Uno de los temas más sensibles que reclaman los ciudadanos de los diferentes barrios y sectores de Temuco para su desarrollo armónico y en tranquilidad es el de la seguridad. Una materia compleja de asegurar, toda vez que la ciudad se ha expandido demográficamente y las demandas por contar con cuarteles de Carabineros o mayor dotación policial se acrecientan día a día.
Los habitantes de Labranza -que ya suman cerca de 40 mil- han hecho sentir la necesidad de ver aumentada la dotación del retén del sector ante el alza en el número de los delitos que denuncian los vecinos, algunos de los cuales han sido de alta connotación. Para hacer sentir su voz ante las autoridades pertinentes han realizado varias protestas -con toma de ruta incluida- en demanda de un mayor número de carabineros que ayude a frenar la creciente ola de robos que acusan.
Ahora se agrega a esta sentida petición el sector de Fundo El Carmen, que agrupa a cerca de 30 mil personas y que no cuenta con un retén policial, sino sólo con las rondas periódicas que efectúan entre seis y ocho efectivos de la Octava Comisaría, y que según los propios vecinos no son suficientes para evitar la delincuencia y desórdenes que, aseguran, no sólo ocurren de noche, sino también a plena luz del día y con mayor frecuencia en lugares específicos que ya tienen identificados.
La demanda por un retén no es nueva y ya había tenido repuesta en anteriores autoridades, que garantizaron la construcción del esperado cuartel, sin embargo, los residentes del sector hoy reclaman porque esas promesas se hagan efectivas. El actual gobernador provincial develó que la posibilidad de construcción del esperado retén continúa abierta, sin embargo, aclaró que se debe avanzar en analizar los aspectos técnicos para ver la posibilidad real de comenzar los trabajos tendientes a la materialización de la unidad policial.
Es necesario que estas demandas vecinales tengan la respuesta adecuada por parte de los organismos pertinentes, y los vecinos generen mecanismos de coordinación entre ellos y con la policía, asumiendo que la seguridad no sólo es una materia que le compete a la autoridad, sino también a los propios residentes de los barrios y sectores de la capital regional.