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Aumenta la preocupación en zona costera por la penetración del mar

cambios. La desaparición de buena parte de Nigue norte, en Toltén; los continuos derrumbes del cerro Maule, en Saavedra; y el avance del mar en Porma, comuna de Teodoro Schmidt, tienen en alerta a quienes viven en el litoral. Científicos analizan las implicancias.

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En julio de este año, dos viviendas eran lo único que quedaba en pie en el sector de Nigue Norte, en la comuna de Toltén. Las marejadas a esa altura habían destrozado bodegas y casas ubicadas junto al mar, además de hacer desaparecer un bosque completo. El corte del camino producto de la violencia de las olas había cortado el único camino y sólo las vecinas Francisca Huaiquil y Doris Huaiquián con sus familias seguían resistiendo a la naturaleza.

Hoy, a 4 meses de las últimas grandes marejadas, de la playa de Nigue norte queda muy poco. En la más absoluta soledad, con grandes troncos sacados de raíz y desperdigados por la escasa línea de arena, el silencio sólo es quebrado por maquinaria pesada trabajando en el levantamiento del enrocado para devolverle la vida al camino. De la vivienda de Francisca Huaiquil sólo se puede adivinar parte de la estructura, enterrada bajo enormes árboles que fueron arrastrados por el mar. De la vivienda de Doris Huaiquián, en tanto, no queda nada.

'Mi hermana tenía mucho miedo, porque el mar estaba a la puerta de la casa. Finalmente vinieron las autoridades y le pidieron abandonar su vivienda, porque era la única manera de evitar una desgracia', asegura Felidor Huaiquián. 'Debió trasladarse con su familia y ahora está un par de kilómetros tierra adentro, pero aún así el mar sigue avanzando. Lo más seguro es que pronto cubrirá el camino y todos los que estamos al pie de los cerros tendremos que movernos nuevamente, porque el mar sigue avanzando'.

Varios kilómetros al norte, en la comuna de Puerto Saavedra, el doctor en Biología Eduardo Tosti-Croce sumó un nuevo testimonio. De acuerdo con lo señalado por el académico, el 16 de septiembre de 2013 un equipo en busca de nidos de lile -el cormorán de patas rojas- cruzó una puntilla en el sector de Boca Budi, atravesando por una estrecha cueva junto al mar. El 23 de abril de este año, ni la cueva ni gran parte del macizo existían.

'Esto grafica la magnitud de los cambios que pueden haber en la zona litoral de Chile por efecto de los movimientos tectónicos que cada cierto tiempo sufre nuestro país, y por el lento, pero constante efecto de las olas', acotó Tosti-Croce.

Lo ocurrido en Nigue y en Saavedra no es nuevo. Ya desde hace unos años que el litoral de La Araucanía viene presentando cambios. Ejemplos de ello están la erosión del cerro Maule, que hoy ha obligado a la restricción de tonelaje a los vehículos que se desplazan hacia el Boca Budi, o en la penetración del mar por la zona de Porma, en Teodoro Schmidt, donde un camino ya fue tragado por el océano.

Lo que a voz de los lugareños es un hecho innegable, es respaldado por la ciencia. Es así que los cambios físicos en la zona costera ocuparon un lugar preponderante en el 'Primera Jornada para la Gestión de Riesgos Naturales en La Araucanía', que reunió a profesionales pertenecientes al Comité Científico Técnico para presentar a las autoridades los distintos estudios y avances con relación a los riesgos naturales de la Región.

En la ocasión, el geólogo de Sernageomín, Hugo Moreno, presentó la ponencia 'Geología de la Región de La Araucanía: un aporte a la comprensión de los peligros naturales', donde se analizó la erosión que sufre el cerro Maule, en Puerto Saavedra, y que incluso ha significado el tener que restringir el tonelaje de los vehículos que acceden hacia Boca Budi.

El director (s) de Onemi regional, Juan Cayupi, señaló que 'lo que nosotros establecimos en el seminario fue cómo estos procesos geológicos pudieran generar riesgo en la población de puntos determinados de la zona costera'.

Respecto de Nigue, donde también es una instancia de erosión del mar producto de estos procesos naturales donde ha ido socavando parte del territorio. En relación a eso se han ido tomando las medidas para mitigar, por ejemplo, en el caso de la costa de Toltén donde las marejadas afectaron al camino de acceso a Nigue, hay un estudio de parte del Ministerio de Obras Públicas de colocar defensas para que de esa forma disminuya el efecto que pueda tener sobre ese sector. Aparte, el municipio de Toltén ha apoyado construyendo un by pass'.

