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Con el corte de cinta en la plaza Teodoro Schmidt de Temuco y la inauguración de un pesebre gigante de madera -que le dio la tonalidad navideña y original- se dio inicio ayer a la Feria del Juguete que cada año dispone de diversos productos, desde trabajos de manufactura y artesanía y artículos importados hasta alimentos y bebidas.
Se trata de un espacio donde centenares de personas llegan para escoger un regalo de Navidad a módicos precios, aunque también se vuelve un lugar para el encuentro familiar, el cual se mantendrá abierto de 10 a 22 horas y que continuará funcionando hasta el viernes 26 de diciembre.
La variedad de productos es lo que más destaca el público: desde aros y pulseras por mil pesos hasta motos eléctricas que se cargan al enchufar a la corriente, por $ 30 mil.
"Todos los años pasamos por la Feria del Juguete y no nos cansamos de venir a puro vitrinear", comentó Yessica Parra, quien pasea junto a su hija.
Carlos Fuentes sólo pasaba para comprar una sopaipilla con queso, pero le parece que esta oportunidad es una gran plataforma comercial. "Yo traje a mi sobrino y se motivó. No quería salir de acá", dijo.
Para este año, el municipio dispuso de 248 puestos repartidos en los lados este y sur del espacio público. Además y al mismo tiempo se desarrolla la Feria de Artesanos en el frontis del instituto Técnico Profesional Teodoro Wickel, en calle Prat, donde descansan 32 stands.
Cristian Aguilera, presidente del sindicato N° 1 para la feria, destacó durante la ceremonia de inauguración que "hubo un aumento de puestos para este año. En 2013 teníamos 198 locales y ahora se abrieron 50 más".
Comerciantes
Para casi todos los vendedores, este es el evento comercial más importante del año, donde complementan sus trabajos durante el resto del año, algunos esporádicos, otros informales e incluso unos itinerantes, para concentrar sus ventas en esta oportunidad. La opinión es unánime sobre la gran puerta de apertura para el comercio menor hacia la comunidad.
Uno de los regalos más abultados de la feria son las poltronas para niños, las que vienen con tapices de personas que más les gusta: Spiderman y las princesas de Disney. Son también uno de los productos más caros de la feria. Cada uno cuesta 35 mil pesos, pero dice que son 'grito y plata'. "Yo invierto un millón de pesos para mostrar todo esto que tengo, pero siempre me va bien", comentó el comerciante.
Roxana Vallejos nunca se ha perdido una Feria del Juguete. Aún cuando sus ventas -siempre de ropa y vestuario- bajaran en los últimos 5 años, pidió un crédito y se atrevió a cambiar de rubro. "El último año no nos fue muy bien, así que decidimos apostar con este negocio de comida", explica la emprendedora, quien espera deleitar a la gente con sus completos y choripanes a $800 cada uno.
Apenas le dijeron a Diana Albornoz que había un puesto disponible, porque el comerciante que debía mantenerlo desistió, ella se aferró a la oportunidad y llegó temprano en la mañana de ayer para preparar su local de peluches, cojines, paquetería y ropa. Claro que dada la premura de la noticia, quedó varias horas sin completar el recinto, esperando la llegada de stock. "Yo suelo diseñar y confeccionar mi propia ropa. Cuando vendemos en esta feria, siempre suelo recuperar mi inversión y hasta duplico mis ganancias", cuenta.
Esta es la primera vez que Claudia Araneda, fabricante de espejos con madera y tejidos, se presenta en esta feria. Suele trabajar en casa y promociona sus productos por Facebook, pero este año se atrevió a mostrarlos entre los 32 puestos instalados en calle Prat. "Primero quiero darme a conocer para poder vender", cuenta, aunque dice tener su venta asegurada. "En el evento Feriarte de principio de este año, la recepción de la gente fue espectacular. Estoy segura que me irá excelente", expresó la emprendedora.