relacionado con que a Bardan Merino, tras ser detenido, fue derivado a Vilcún para la realización de la alcoholemia. '¿Por qué no fueron a Temuco? Algo raro hay aquí', afirmó Ramón González.

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