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Las historias de superación que motivan a la Teletón

meta 2014. Hoy comienza la cruzada solidara más grande del país y se espera que La Araucanía cumpla con una cifra superior a los $300 millones en aportes.
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dahumadas@australtemuco.cl

Luis Sandoval Gavilán, de 16 años, fue diagnosticado a temprana edad con síndrome atáxico, una enfermedad neurológica que daña progresivamente su sistema nervioso. Vive en el sector Santa Rosa de Temuco y a los siete años, a punta de esfuerzo y convicción, abandonó la silla de ruedas y logró caminar.

La vida no se le ha presentado fácil, sin embargo, sus ganas de salir adelante y envidiable fuerza de voluntad, son sus mejores armas y hoy se mantiene estoicamente encarando su realidad con la alegría que lo ha caracterizado siempre.

Así como Luis, convergen en el centro Teletón de Temuco una población móvil de 2.100 pacientes, cada rehabilitación con un costo aproximado para la fundación de $750.000, es decir, del orden de los $1.575.000.000 al año.

Este año, se espera que La Araucanía supere los $300 millones en aportes, los que se podrán hacer desde hoy a las 10.00 de la mañana y hasta la madrugada del domingo, en las sucursales del Banco de Chile.

El adolescente ya está pronto a terminar su enseñanza básica y continuará sus estudios en algún liceo de la ciudad. En unos años más, desea con ansias ser un profesional del área informática.

"Voy a terminar el octavo y es un buen logro porque antes no podía, andaba en silla de ruedas, y ahora estoy a punto de entrar a la enseñanza media. Me gustaría ser técnico en computación, tengo que cumplir esa meta, me la propongo y tengo que cumplirla para luego apechugar y trabajar", afirmó Sandoval.

Para Luis, sus padres lo han sido todo porque "me sacaron adelante desde chiquitito" y por eso, es un agradecido de la Teletón ya que gracias a la institución que lo acogió, dio sus primeros pasos y puede practicar los deportes que lo apasionan: la natación y el running.

El hincha de la Universidad de Chile, tiene como ídolos a los seleccionados nacionales, Eduardo Vargas y Alexis Sánchez. El terapeuta ocupacional, Juan Pablo Pontigo, actualmente trabaja codo a codo con Luis, por lo que explicó que su rehabilitación se encuentra en una etapa avanzada.

"Luis en este momento, desde el punto de vista motor, tiene algunos aspectos bien acotados que va a tener que estar reforzando toda la vida. En este año pusimos énfasis en el trabajo cognitivo y desarrollo social, sobre todo vocacional, ya que tiene que pasar la transición desde la escuela al liceo", comentó con satisfacción el profesional.

Se estima que para los 20 años, Luis se desenvuelva normalmente en la sociedad y fue el mismo estudiante quien hizo el llamado a los temuquenses para que aporten con la cruzada solidaria. "Llamo a todos a aportar a la Teletón por favor para que mejoren la calidad de vida de muchos niños", enfatizó.

Superación

La estudiante Medicina Veterinaria de la UCT, Karla Pinto Espinoza, de 20 años, ingresó a la Teletón a los 8 meses. Una negligencia médica en el embarazo de su madre, a quien le suministraron antibióticos, derivó en que naciera con una malformación congénita en el brazo izquierdo.

"Eso quiere decir que mi mano no se desarrolló completamente", contó la joven.

Sus primeros ejercicios se enfocaron a recuperar la sensibilidad en su mano. Sin embargo, eso no mermó en sus demás capacidades. Desde años participa en el taller de música de la Teletón, en el grupo Hijos del Sol, el que comenzó con música étnica mapuche y que ahora mezcla los ritmos de artistas chilenos de todos los tiempos.

Ya en la universidad, participa activamente del coro mientras cursa el segundo año de la carrera que la apasiona. "Encuentro que los animales son nuestros hermanos pequeños, seres ingenuos, ellos se preocupan mucho de uno y hay que devolverles la mano", afirmó.

Hoy en día Karla vive sentimientos encontrados ya que probablemente, en enero del próximo año, le darán el alta y dejará de pertenecer a la fundación en la que estuvo toda su vida. "Es toda una vida acá, no quiero irme, uno vive muchas cosas estando acá, a uno lo preparan para vivir muchas cosas en la vida diaria pero no la preparan para irse, es muy triste pensar en dejar la Teletón", comentó emocionada.

