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Inician acciones para dar protección a las Vegas de Chivilcán en Temuco

OBJETIVO. El COD evalúa la situación del sector y define algunas estrategias para protegerlas.

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El Comité Operativo de Biodiversidad (COB) de la Región de La Araucanía, integrado por 24 instituciones de diferente índole, sostuvo una reunión en terreno con el objetivo de evaluar la situación de los humedales emplazados en el corazón de Temuco, conocidos como las Vegas de Chivilcán y a partir de los antecedentes recogidos, se definieron ciertas acciones que permitirán avanzar en su protección.

"Este espacio albergaba en el pasado una importante diversidad de flora y fauna, además de cumplir con una serie de funciones como regulación de los caudales de los esteros Colico y Pichitemuco", explicó el académico e investigador de la Ufro, Rubén Carrillo.

EVALUACIÓN

El Comité Operativo de Biodiversidad (COB) de La Araucanía, organizó una salida a terreno al humedal para evaluar la situación actual de las Vegas de Chivilcán y definir algunas acciones que permitan avanzar en su protección.

Para el seremi del Medio Ambiente, Marco Pichunman, "es de máxima relevancia dar a conocer a la comunidad la existencia de este humedal y las funciones que cumple en beneficio a todos los habitantes de Temuco y Padre Las Casas. Además, este trabajo conjunto entre todos los actores públicos y privados nos permitirá avanzar en su protección en el mediano y largo plazo", concluyó.

Padres adoptivos comparten sus relatos de opción familiar y espera

Sename. Decenas de personas que optaron por esta vía para tener un hijo, participaron en el Primer Encuentro Regional de Familias Adoptivas, donde dieron a conocer sus experiencias.
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cgarrido@australtemuco.cl

"Estamos felices, contentos. Nuestro hijo llenó nuestro hogar. Ser padres es lo más maravilloso que hay". Con estas palabras, y con una radiante sonrisa, Claudia Cofré, madre de un niño de un año expresó el sentir de las 47 personas que participaron en el Primer Encuentro Regional de Familias Adoptivas del Sename La Araucanía, que se desarrolló en el campus Norte de la Universidad Católica de Temuco.

Aquí, el relato de padres fue fundamental para enriquecer el trámite que se realiza desde 1999, año en que se promulgó la ley que regula la adopción de menores. Por su parte, Ximena Oñate, directora regional del Sename, dijo que por medio de la actividad "estamos satisfaciendo esta primera parte de aportarles con procesos que para las familias son preocupantes".

Paola Manzo, coordinadora de la Unidad de Adopción Regional del Sename, afirma que al año son 40 las parejas de padres que se hacen parte de este trámite en La Araucanía. De ellas, 10 lo hacen solo por opción como la razón principal, mientras que el 30 restante lo hace porque están biológicamente inhabilitados para procrear.

El tiempo es el enemigo

Jaime Brevis lleva con orgullo en sus brazos a su hijo Simón Alonso, de solo un año. Luego de un primer intento de ser padres a través del procedimiento a principios de 2013, recién en febrero de este año él y Claudia Cofré pudieron celebrar la llegada de su pequeño hijo al hogar. "A veces lo angustiante es que te citen como posible papá adoptivo y después te llamen para decirte que no quedaste. Es un poco traumante", reconoce el padre.

El tiempo es uno de los más grandes enemigos en esa lucha por ser padres, según Jaime Brevis. "Los procesos son los largos. Tú puedes tratar este tema con distintos recursos que te puedas apoyar, pero al final el beneficio para ellos es para toda su vida", dice. Es que un problema de salud los motivó a tomar esta opción. Un tema que en medio de sus 10 años de pololeo y sus últimos dos de casados ha salido a flote durante la relación. Y ahora que tienen a su regalón, están pensando en un segundo. "Sí, queremos tener otro hermanito o hermanita. Pero queremos disfrutar un poquito más a Simón", cuenta la mamá, Claudia Cofré.

"Con una sonrisa"

"Está súper serio. No se ríe mucho cuando está oscuro", cuenta Julio Leiva, papá del pequeño Felipe Manuel. Solamente tiene tres meses y su papá ya conoce sus "mañas". El primer contacto visual, según la mamá Pamela Pinochet, definió la relación inseparable que llevan ahora. "Él (Felipe) nos conquistó con su risa, con su apego. Porque él no nos desconoció. Al contrario, cuando nos vio se fijó inmediatamente en mi esposo. Ahí supimos que íbamos a ser familia", contó Pamela Pinochet.

Para ellos la decisión ya estaba tomada desde hace tiempo: el nuevo integrante de la familia será un hombre. "Cuando fuimos matrimonio, pensamos en tener un hijo y ponerle Felipe. Esta fue la ocasión y finalmente resultó", dijo el padre Julio Leiva.

Su alegría como nuevos padres se desborda al conversar sobre las acciones de crianza que les espera, aunque ambos están concientes que el tiempo puede cambiar las cosas. "Queríamos formar una familia y darle amor a un niño, porque así lo crías, pero ellos hacen su vida después, como todos nosotros", dice Pamela.

¿Y los padres biológicos del pequeño Felipe? Eso es algo que sólo compartirán los tres como familia, cuando sea el momento apropiado. "El caso que nos sucedió a nosotros es una historia muy triste, pero ese secreto lo guardamos. Algún día se lo vamos a dar a conocer a nuestro hijo", opina Julio Leiva.

Proyecto de Dios

Samuel Novoa es un travieso niño de un año y nueve meses. Pasea su auto de juguete por el rostro de su papá David, quien con paciencia lo toma entre sus brazos. El menor bota el autito al suelo y su mamá Andrea Bombín no se cansa de recogerlo.

Samuel no es el único niño en el grupo. David y Andrea tienen otras dos niñas de 10 y 12 años. Y son hijas biológicas. "Fue una opción nuestra. Siempre estuvo en nuestros planes", cuenta la madre. Y el padre añade: "Es que queríamos tener un varón". Eso sí, dicen que no descartan tener otro niño, tal vez también adoptado.

Andrea Bombín dice que los prejuicios en cuanto al proceso de adopción también fueron tema en la familia. "Creían, por ejemplo, que habían comportamientos que se heredaban de los padres biológicos, pero en general lo tomaron muy bien", dice.

David, el padre, quien se considera cristiano, cree que la religión da un especial motivo a la relación que tienen con su hijo Samuel, lo cual le otorgó una nueva perspectiva de vida sobre cómo afrontar esta nueva etapa. "Muchos creen que un hijo es una bendición de Dios y por eso hay que quererlo. Pero yo pienso que éste es el camino que escogió Dios para nosotros", asegura.