Fiestas de graduación: las tendencias que acompañan la salida del colegio
cuarto medio. Junto con la tensión de rendir la PSU y enfrentar el mundo adulto, las fiestas de graduación se han convertido en un verdadero oasis de entretención para los jóvenes.
A días de dejar la etapa escolar fuera, miles de estudiantes de la Región no sólo se preparan para rendir la Prueba de Selección Universitaria, sino también para uno de los festejos íconos tras la salida del colegio: la fiesta de graduación.
Esta costumbre, que simbólicamente marca el término de la adolescencia y el comienzo de la vida adulta, no sólo representa el cambio de rol de éstos jóvenes en la sociedad, sino también se convierte en un evento de antología, donde cambian las camisas, corbatas y faldas de colegio por glamorosos trajes de gala.
Fiestas temáticas, arriendo de centros de eventos, bar abierto y líneas de vestuario exclusivo para adolescentes, son parte de los componentes de estas celebraciones, que comienzan en septiembre y se extienden hasta la segunda quincena de noviembre.
Tras la presión que muchos jóvenes viven al salir de cuarto medio, la que va acompañada de postulaciones a becas, largas jornadas en preuniversitarios o realizando ensayos para la PSU, hacen de esta fiesta un verdadero paréntesis para los adolescentes, que por una noche pueden vestirse de gala y disfrutar de un espacio donde ellos son 'el alma de la fiesta'.
TRADICIONES
'Nos organizaron la fiesta los terceros medios. Primero fue en el colegio, donde nos tenían un cóctel y una pequeña ceremonia. Después fuimos a un centro de eventos que arrendamos entre los cuartos medios', cuenta Javier Straube, alumno del Instituto Claret.
Según relata el ahora recién egresado de la educación media, la segunda parte de la fiesta, que fue hecha en el centro de eventos Puerto Madero, fue contratada por los cuartos medios, quienes tuvieron que pagar alrededor de $10 mil por persona para acceder a una fiesta con bar abierto.
Luego de 12 años de educación formal, en muchos casos por primera vez vieron a sus compañeros y compañeras de colegio vestidos de manera formal. 'Era raro ver a todos vestidos de gala. Sobre todo a las mujeres, que andaban súper producidas', relata Straube.
Por su parte, Marcela Quiñones, presidenta del centro de padres del colegio Saint Patrick, señala que en el establecimiento son los apoderados los que se encargan de la organización de la fiesta.
'Todo lo hacemos nosotros, independiente del colegio. De hecho, toda la fiesta de gala se hace en un recinto aparte, donde asisten los papás, el graduado y un amigo o amiga que quieran invitar para la ocasión', detalla Quiñones.
La apoderada, cuyo hijo mayor saldrá de cuarto medio en un par de semanas, cuenta que toda la celebración de gala se hará en el Country Club de Temuco, contemplando cena y posteriormente una fiesta que estiman se extenderá hasta las 4 de la mañana.
'En primera instancia habrá una cena con los padres de los licenciados. Luego los papás se van, y sólo quedan algunos apoderados responsables para acompañar a los chicos', precisó Quiñones.
CENTROS DE EVENTOS
Si bien en algunos colegios realizan dentro de sus propias dependencias el baile de graduación, cada vez son más numerosos los centros de eventos dedicados al rubro.
Cotillón, buses de acercamiento, Dj, bar abierto e incluso desayuno, son parte de las opciones que se ofrecen para los graduados.
'Contratamos una productora. Tuvimos barra libre, música, podíamos estar en la terraza y tuvimos hasta un 'bajón' de comida. Había buses de acercamiento que nos dejaban en el centro de Temuco', cuenta Javier Straube, quien celebró su fiesta en Puerto Madero, centro de eventos ubicado camino a Maquehue.
En tanto, Eliana Morales, dueña del centro de eventos Parque Holanda, ubicado en el camino viejo a Cajón, señala que cada vez son más los colegios que realizan fiestas de graduación.
'Además de los servicios tradicionales, como cotillón, Dj, y cóctel, tenemos una modalidad que incluye desayuno, para que los jóvenes se queden hasta la mañana y sea más seguro', asegura la empresaria.