La joven es crítica respecto de los mensajes en contra de la Teletón, los que se comparten en su mayoría a través de las redes sociales. "Hay mucha gente que habla sin saber. Uno tiene que vivir el estar en Teletón todos los días para saber lo que pasa acá. Sólo pido que se pongan la mano en el corazón, nadie está libre de sufrir un accidente y ser paciente de acá", enfatizó.

Karla vive con una prótesis que cuesta aproximadamente $6 millones, la que asegura que sin apoyo de la Teletón, jamás hubiese podido costear.

Por otro lado, Tamara Monsalve Lionelli, de 17 años, se licenciará el 12 de diciembre próximo, terminando satisfactoriamente con su enseñanza media. Planea estudiar Psicología y es paciente de la Teletón desde los 8 meses. Nació con mielomeningocele, una enfermedad que afecta a su medula espinal.

"Yo siempre he dicho que la Teletón es mi segunda casa, siempre me han apoyado, no sólo en la rehabilitación, sino en el aprender a desarrollarse y valorarse como persona", asegura orgullosa la "Tami" como le dicen con cariño sus amigas.

La estudiante practica tenis de mesa, llegando a ser seleccionada nacional de la disciplina, gracias a sus logros que le permitieron ganar una medalla de bronce en el para-panamericano en Argentina y clasificar a un torneo que se disputará el próximo año en Toronto, en Canada.

El éxito que vive hoy en lo deportivo contrasta con la pena que vivió hace cinco años atrás, cuando una osteomielitis crónica causada por una bacteria, la devolvió a una silla ruedas. "Hace cinco años que dejé de caminar pero siempre he dicho, para qué caminar si puedo volar".

"Llamo a todo el mundo para que se haga parte de esto porque la Teletón no solamente es del paciente, de la familia, sino que los chilenos deben ser 100% colaboradores con esto y de eso se trata, de que nos unamos y ser solamente uno", manifestó Tamara.

Trabajo social

Ana Huento Nahuelan, de 18 años, es estudiante de primer año de Trabajo Social de la UCT. "Estar en Teletón y estar en contacto con las personas me inspiró a retribuir todo el apoyo que Teletón me ha brindado desde pequeña, es una vocación de servicio, más que el dinero es eso lo que me motiva". Su historia se comenzó a escribir en el hospital de Nueva Imperial, cuando por falta de personal médico, nació con una asfixia y se formó un quiste que terminó encapsulado en su cerebro.

Los primeros años se atendió en Concepción y los siguientes, en Temuco. "Las secuelas que me dejó esa asfixia fue un daño en el tendón de Aquiles, el cual me hacía caminar en punta, y en la mano tengo un daño espástico, que me hace tener los dedos como gancho en la mano izquierda", explicó.

Producto de estos problemas, la estudiante debió someterse a dos operaciones. La primera a los cuatro años, y la segunda, a los 12 años. Cada intervención tuvo un costo aproximado de $6 millones, los que jamás hubiesen podido pagar sus padres. "Sin la ayuda de Teletón no podría estar acá ni haber ingresado a la universidad ya que la fundación también me financió un preuniversitario y por eso estoy estudiando trabajo social", agradeció.

La estudiante ha encarado la vida con buen humor y disfruta a concho cada momento. Hoy está aprendiendo a tocar bajo y guitarra, es amante del rock, por lo que cumplirá junto a una amiga, el sueño de ver a su grupo favorito, Foo Fighters, quienes se presentarán a mediados de enero en nuestro país.

Para ella, así como la mayoría de los niños y jóvenes de la Teletón, el sacrificio de sus seres queridos ha sido el apoyo fundamental, por lo que invitó a habitantes de La Araucanía a aportar con la cruzada solidaria y cumplir el sueño a muchos padres que quieren ver a sus hijos cumpliendo sus propias metas.

"Llamo a todos a aportar a la Teletón por favor para que mejoren la calidad de vida de muchos".

Paciente

"Es toda una vida acá, no quiero irme de la Teletón, uno vive muchas cosas estando acá".

Paciente

"Yo siempre he dicho que la Teletón es mi segunda casa, siempre me han apoyado en mi rehabilitación".

Paciente

"Sin la ayuda de Teletón no podría estar acá ni ingresado a la universidad a estudiar Trabajo Social".

Paciente