La Dirección del Trabajo presentó este año los resultados del estudio 'Condiciones de trabajo, seguridad y salud en pisciculturas de la Región de La Araucanía', donde el análisis indicó que la industria del salmón es un sector altamente inclusivo con la mujer, con un 28,2% de mano de obra femenina en la Región.
La contratación femenina tiene muchas ventajas, principalmente por la responsabilidad, dedicación, orden y pulcritud en su trabajo que demuestran en diferentes cargos ligados a las operaciones de la industria.
La inclusión de la mujer en nuestro rubro es además un impulso importante al desarrollo y progreso de los habitantes de la Región. Al contratarlas, la industria apoya indirectamente a miles de familias que salen adelante gracias al esfuerzo de las madres, quienes muchas veces son el único sustento económico del núcleo familiar en sectores aislados y rezagados de La Araucanía.
No sólo en pisciculturas se da esta tendencia. Además de La Araucanía, en otras regiones salmonicultoras como Los Lagos, Aysén y Magallanes, donde operan plantas de proceso en su mayoría, la participación de mujeres en la industria es aún más alta, quienes a diferencia de las pisciculturas, se desarrollan en todas las etapas del procesamiento de salmón, destacando en el despinado y fileteado.
Sin embargo, la inserción de la mujer en la industria del salmón no sólo se limita a puestos de trabajo diseñados para ellas. Las empresas han comenzado a observar que diversos cursos de capacitación, donde los hombres han dominado históricamente, están siendo requeridos por mujeres. Ejemplos de estos son mantenimiento y montaje electromecánico y soldadura en oxicorte.
Dada la importancia de la inclusión y la labor de la mujer en las grandes industrias, el Servicio Nacional de la Mujer ha creado una mesa de trabajo regional, a la cual SalmonChile fue invitado a participar. El objetivo de esta instancia es incorporar el trabajo femenino de calidad en las empresas para así aumentar la tasa de participación laboral femenina a nivel regional y nacional. Para lograr esta meta, desde el año 2012 se está difundiendo la Norma Chilena de Calidad NCh 3262, gestionando la igualdad de género, corresponsabilidad de la vida laboral familiar y personal en las empresas. Este proceso otorga un sello de calidad a las empresas que cumplen con la norma.
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