En ese sentido, la seguridad en este tipo de eventos es clave, por lo que la incorporación de un desayuno asegura la estadía de los jóvenes en el recinto, los que pueden volver a sus hogares al salir el sol.
'Así los papás se despreocupan y los niños pueden esperar la locomoción colectiva que pasa en la puerta del Parque Holanda para volver a sus casas', dice Morales, agregando que los precios por persona van desde los $22 mil.
TRAJES PARA ELLOS
Junto con el orgullo de los padres, un tema preocupante para sus bolsillos es la compra del traje de gala.
En el caso de los hombres y de la mano de las nuevas tendencias junto con la contextura física de los estudiantes, las grandes tiendas han optado por traer líneas juveniles, las que son especialmente diseñadas para los sub-20.
'Lo que se lleva es la línea juvenil: solapas angostas y pantalones pitillos', señala Edgardo Soto, jefe de ventas del departamento de sastrería de Falabella Temuco.
Según explica Soto, también se están usando los trajes con gillette, chaleco de tela sin mangas que se usa sobre la camisa y bajo el vestón.
En cuanto a los precios, los ternos van desde los $60 mil pesos, y existen promociones que incluyen traje, camisa y corbata por $79.900.
Colores oscuros, grises y brillantes, son los favoritos para los hombres, a quienes se les recomienda usar colores de corbata que hagan contraste.
'Por ejemplo, un traje gris claro puede ir con una corbata negra y una camisa blanca', recomienda Soto, agregando que, en materia de camisas 'las más usadas son las de cuello corto o mao'.
En relación a los zapatos, se mantienen los clásicos, cuyo valor promedio va entre los $40 mil y $50 mil.
PARA ELLAS
Si bien para las mujeres la oferta en vestuario es mayor y se pueden encontrar trajes a precios más convenientes, la mayor dificultad es encontrar algo a la moda, cómodo y que deje satisfecha las expectativas femeninas, factores que hacen de la búsqueda del vestido ideal una misión compleja.
Así lo explica Ximena Palacios, jefa de la sección mujer de Falabella. 'La idea es solucionarle el problema a la niña. Aquí la asesoramos, le buscamos el producto adecuado para que se sienta cómoda'.
En cuanto a tendencias, las jóvenes se inclinan por el clásico color negro acompañado de tonos fuertes, como fucsia o morado.
'Las niñitas generalmente buscan vestidos cortos y apegados a su cuerpo. También está muy de moda las aplicaciones, los brillos y las tachas', asegura Palacios, quien explica que la idea de las aplicaciones es justamente facilitar la compra y posterior comodidad de la festejada.
'Por ejemplo, al venir con tachas, la joven ya no tiene que usar un collar. La idea es facilitarle la búsqueda, ya que ellas vienen con un mundo de ideas en la cabeza y hay que guiarlas y asesorarlas, haciendo un buen sondeo para que se vayan felices y contentas', indica la vendedora, quien agrega que los rangos de precios en la multitienda van desde los $22.000 hasta los $36 mil aproximadamente.
En cuanto a los zapatos, para fiesta lo ideal son zapatos con base y taco, ojalá de un solo color para que no vaya recargado con el vestido.
Una oferta más económica -pero no por eso menos glamorosa-, es la de las diferentes tiendas de ropa americana o ropa usada de la ciudad, donde se pueden encontrar vestidos de muy buena calidad y que cuentan con la particularidad de ser más exclusivos, siendo menos probable encontrar a alguna compañera de curso con el mismo vestido.
Una de ellas es la tienda Nuevo Estilo, ubicada en calle Portales 1108, donde se pueden encontrar vestidos de gala a $9.990.
'Lo que más buscan las chicas son vestidos ajustados, cortos y strapless', cuenta Karina Fuentes, una de las encargadas de la tienda, quien agrega que además del negro, los tonos rosados y morados son los más cotizados. 'Las fiestas comenzaron en septiembre. Teníamos muchos vestidos, y ahora sólo nos quedan unos pocos, así que rebajamos los precios', cuenta Fuentes.
'Era raro ver a todos vestidos de gala. Sobre todo a las mujeres, que andaban súper producidas'.
'Ellas vienen con un mundo de ideas en la cabeza y hay que asesorarlas, haciendo un buen sondeo para que se vayan felices y contentas'.