Temuco Chef expone la cultura regional a través de su gastronomía
primera versión. El evento, que culmina hoy en el Estadio Germán Becker, cuenta con una nutrida y colorida muestra de los tradicionales sabores ancestrales hasta aquellos traídos por los colonos.
La comida no es sólo un medio para obtener energía y que logra que los diversos órganos del cuerpo funcionen bien, sino también es la expresión misma de la cultura en la que se está inserto. Como dice el dicho, 'somos lo que comemos'.
Bajo este escenario, desde el pasado viernes y hasta la tarde de hoy se está realizando la primera versión de Temuco Chef, encuentro gastronómico organizado por la Municipalidad de Temuco, el cual busca poner en valor y dar a conocer la rica gastronomía regional. La entrada es completamente gratuita.
Con elementos endógenos y clásicos de la cultura mapuche, como la quínoa o el piñón, hasta las deliciosas pastas de los colonos italianos de Capitán Pastene, son parte de la nutrida gastronomía local, la que está marcada por las influencias de las culturas que conviven en esta tierra.
Cuatro son los ejes temáticos que componen la muestra, que se está desarrollando en el Estadio Germán Becker: Mercado; Saberes, Deleites y Artes.
Sumado al boom del rubro gastronómico, donde se entrelaza la cocina de autor con los sabores tradicionales, Temuco Chef 'Mercado' cuenta con 60 stands de venta de productos ligados a la industria culinaria, donde se pueden encontrar desde utensilios de cocina hasta una serie de productos regionales para preparar en casa. Couscous de piñón, lupino a la vinagreta, jamón ahumado al merkén y mieles con sabor, son sólo una pequeña muestra de las delicatessen de la feria.
En tanto, Temuco Chef 'Deleites' cuenta con un amplio patio de comidas, que reúne a los mejores restaurantes y exponentes de la cocina criolla de la capital regional: Los Guachacas, Zuny Tradiciones, Café Mandala, Las Muñecas del Ñielol, Vikingos y Hotelga.
Otro de los atractivos del recinto es su 'Patio de Fuego', sector donde se puede encontrar una serie de asados y productos a las brasas. Chivo, cordero y tortillas de rescoldo, son parte de la oferta.
Por su parte, la oferta del eje 'Saberes' se centra en charlas y clases de cocina, a cargo de destacados chefs regionales, nacionales e internacionales.
Por último, esta verdadera fiesta culinaria ofrece una amplia parrilla cultural, con presentaciones de música y danza, elementos que junto a la gastronomía, componen la cultura y patrimonio del país.
Un trozo crujiente, a baja cocción y donde la grasa del animal vaya envolviendo poco a poco la carne para impregnarla de sabor, son parte de los consejos dados por los expertos en asado, los que se ubican en el 'Patio de Fuego' del Germán Becker.
'Usamos sólo sal. Ni chimichurri ni sal gruesa, sal normal y listo', aconseja Tomás Aroca, de la asociación turística Descubre Lonquimay, enfocada en el turismo sustentable de la zona cordillerana.
Aroca señala que el mayor secreto para preparar corderos y chivos al palo, es usar leña nativa. 'Con el carbón, se mata el sabor de la carne', asegura el experto.
El asador precisa que el tiempo de cocción ideal es de 2 horas y media tanto para corderos como para chivos. Quienes quieran hacer un asado al estilo patagón o 'asado parado', deberán tener más paciencia, puesto que el punto de cocción es de 3,5 horas.
En cuanto a la carne de chivo, un imprescindible es no quitar la grasa que envuelve al riñón del animal, puesto que ésta concentra el sabor. 'El riñón debe estar tapado en grasa, ya que al momento de echarlo a asar, la grasa se desparrama por toda la carne, y ésta queda jugosa', detalla.
Aroca, quien junto a la asociación Descubre Lonquimay y gracias al delicioso aroma emanado de sus chivos y corderos a la brasas, señala que 'nos ha ido bastante bien, de hecho, tenemos reservadas casi todas las porciones de carne antes que éstas estén listas'.
Dentro de las particularidades del ganado lonquimayino, el asador destaca que 'nuestros caprinos tienen un gusto muy distinto al animal que crece en la zona más central de la Región, por la alimentación a base de coirón. Además, es un animal que camina más de 30 kilómetros diarios, por lo que no alcanza a acumular grasa, sólo la precisa para un buen asado'.
