Malvina Díaz Sandoval aún tiene marcados en su rostro los golpes que recibió la noche del 28 de octubre cuando cuatro delincuentes ingresaron a su local de Labranza para asaltarla. Claro que esas huellas hoy tienen otro color gracias a los 95 millones que ganó un afortunado cliente en un juego de azar, por el cual recibirá el 2%.
Con total modestia, Díaz asegura que su fortuna se debe a su constancia en el trabajo. Ese en el que se ha mantenido día a día por más de 30 años, en donde ha debido lidiar con dos grandes atracos.
Si bien el miedo dice que ha ido a la baja, hoy asegura estar feliz por la suerte del ganador y la de ella.
'Obvio que me siento feliz pero la conclusión que me queda es que no todos los días son negros, siempre hay luces, siempre hay ventanas abiertas, siempre hay algo por qué seguir. Mucha gente me dice 'y usted porqué sigue trabajando' pero qué les voy a decir si tengo que seguir trabajando', señaló la comerciante.
Malvina Díaz tiene claro donde trabaja. Aun así dice tener 'cuero de chancho' y señala que solo debe dedicarse a atender su pequeño negocio porque así se ha ganado la vida siempre.
Tiene dos hijas estudiando en la universidad y por eso dice que esa plata será destinada a su familia y a darle más seguridad a su local, estrenado hace seis meses en Labranza.
'El dinero lo voy a ocupar en mi familia y reinvertiré en mi negocio', comentó con una leve sonrisa en su rostro.
Sobre el monto - que no debería superar los 2 millones de pesos - asegura que es el mayor que ha logrado en toda su vida como comerciante, aunque luego explica que no es una suma tan relevante si piensa que solamente la universidad de sus hijas alcanza el medio millón cada 30 días.
Si bien los asaltos no son algo nuevo en su vida, este último dice que la marcó de sobremanera.
'No todos los días te apuntan con una pistola', dijo antes de recordar lo vivido la noche del 28 de octubre.
Consultada sobre qué pensó en los instantes en que era encañonada y amenazada por la banda de antisociales, Díaz dice que sólo atinó a defender lo que es suyo: su negocio.
'No sé si lo hice bien pero no podría haberlo hecho de otra manera. Yo creo que lo haría mil veces más. No estás defendiendo el dinero, estás defendiendo tu intimidad, tu trabajo', dijo la mujer.
En el registro de las cámaras de seguridad se pudo apreciar la forma en que el grupo de cuatro delincuentes primero rondó el negocio y tras unos segundos, ingresó con gran violencia para intimidar a la mujer con palos y armas.
Díaz cree que los jóvenes jamás pensaron en cómo iba a reaccionar la locataria y por eso no lograron perpetrar sus verdaderas intenciones. Ese acto que posteriormente fue aplaudido por la comunidad, aún le ronda en la cabeza a la mujer, que todavía tiene fresca en su memoria esos instantes de extrema tensión.
'Yo los vi un poco antes de entrar y no sé, instinto, supe al tiro que no eran clientes o sea, a comprar no venían. Lo único que quería era que no entraran, no recuerdo si grité auxilio o no, pero les decía que se vayan', señaló Díaz Sandoval.
Instantes después de ser asaltada, una de las pocas declaraciones que alcanzó a dar hacían alusión a los problemas de seguridad que se viven en Labranza. En esa oportunidad pidió mayor apoyo de Carabineros para que lo vivido por ella no vuelva a ocurrir.
'Hay una respuesta momentánea, pusieron más dotación pero es momentánea. No sé por cuánto tiempo pero espero que perdure en el tiempo para que tengamos mayor seguridad', pidió la hoy feliz comerciante de Labranza.
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