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En un segundo plano quedaron los reclamos por las bajas ventas en los locales de la calle Rodríguez, además del ruido y el polvo que emana de las obras para transformar la vía en exclusiva para el transporte público.
La situación que más acongoja hoy a los comerciantes y dueños de los locales entre las calles Matta y Cruz (donde se está rompiendo el pavimento para posteriormente renovarlo) es el crecimiento de la delincuencia, luego que se levantaran paneles para proteger de los trabajos al público. Según los trabajadores, estos paneles de madera permiten ocultar el actuar de delincuentes y deriva, además, en la incomunicación entre un lado y el otro de la calle. Es por ello que ellos mismos quitaron la primera corrida de tablas.
Y es que los hechos delictuales se viven de día y de noche, según los vecinos y comerciantes del sector. A los intentos de robo de madrugada, en los que se han roto candados y protecciones metálicas, se suman lanzazos a adultos mayores, mujeres embarazadas y madres con niños a plena luz del día.
Carmen González, dueña del local de electrónica El Rayo, dice que las faenas ya no pueden perjudicarles más como comerciantes. En el ámbito económico, advierte que las ventas se han reducido hasta en un 20% en comparación a lo que percibían a igual fecha en años anteriores. Pero en el ámbito de seguridad, hay también un gran perjuicio. "Este punto se está volviendo preferido por los ladrones porque saben que la visibilidad es reducida", reclama González.
Jorge Llorens, otro afectado por intentos de ingreso a su local, debe redoblar los esfuerzos de protección en su recinto, porque considera que llama particularmente la atención a los delincuentes, porque es dueño de la armería El Pescador, la que ya no cuenta con el lienzo plástico que exhibía el nombre del local: los delincuentes se lo llevaron. "Este local es como la juguetería de los ladrones. Armas de fuego, armas blancas. ¿A qué delincuente no le gustaría entrar acá y llevarse algo?", se lamenta.
Llorens afirma que la calle históricamente es reconocida por ser peligrosa, "pero es obvio que estos trabajos empeoraron la situación". Dice que se ha reunido con los comerciantes del sector para contratar un guardia de seguridad y ha puesto avisos en Internet para buscar alguna persona dispuesta a vigilar el lugar, un servicio que la mayoría de los comerciantes está dispuesta a pagar solamente para sentirse más seguros. "Vamos a tener que contratar un guardia de seguridad para que cuide los locales mientras duran las obras. Tenemos pensado colocar una caseta y un baño químico, pero eso nos costaría cientos de miles de pesos al mes", reconoce Jorge Llorens.
Katherine Vera es residente de la calle Rodríguez. Ella ha sido testigo de los numerosos intentos de robo contra locales en la cuadra entre Matta y Zenteno. Tiene un embarazo de ocho meses y se siente agotada, ya que avisa a sus vecinos cada vez que escucha ruidos sospechosos durante la noche. "Las veredas se hacen tan angostas que se hacen muy frecuentes los robos. Aparte que no tenemos carabineros en la cuadra, entonces es bien inseguro", dice.
Danilo Curaqueo es dueño de la talabartería Cur-Kal. Su local sufrió un intento de robo la madrugada de ayer, uno de los últimos casos que se han registrado en ese sector de la calle. "Voy a tener que instalar un circuito de cámaras, que no tenía", dijo el comerciante.
"Cerca de la comunidad"
Roberto Garrido es el jefe de Obras de la empresa NConcreto que está ejecutando el proyecto. Él no considera que los comerciantes sean un gran problema para la labor que realiza en la vía. Asegura que ellos no han interrumpido con el trabajo y que dejan a los obreros "libre acceso" a sus labores. Sobre los reclamos, Garrido también tiene su opinión formada. "Hay que estar cerca de la comunidad", dice.
Respecto a los paneles, el jefe de Obras en Rodríguez reconoce que los propios comerciantes quitaron la primera corrida, pero asegura que eso no afecta en el trabajo. "Hay opiniones divididas sobre las protecciones. Algunos dijeron que necesitaban colocar mallas para que no les llegue el polvo y el ruido, mientras que otros pidieron sacarlas, porque dicen que tienen problemas de seguridad por falta de visibilidad", contó el trabajador. Por eso, decidió dejar mallas frente a algunos locales, en su mayoría de la vereda norte de la calle, mientras que en la vereda sur casi no hay protección en la parte superior del cerco.
Los locatarios, en conjunto con la abogada Romina Osses que los representó con el recurso de protección, buscarán presentar una demanda colectiva por daños y perjuicios a sus puestos de trabajo. En tanto, el recurso de protección que un grupo de 11 comerciantes presentó a la Corte de Apelaciones de Temuco finalmente entró en revisión el pasado martes 9 de diciembre, aunque sin orden de no innovar, como solicitaron los trabajadores, por lo que la acción judicial seguirá su curso sin paralización de las obras.
"Se ofició a la seremi (de Transportes, Doris Tello) y a la constructora para que informen los detalles de las obras. Todavía no se ha indicado por el Tribunal la vista de la causa, así que solo hay que esperar", dijo la abogada Romina Osses.
En cuanto a la querella que los comerciantes piensan interponer contra el Estado a raíz de los robos, la profesional reiteró que "estamos a la espera de lo que determine la Corte de Apelaciones".
El Austral intentó comunicarse con la seremi de Transportes, Doris Tello, pero no fue posible el contacto.