Ocupando como base las legendarias recetas italianas de sus ancestros, las pastas se han convertido en el sello gastronómico de Capitán Pastene, localidad ubicada en la comuna de Lumaco.
María Elvira Leonelli, decidió tomar las antiguas recetas de 'la nonna' y formar su propia fábrica de pastas, las que permiten al comensal llevarse una porción del sabor ítalo-pastenino a su hogar.
Además de los clásicos fettuccine y spaghetti, 'La Cucina di Pastene' ofrece una serie de pastas rellenas y congeladas. En total, cuentan con 24 variedades, siendo una completa opción para los distintos paladares, incluyendo una amplia gama de preparaciones sin carne, ideal para vegetarianos.
'Todas nuestras pastas son naturales y orgánicas. Además de las clásicas pastas al huevo, con albahaca, perejil o la tricolor (espinaca, zanahoria y betarraga), también hacemos otras con merkén, chocolate y arándanos, entre otras', cuenta esta descendiente de italianos, quien en sus creaciones culinarias ha mezclado las recetas del Viejo Continente con los sabores nativos de La Araucanía.
Una de las novedades son sus pastas de chocolate, las que son preparadas con cacao amargo, lo que permite poder hacerlas dulces o saladas.
'Si se quiere cocinar como postre, hay que cocer la pasta en agua con azúcar. Idealmente, se sirve acompañada de helado de vainilla y salsa de chocolate o caramelo. Queda espectacular', asegura Leonelli.
En tanto, para aquellos que prefieren lo salado, la experta en cocina italiana señala que las pastas de chocolate deben cocerse en agua con sal, y posteriormente pueden ser acompañadas 'de una salsa alfredo o alguna salsa blanca', recomienda esta pastenina.
Los precios de pastas congeladas fluctúan entre $5.000 y $14.000 por kilo, el cual alcanza para 4-5 porciones. Por su parte, los fettuccine y spaghetti secos tienen un valor que va entre $3 mil y $4 mil.
En el patio de comidas del Estadio, se encuentra Zuny Tradiciones, local ubicado en el casco antiguo de Temuco, en Tucapel esquina Matta, que se trasladó con todo para ofrecer sus deliciosos platos en Temuco Chef.
El restorán, que fusiona elementos de la cocina chilena con los ancestrales sabores mapuches, ofrece un menú basado en los productos naturales, presentando una nutrida -y nutritiva- oferta con los sabores de La Araucanía.
En efecto, casi la totalidad de las hortalizas y vegetales utilizados en la preparación de los platos proviene de la propia huerta de la dueña del restorán, Zunilda Lepin.
'Para hacer un buen cordero arvejado, aconsejo que todos los productos sean frescos. Por ejemplo, que las arvejas sean desgranadas y no congeladas. No uso ni comino ni pimienta, sólo harto chascú y verduras', afirma la dueña y maestra de Zuny Tradiciones.
Además del uso de hierbas y plantas nativas, la 'Zuny' recomienda servir las carnes al dente, sin dejarlas recocidas.
Si bien sus platos suelen ir acompañados de carne, la cocina mapuche ofrece una serie de platos donde el protagonista son los granos y las verduras. Guiso de quínoa, guiso de mote con maíz y salteado de verduras, son parte de las opciones para aquellos que prefieren no consumir carne.
Uno de los productos infaltables de la cocina de Zuny Tradiciones, es la quínoa, cereal que se da en los campos de La Araucanía y que gracias a su textura y sabor neutro, permite hacer una serie de preparaciones dulces y saladas. 'La utilizo para hacer guisos, postres, jugos, pan, galletas y mucho más. Se puede hacer de todo', declara Lepin.
En cuanto a los precios, un plato de fondo (como cerdo ahumado o cordero arvejado), más agregado, ensalada, tortilla y pebre, tiene un valor de $5 mil. El pebre es hecho con mastuerzo, planta típica del campo chileno.
La conocida chef nacional Paula Larenas, fue una de las invitadas al Temuco Chef. La profesional, quien es parte del staff del programa gastronómico 'Recomiendo Chile', señala que los sabores de la comida chilena son una mezcla de distintas influencias, donde cuesta encontrar un producto que represente a todo el país.