"Ruta del Padre Pancho" abre camino al turismo religioso en la Región
patrimonio. La ruta involucra a 4 comunas de La Araucanía y a la trasandina Junín de los Andes, sentando un precedente en el turismo binacional.
"Más allá de la importancia que puede tener esta ruta, me quiero centrar en la historia del Padre Francisco Valdés Subercaseaux, que si bien nació en Santiago y estudió en el extranjero, fue un puconino de corazón", señaló el alcalde de Pucón Carlos Barra, en el marco del II Encuentro Binacional de la Ruta de la Fe.
El encuentro, que sirvió como plataforma para promocionar y fortalecer la "Ruta del Padre Pancho", tiene como fin poner en valor las riquezas patrimoniales en torno a la figura del sacerdote capuchino Francisco Valdés Subercaseaux, quien a partir del año 1935 comienza su peregrinaje por La Araucanía, donde llegó como misionero.
La "Ruta del Padre Pancho" comenzó a trabajarse hace un año de manera conjunta con la "Ruta de los Beatos Ceferino Namuncura y Laura Vicuña" allende la cordillera. Luego de más de un año de trabajo conjunto entre ambos países, finalmente logró materializarse la totalidad de la ruta, que cuenta con 18 hitos patrimoniales.
Sobrino del pintor Pedro Subercaseux, artista que plasmó en tela grandes hechos de la historia de Chile, el "Padre Pancho" heredó sus habilidades no sólo con el pincel, sino también con la gubia, puesto que con sus manos talló decenas de esculturas que hoy coronan la ruta patrimonial.
Desde Freire hasta la ciudad argentina de Junín de Los Andes se extiende esta ruta patrimonial, que viene no sólo a complementar la amplia oferta turística del destino Araucanía, sino a abrir las posibilidades de seguir trabajando de manera conjunta con el país trasandino en pos del desarrollo local y regional.
La ruta se compone de 18 hitos, los que se extienden entre las comunas de Freire, Villarrica, Pucón y Curarrehue, atravesando la frontera para unirse a los santuarios argentinos de los beatos Ceferino Namuncura y Laura Vicuña.
Capillas; obras pictóricas y esculturas; y el "camino de la paz", son los tramos conceptuales -y geográficos- que marcan esta verdadera expedición, que sienta un precedente en torno a la promoción del turismo religioso en La Araucanía.
LA HISTORIA
Francisco Valdés fue párroco y misionero en Pucón entre los años 1943 y 1956. Según relatan quienes lo conocieron, su forma de ser impactó en aquellos años, puesto que fue fiel a sus votos de pobreza, y caminaba largas distancias a pie, lo que le permitió conocer la naturaleza de la Región y acercarse al pueblo mapuche.
El alcalde de Pucón, Carlos Barra, quien fue acólito de la iglesia de su ciudad natal, cuenta que una de sus historias favoritas es la campaña hecha por el sacerdote capuchino en pos de construir un hospital en Pucón.
"Él fue muy astuto, y repartió por distintos locales comerciales de Pucón una especie de alcancía, en la cual se leí la frase 'Dios y los enfermos se lo agradecerán'. Esa frase nunca se me olvidó, al igual que la austeridad con la que él vivía", recuerda Barra.
Por su parte, Malvina Millar, encargada de la Casa Museo Padre Pancho, cuenta que alcanzó a conocer su labor como obispo, y que cada vez son más las personas que visitan la casa museo, ubicada frente a la plaza de armas de Pucón.
En tanto, Juan Bauer, sacerdote que preside la Fundación Francisco Valdés Subercaseux, recuerda al Padre Pancho no sólo por su labor religiosa, sino también por su labor social y política. En efecto, fue mediador entre Chile y Argentina ante el inminente conflicto del canal Beagle a fines de los años '70, tratando de evitar la guerra.
"Puso una placa que dice algo así: 'Mientras en el corazón de los comandantes de las naciones andinas, hay búsqueda de paz y fe, Cristo reinará en los corazones de las dos naciones'. Esa ruta no sólo tiene que ser un camino de intercambio mercantil, sino también debe unir pueblos y corazones"; reflexiona Bauer, en torno a la cruz erigida en el límite entre Chile y Argentina, hito final de la ruta binacional.
Sin embargo, no todo es historia en torno a la figura del sacerdote, sino también presente. "Hace dos semanas supimos que en Roma el Papa Francisco autorizó hacer el decreto de 'Venerable', lo que significa que posiblemente el próximo año él sea declarado beato", cuenta el sacerdote.
FAMILIA
"Para mí ha sido impresionante llegar a Pucón y encontrar toda la huella que hay de él. Cuando el tío Francisco estaba en Pucón, nosotras éramos muy chicas. Era un hombre muy activo, nunca escatimó en sus talentos", rememora Carmen Luisa Letelier Valdés, sobrina del homenajeado sacerdote, quien agrega que fue él quien casó a los hijos de sus cuatro hermanos.
Letelier, junto a su prima Francisca Valdés, viajaron especialmente para la ocasión, donde lograron captar la importancia de la figura del Padre Pancho en la zona andino lacustre.
"Mi mamá murió cuando yo era chica, y el tío Francisco se preocupó mucho de mí y mis hermanos", asegura Francisca, quien lleva su nombre en honor a su tío.
Tras conocer la experiencia que se vive en la zona lacustre en torno a la figura del Padre Pancho, Francisca Valdés, quien es especialista en museos, decidió poner a disposición sus conocimientos para mejorar aspectos de la Casa Museo del Padre Pancho. "Mi experiencia quiero ponerla acá, al servicio de ustedes", enfatizó Valdés.
LA RUTA
Esta nueva senda del turismo religioso comienza con "El camino de las capillas", el que se extiende desde la Capilla Santa Clara de Puquereo hasta el templo de los Sagrados Corazones de Molco.
La segunda etapa, denominada "La obra en sus manos", parte con la Casa Museo de Pucón, para seguir con una serie de hitos y construcciones hechas por el capuchino en la comuna.
La etapa final, "El camino de la paz", nace en la Capilla Nuestra Señora de Fátima, en el sector El Claro, y se extiende hasta el Cristo de Tromén, el cual fue tallado por las manos de Valdés Subercaseaux. Cruzando la cordillera, la ruta se une con Junín de Los Andes, completando el circuito religioso del sur del mundo.