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Asaltan casa de enfermo terminal en Carahue para robarle $400 mil

terror. Robo del dinero de la venta de un toro motivó el hecho. Fiscalía logró dar con dos de los tres presuntos autores. El tribunal decretó prisión preventiva.

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El juez de garantía de Carahue, Mauricio Torres, decretó ayer prisión preventiva para dos hermanos por el delito de robo con intimidación en contra de un matrimonio de adultos mayores ocurrido en el sector de Chomío, ubicado en el camino a Tirúa en la zona rural de la comuna costera.

Las víctimas, la dueña de casa Alicia Silva Faúndez (68) y su marido, Miguel Gómez Aburto (82), un agricultor enfermo terminal con un cáncer a la próstata y un enfisema pulmonar que lo mantiene la mayor parte del día en silla de ruedas y dependiente de oxígeno.

La pareja que vive en medio del campo junto a sus pocos animales sufrió momentos de terror cuando tres bandidos a rostro semicubierto violaron su intimidad. A punta de amenazas de muerte con armas blancas e inusitada violencia, robaron dinero y especies.

El hecho delictual habría estado motivado por el robo de $400.000 obtenido de la venta de un toro, dinero que los delincuentes lograron llevarse junto $280.000 en efectivo y otras especies como una motosierra y electrodomésticos.

Sin embargo, el trabajo policial a cargo del fiscal jefe de Carahue, Luis Torres, y la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Carabineros, tuvo sus frutos y se logró la detención de dos de los tres presuntos asaltantes.

Se trata de los hermanos, Hernando Riveros Lagos (49) y Orlando Riveros Lagos (46), quienes ayer fueron puestos a disposición del Juzgado de Garantía de Carahue luego de ser detenidos gracias al reconocimiento de la víctima en un set fotográfico de Carabineros, la que los identificó como sus propios vecinos.

El jefe de hogar, Miguel Gómez Aburto, vive un drama aparte. Agricultor de toda la vida, hace más de 10 años que está enfermo. Debe aspirar 30 cápsulas de oxígeno, una al día para poder vivir. Cada caja cuesta $70 mil, casi lo mismo que su pensión, que es de $80 mil. 'No alcanza para vivir, qué va a alcanzar', dice con resignación.

Habla poco, se cansa con facilidad. Sin embargo, pese a sus 82 años, sigue dando la lucha. Pero luego del asalto, ya casi no duerme, su paz fue vulnerada y el miedo se ha apoderado de él.

'Estábamos acostados, viendo ese programa que termina como las dos, despiertos y sentimos ruidos en la cocina', cuenta el hombre que pensó que en principio se trataba de los perros.

Los delincuentes entraron por la ventana de la cocina e ingresaron al dormitorio. Sin piedad le pusieron los cuchillos en el cuello y dijeron: 'Los vamos a matar y les quemaremos su casa'.

Ahora, su morada se ha transformado en una improvisada fortaleza. Los ventanales ya no lucen, han sido remplazados por tablas que los cubren, y algunos latones han servido para esconder el vehículo mientras que un trozo de policarbonato oculta el automático del medidor de luz.

'Se arregló la casa para poder tener un poco más de paz. Fue algo insólito, nosotros estamos acongojados. Ellos vieron toda la debilidad que había aquí, a un par de viejos, fue un aprovechamiento (...) nosotros pensamos, hasta ahí nos llegó la vida, lo miré a él, miré a la gente y dije nunca nadie va a saber que ellos nos mataron a nosotros', asegura Alicia y agrega que han pensado en vender el campo de 40 hectáreas, ante la inseguridad y la incapacidad de trabajar la tierra.

El matrimonio se mantiene con tratamiento psicológico en la Unidad de Víctimas de la Fiscalía Regional y su casa con resguardo policial.

El juez Torres Contreras fijó un plazo de dos meses de investigación. La Fiscalía está buscando al tercer participante, mientras que los detenidos, pese a no contar con antecedentes anteriores, arriesgan una dura sanción.

'El hecho de ser dos o más los malhechores, el hecho de haber usado armas blancas y el hecho de haber estado en un sector aislado y en la oscuridad, agravan la responsabilidad. Es un delito de robo con intimidación en las personas que tiene aparejado una pena de crimen, cualquier pena que ellos reciban tendrán que cumplir efectivamente', precisó el persecutor penal.

Por su parte, el abogado defensor penal público, Rodrigo Sandoval, encontró desmedida la cautelar decretada. 'Ellos están bastante afectados por varias razones, en primer término porque desconocen absolutamente los hechos, niegan participación en el mismo, son personas bastante adultas, son vecinos de la víctima hace más de 40 años y eso es igualmente relevante', aseguró.

Para Sandoval, la prisión preventiva no se justifica y es desproporcionada. 'Dado el relato que efectuó el fiscal de la declaración de la víctima estamos frente a un delito que se cometió por personas bastante avezadas y eso es importante de vincular con el pasado de estas personas porque ambos imputados gozan de irreprochable conducta anterior, eso lleva a cuestionarse derechamente si personas que no tienen condenas por ningún delito son capaces de cometer el delito por el cual hoy día se les formalizó', afirmó.

Los familiares de los imputados salieron visiblemente afectados de la audiencia, por lo que prescindieron de hacer declaraciones, confiando en su inocencia y quedando a la espera de lo que concluya la investigación.

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