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Las historias tras las barbas de los pascueros de Temuco

Navidad. Diciembre marca la irrupción de los "Viejitos Pascueros" en calles céntricas de la capital regional. Comerciantes ambulantes y adultos mayores disfrutan entregando alegría a los más pequeños, escuchando sus peticiones y compartiendo una fotografía.

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El "Jojojeo" es, según los libros del comerciante ambulante de Temuco Jaime Verdugo Quintana, el acto de reír como sólo lo hace el Viejo Pascuero.

Lleno de orgullo, este vecino de 58 años asegura que de los 12 que lleva dedicado a vestir el traje rojo de Papá Noel, buena parte los ha dedicado a cultivar un "jojojó" de calidad, pues -asegura- hacer de Viejo Pascuero es una gran responsabilidad, donde los niños son los principales censores.

"Le aseguro que tengo el mejor jojojeo de Temuco", asegura convencido, mientras hace sonar su campanita en plena calle Pedro Montt, casi llegando a Bulnes. "Nadie hace un jojojó como el mío, no quiero criticar a mis colegas, pero hay varios que se quedan sentados, parece que se quedaran dormidos, en cambio yo tengo mis renos, mis pascueritas, mi campana y mi jojojeo".

Actualmente, este Pascuero es uno de los más antiguos que alegra los diciembres infantiles en la capital regional. Un oficio de temporada corta -menos de un mes, de hecho- que significa un apoyo importante para las arcas de varios adultos mayores y también un bálsamo de humanidad del que se alimentan en medio de una ciudad cada vez más alejada de los abrazos y los gestos de cariño genuino.

"El más viejito de los pascueros de Temuco murió hace poco, él trabajaba en la Galería Massmann. Ahora yo debo ser uno de los más antiguos que va quedando", señala Jaime Verdugo.

La tradición del Viejo Pascuero nació en el otro extremo del planeta, en las frías tierras del norte de Europa, de allí los renos, la barba blanca, el tono caucásico del anciano, la nieve y el grueso traje de invierno, todos elementos que hacen sufrir a las versiones latinas de Papa Noel. Sometidos a temperaturas que no bajan de los 20 grados, estos temuquenses se las arreglan para sonreír permanentemente, manteniendo la ilusión e incentivando la imaginación de los más pequeños.

Es el caso de Jaime Verdugo, quien trabajaba vendiendo confites en su carrito manicero junto al edificio del Policentro.

"Con el cambio de alcalde, me quitaron mi permiso y me sacaron de mi carrito, que hasta tenía patente. Ahora debo seguir vendiendo mis confites, el maní, los calugones Pelayo, en el suelo, lo que significa andar arrancando cada cierto tiempo de los carabineros".

Por ello, diciembre es un buen mes para este temuquenses. El 5 ya estaba instalado afuera de la Tienda "Corona", donde permanecerá hasta el 24, trabajando parte dentro de la tienda promocionando la Navidad, parte fuera, donde ofrece servicio de fotografías para los niños. Por 2 mil pesos, el pequeño o la pequeña podrán inmortalizarse con los renos, un par de pascueritas, regalos y -obviamente- el querido anciano vestido de rojo.

"Con marco, la foto sale por 3 mil pesos", asegura el Pascuero. "Aquí trabajo junto a mis 2 pascueritas, muy buenasmozas, gringuitas".

Cuenta que los niños siguen creyendo en el Viejo Pascuero. "Y saben que lo importante es el nacimiento de Jesús", asegura Verdugo.

En el Mall Portal Temuco, la Navidad se respira en cada rincón. En el primer nivel, en el centro del edificio, un enorme laberinto despierta la alegría de los más pequeños, donde el centro de la construcción cuenta con un trineo con la inscripción "Polo Norte". Allí el temuquense Octavio Riveros Donoso es el encargado de hacer de Viejo Pascuero.

"Claro que es el Viejito", asegura Felipe Fernández, de 4 años, mirando con admiración el enorme árbol de Pascua que asciende hasta el último piso. "Le voy a pedir 2 discos con todas las canciones de Disney. Le escribí una carta y ahora voy a esperar junto a mi hermanita Catita Paz, que tiene 0 meses".

Octavio Riveros, va a cumplir 80 años en febrero, y forma parte de las perfomances navideñas del Mall desde que éste partió.

"Yo vengo de Santiago, fui músico, pertenecía al Sindicato Orquestal de Chile, que ya no existe", asegura el pascuero del Portal. "Llegué a Temuco el 70 y nunca más me fui porque esta ciudad me pareció una taza de leche y todavía la considero así".

Algodonero en la Plaza Aníbal Pinto, su barba natural y su aire nórdico llevaron a algunas empresas a convencerlo para hacer de Papá Noel. Hoy se le puede encontrar hasta el 24 en el trineo del Portal Temuco, donde los niños se fotografían con el querido Viejo Pascuero.

Un duende y una pascuerita acompañan a Papá Noel. Esta última, Constanza Uribe, es diseñadora gráfica y dado que trabajó anteriormente en promociones en el Portal, se le dio esta oportunidad de hacer este oficio de temporada.

"Es una linda oportunidad de trabajar con los niños, es bonito ver que pese al paso de los años, siguen creyendo en el Viejito Pascuero", asegura.

Una postal navideña conocida es la del temuquense René Sanhueza, quien desde hace 16 años se ubica en la esquina de Portales con Bulnes, donde por 2.500 pesos ofrece una espectacular fotografía con renos, regalos y el querido Pascuero.

"El consumismo ha hecho que se pierda la tradición verdadera", señala Sanhueza. "Sin embargo este año me instalé desde fines de noviembre aquí y he visto con sorpresa que la mayoría de los niños tiene claro que lo más importante es el nacimiento de Jesús".

Las navidades de infancia de este Pascuero no fueron gratas, principalmente por los problemas de alcoholismo de su padre. Por ello, esta acción de llevar alegría a las nuevas generaciones es una manera de dejar atrás estos episodios.

"Regalar a los seres queridos siempre es bueno, pero no hay que perder el sentido de la Navidad. Esta es una fecha para la armonía y la paz, y un abrazo sincero a veces es el mejor regalo de todos".

"Lo principal de esta fiesta es la paz, la familia, y eso es lo que quiero trasmitir a los niños que vienen a sacarse una foto con el Viejito Pascuero. Y muchos niños lo tienen claro, saben que lo importante es el nacimiento de Jesús".

René Sanhueza

Pascuero por 16 años

A veces, el rol del Pascuero es orientar a los pequeños. René Sanhueza señala que "a veces vienen niños a pedir regalos caros, y entonces miro a sus papás, o le veo los zapatitos al niño y sé que eso va a ser imposible. Son los niños víctimas de la publicidad, que les hace creer que tienen todo el derecho a recibir los productos que están vendiendo... Cuando eso ocurre, los aterrizo un poquito, les hago ver que el regalo que reciban será bonito, porque fue entregado con cariño".

2.000 pesos

y hasta $3.000 es el valor de una fotografía junto al Viejito Pascuero. Se incluyen trineos tirados por renos, regalos y los mejores consejos del sabio anciano nórdico.

2 milenios

han transcurrido desde el nacimiento de Jesús en Belén. Los pascueros temuquenses aseguran que muchas veces los niños tienen este hecho más claro que los adultos.

16 años

lleva el temuquense René Sanhueza trabajando en la vía pública como Viejito Pascuero. Asegura que los niños tienen claro el concepto de la Navidad.