Cayupi señaló que 'estos hechos corresponden a fenómenos geológicos que son amplificados por la ocurrencia de sismos. Ello implica que las condiciones de superficie de los cerros se vean afectadas, con presencia de grietas, y en la zona costera puede existir un fenómeno de hundimiento'.

El alcalde de Puerto Saavedra, Juan Paillafil, puso la voz de alerta en septiembre por los continuos derrumbes del cerro Maule. Esta vez -alertó la primera autoridad comunal- con una dosis de peligro ya que los derrumbes afectarían al tramo de camino que va desde Saavedra hasta Boca Budi.

'A partir del terremoto del 27 de febrero del 2010 comenzamos a percatarnos del peligro que traía consigo el proceso de erosión del cerro Maule', señaló el alcalde saavedrino. 'Fue en esa fecha que se desprendió una parte grande del cerro, y luego continuó desmoronándose. Ahora, el problema es que los últimos desprendimientos han ocurrido debajo de la carretera que avanza en altura hacia el Boca Budi y eso significa una cuota de riesgo para quienes transitan por allí, dado que es imposible percatarse del estado del cerro por debajo'.

Según lo señalado por el alcalde, 'hay otro sector a 15 kilómetros del cerro, llamado El Piureo, donde también debería reorientarse el camino. Debo decir que los vecinos de Boca Budi están asustados, porque creen que en algún momento parte del cerro puede venirse abajo y con ello quedarían aislados'.

Paillafil agregó que 'en nuestra comuna sabemos que el cerro Maule seguirá cayéndose, y que la barra seguirá desplazándose'.

Cuatro comunas comparten costa en La Araucanía: Carahue, Puerto Saavedra, Teodoro Schmidt y Nueva Toltén.

En Teodoro Schmidt, la playa de Porma es otro ejemplo del avance del mar hacia tierra firme. La serie de acantilados que forman su larga línea costera, han ido perdiendo terreno en la misma medida que el mar va ganando metros. De hecho, el avance de las olas obligó a cerrar el camino principal, debiendo construirse una segunda vía, por la que transitan los vehículos y las carretas. Sin embargo, nuevamente el mar amenaza con anegar nuevos territorios.

'Yo soy nacida y criada en Porma, en esta localidad de Filulafquén, cerquita del mar, y he visto como ha ido ganando terreno, comiéndose el camino', señala Pascuala Antinao, vecina del sector costero de Porma. 'Antes la playa era más extensa, calculo que el mar ha avanzado unos 300 metros, por eso perdimos el primer camino, y ahora que hubo que hacer otro, el mar de nuevo sigue acercándose', dijo.

Apenas a 600 metros del mar se alza la Escuela Filulafquén. Con 7 estudiantes, todos de origen mapuche, su director y único profesor, César Quilaqueo, está consciente de los riesgos que significaría un sismo seguido de un tsunami. La voracidad del mar en los últimos años no le deja dudas sobre los riesgos de convivir junto a él.

'En los últimos 4 años ha sido más notorio el avance del mar hacia la costa de Porma', señala Quilaqueo. 'Las orillas están muy deterioradas, el oleaje se ha hecho más intenso, especialmente después del terremoto y maremoto del 27 de febrero'.

Según lo señalado por el director de la escuela de Filulafquén, 'está muy peligroso caminar por el borde de los acantilados, la tierra está quebrada y de hecho han habido accidentes, incluso ciclistas que han caído desde altura. Aquí ocurre lo mismo que pasa con el cerro Maule de Saavedra, que el mar está entrando con demasiada fuerza, erosionando la costa y causando derrumbes'.

Por ahora, el director y profesor enseña a sus 7 estudiantes qué hacer en caso de tsunami, intentando dejar de lado el hecho de que están a 600 metros del mar, instalados en un sector plano.

'La gente se asusta cuando hay temblores, pues saben que si mañana llegara a ocurrir un desastre sísmico, todos quedaríamos debajo del agua, porque no hay hacia dónde arrancar, porque a un lado está el mar y hacia el otro el río Toltén', apunta Quilaqueo. 'De todas formas, hemos preparado a nuestros alumnos participando en simulacros organizados por la Onemi y por el municipio. Tienen que saber qué peligros hay en la costa'.

'A partir del terremoto del 27 de febrero de 2010 comenzamos en Puerto Saavedra a percibir el peligro de los derrumbes del cerro Maule producto de la erosión'.

'Estos hechos corresponden a fenómenos geológicos a lo que se suma la ocurrencia de sismos y que significa que en la zona costera se esté dando un proceso de hundimiento'.

'El mar ya se comió un camino en Porma y sigue avanzando. Otras vez está cerquita de la ruta'.

'El mar avanza cada año, ya se ha comido casi 800 metros de playa, botando los árboles'.

4 comunas

50 metros

800 metros