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Más de 3 mil fieles fueron parte de la procesión de la Virgen en el Ñielol

inmaculada concepción. La tradicional fiesta religiosa congregó a todas las parroquias de Temuco.

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"En los momentos de dificultad, problemas, tristezas y angustias, desde niños aprendemos a recurrir a nuestras mamás. Si hay alguien que se alegra inmensamente y no quiere otra cosa que la felicidad de sus hijos, son las madres", fueron las primeras palabras del obispo de la Diócesis de Temuco, Héctor Vargas, haciendo alusión a la Virgen María, ícono femenino y maternal para la cultura cristiana.

Las palabras del obispo se enmarcan dentro de la tradicional peregrinación de miles de feligreses hacia la Gruta de Lourdes ubicada en el cerro Ñielol, lugar donde cada 8 de diciembre se reúnen los miembros de las 12 parroquias de Temuco.

A eso de las 15 horas, comenzaron a llegar los primeros fieles al recinto, quienes salieron desde su parroquia de origen en diversas procesiones, que culminaron a los pies de la Virgen del Ñielol.

Cerca de tres mil personas asistieron al evento, donde además de la tradicional eucaristía a cargo de monseñor Vargas, esperaron la llegada de sus pares cantando un amplio repertorio de canciones cristianas, que hacen de esta fiesta religiosa una de las favoritas de los temuquenses.

ORGANIZACIÓN

Con un amplio escenario, baños químicos, amplificación, primeros auxilios e incluso un sector dedicado especialmente a las confesiones, el decanato temuquense esperó a los devotos de María, con el fin de amenizar la soleada tarde.

Ignacio Palacios, coordinador de la Pastoral Juvenil, quienes están a cargo de la parte logística del encuentro cristiano, indicó que este año se han agregado dos parroquias más al decanato.

"Este año el obispo declaró dos parroquias nuevas, las que están presentes hoy día. Se trata de la Ceferino Namuncura, ubicada camino a Cholchol, y la San Juan Pablo Segundo, que está en Pillanlelbún", explica Palacios.

En cuanto a su participación en el evento, el joven declara que mucho antes de pertenecer a la Pastoral Juvenil, él era parte de los miles de fieles que asistían con su familia al encuentro cristiano, que pone fin al Mes de María.

"Venía junto a mi comunidad, pero desde hace cuatro años estoy participando en la construcción de esta celebración", cuenta Palacios.

Por su parte, Carola Zavala, coordinadora del EJE Temuco (Encuentro de Jóvenes en el Espíritu), señala que la organización fue la encargada del funcionamiento de los confesionarios, entre otras acciones relacionadas con la logística del evento, para que todos los asistentes disfrutaran tranquilamente.

"Nos preocupamos de ordenar los toldos y atender a la gente que se quiere confesar con alguno de los sacerdotes que están acá. Como hace calor, también nos preocupamos de darles agua y mantenerlos a la sombra", señala la joven.

"Llegamos al Ñielol como a las 11.30 de la mañana, y estamos felices de estar aquí y servir a Dios y la Virgen", indica Carola.

HOMILÍA

Exactamente a las 17 horas comenzó la Eucaristía de la Inmaculada Concepción, la que estuvo a cargo del obispo de la Diócesis de Temuco, Héctor Vargas.

Además de ensalzar la figura materna representada en la Virgen María, el sacerdote, quien realizó su segunda homilía de la Inmaculada Concepción a cargo de la Diócesis temuquense, agradeció la asistencia de los feligreses, a quienes dio como misión alejarse del mal y vivir siguiendo la palabra de Dios para encontrar paz y felicidad.

"No fuimos creados para el dolor. Fuimos creados para la santidad, no para el pecado(...) Eso impide que construyamos una sociedad justa y hermosa, donde todos tengamos pan y alegría. Eso es lo que Dios quiere", expresó Vargas.

El obispo temuquense hizo hincapié en seguir la imagen de la Virgen María, quien a pesar de su humildad, fue capaz de tomar una gran responsabilidad, confiando y sin dar pie a la maldad.

En ese sentido, monseñor Vargas dio como ejemplo la sociedad actual, donde a pesar de las mejoras en ciencia y tecnología, la gente pareciese no ser realmente feliz.

"El mundo que estamos construyendo será más progresista, más moderno, con mayor tecnología y cosas materiales. Sin embargo, la gente no es más feliz. Algo pasa, porque pareciera que cuando hay más recursos, hay menos felicidad", reflexionó el obispo.

17 horas

en punto comenzó la Eucaristía de la Inmaculada Concepción a cargo del obispo de Temuco, Héctor Vargas.