Una pesadilla de nunca acabar es la que viven los vecinos de la Avenida Recabarren, quienes aún no ven inaugurada la emblemática obra que busca cambiarle el rostro al sector poniente de la ciudad.
A lo largo de la vía es posible apreciar desvíos en distintos puntos, donde realizan trabajos de reparación a lo largo de la calzada, la que ha demandado una inversión de cerca de 9 mil millones. Se trata de faenas de refaccionamiento en el suelo para reemplazar segmentos del pavimento que se han agrietado, lo que postergó la entrega fijada para el 30 de octubre.
En suma son 90 metros cúbicos de agrietamiento que han perjudicado el hormigón, de una extensión total de 30 mil metros cúbicos, según cálculos de la Dirección de Vialidad.
El seremi de Obras Públicas, Emilio Roa, explica que '(la fecha de entrega) estaba supeditada al clima. Nos quedaban algunas obras relacionadas a la pintura que se le echan a las calzadas. Cuando ésta se coloca y llueve, se deteriora'.
Para solucionar los problemas, los trabajadores correspondientes a la empresa Constructora Ingenieros Asociados Limitada (Cial Ltda.) rompen el pavimento y lo reparan con una nueva mezcla. Al concluir, colocan señales de advertencia para evitar que los choferes pasen sobre el material fresco.
El seremi Roa dijo que se fijó un nuevo plazo para el término de los trabajos 'al 20 de este mes. Sin embargo, queda todo el trámite de cierre administrativo, el papeleo que debería estar concluido entre el 10 y el 12 de diciembre', indicó el secretario ministerial.
La ampliación del plazo final en los proyectos es algo normal según el propio inspector fiscal de esta obra, el constructor civil Carlos Biolley. 'Los proyectos son susceptibles a modificaciones en término de mejorarlos, no empeorarlos', comenta, advirtiendo a la vez que de la misma forma se puede extender la fecha una vez más.
Marcelo Bizama, vecino de la avenida, relata la molestia que le provoca que aún no concluyan las obras. 'Para mí es algo irrisorio. Seguimos aplazando y aplazando'.
Pamela Pérez, vive en una casa frente a la caletera norte, en el pasaje Los Linces. 'Llevamos como tres años esperando que la arreglen y todavía no la terminan y el desorden que hay con el tránsito es impresionante. Uno no sabe por dónde salir ni por dónde entrar', reclama. Ella debe cuidar de su pequeño hijo que carga en brazos, por lo que le preocupa el paso de los vehículos cerca de su hogar. 'Las micros pasan corriendo, no tenemos cómo sacar los autos, los niños acá pasan un peligro atroz. Y la imprudencia de los conductores sobre todo'.
Juan San Martín es chofer de la línea de taxicolectivos 21. Su primera crítica al proyecto vial es que 'hay un desorden en cuanto a la señalización. Obviamente los vecinos pueden no tener problemas, pero los que vienen de afuera, de Imperial, de Labranza, ahí se forma el caos'.
La seguridad en la avenida es una preocupación que también concierne al concejal Ricardo Celis, quien en sesión de Concejo propuso colocar barreras de protección en el jardín infantil Vista Verde, localizado entre calles Las Grullas y las Garzas y que ahora está ubicado en un triángulo vial que los automóviles utilizan para regresar a Temuco cuando conducen hacia la costa. 'Una situación así debió haber sido prevista y haber estado establecida en la base de licitación, pero al parecer no lo estaba', reclama el edil PPD.
La vía ha sido testigo de dos fatales accidentes ocurridos con un mes de diferencia. En el primero, ocurrido 29 de julio, la víctima fue Andrés Acuña Cuevas, de 79 años, quien perdió la vida al ser impactado por un camión en la intersección de avenida Italia. Su hijo, Jorge Acuña, califica a Recabarren como una peligrosa avenida.
'Los accidentes los atribuyo a las fallas en las señales de tránsito, los semáforos que fallan continuamente, el rompimiento de la calzada. Tienen la pura escoba acá', opina. Y recalca que no vislumbra un cambio positivo en el proyecto vial. 'Esperemos que esto tenga arreglo, pero no creo que sea más allá de lo que se está pidiendo. No veo que haya una política de querer mejorar la seguridad'. Por su parte, la empresa Cial Ltda. no quiso hablar con El Austral.
'Llevamos como tres años esperando y todavía no la terminan, y el desorden con el tránsito es impresionante'.
'Los residentes pueden no tener problemas, pero será un caos para los que vienen de Imperial y Labranza'.
'Creo que los accesos están bien hechos, pero hay que culpar a los peatones también, que cruzan en cualquier lado'.
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