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El Consejo de Seguridad "enfría" la demanda palestina por retirada

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El Consejo de Seguridad de la ONU relativizó ayer las aspiraciones palestinas para aprobar de forma urgente una resolución que fije las fechas para terminar con la ocupación israelí. Horas después de que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) anunciara su intención de someter un borrador a votación mañana, varios miembros del máximo órgano de decisión de la ONU consideraron "muy poco probable" que pueda haber avances esta semana.

Jordania, que como miembro del Consejo ha sido hasta ahora el encargado de canalizar ante este órgano las propuestas palestinas, dejó claro que no espera avances inmediatos. "La fecha del miércoles la vi como ustedes, en la prensa. No sé de dónde viene", dijo la embajadora jordana ante la ONU, Dina Kawar, en referencia al anuncio palestino.

Según Kawar, al menos será necesario esperar a conocer el resultado de las reuniones que el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, tiene en Europa con líderes israelíes, palestinos, árabes y europeos, un mensaje con el que coincidieron fuentes de otros países.

Según la agencia EFE, desde noviembre los miembros del Consejo tienen en su poder un borrador presentado por Jordania en representación de la Liga Árabe, un texto que fija noviembre de 2016 como fecha límite para la salida de Israel de Jerusalén Este y otros territorios que ocupó en la guerra de 1967.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que "no va a aceptar ninguna demanda o plazo" para alcanzar un acuerdo de paz en la región. "Se trata de un ataque diplomático que obligará a Israel a retirarse a las fronteras de 1967 y que traerá a los extremistas islámicos a los suburbios de Tel Aviv, dijo Netanyahu en una reunión con el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, en Roma.

Washington había tratado de convencer al Presidente Mahmoud Abbas de posponer la iniciativa y abordar el tema en negociaciones directas con Israel.

Nicolás Maduro dice que "no se retracta ni una coma" por sus acusaciones contra Aznar

conflicto. El Mandatario venezolano volvió a acusarlo por conflicto en Irak.

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El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, responsabilizó ayer nuevamente al ex Presidente del Gobierno español, José María Aznar, de la muerte de 1.200.000 iraquíes en 2003 y pidió que sea juzgado por la Corte Penal Internacional (CPI).

Al término de una manifestación en Caracas contra las sanciones de Estados Unidos a funcionarios venezolanos, Maduro anunció que propondrá al Parlamento la creación de un "Comité de juristas por los derechos humanos de venezolanos y personalidades mundiales para llevar a juicio por crímenes de guerra" a varios dirigentes, entre ellos el ex Presidente del Gobierno español.

"No me retracto ni una coma, Aznar es un asesino, un heredero del fascismo de Francisco Franco y debe ir a la Corte Penal Internacional", añadió el Mandatario.

Maduro volvió a referirse a Aznar después de que el viernes pasado lo acusara de la muerte de más de un millón de iraquíes y ayer lo apuntó al comentar que no solamente deben ser juzgados "los amos estadounidenses" sino también sus "súbditos", "sus esclavos pitiyanquis en el mundo".

"La derecha española se molesta porque yo digo la verdad, pero no desmienten lo que yo digo", agregó. El Mandatario venezolano dejó en claro que al acusar a Aznar no se "está metiendo" con el pueblo español al cual dijo "respetar" y "amar". "El noble pueblo de España sabe que es verdad, Aznar tiene sus manos manchadas en sangre con la invasión a Irak, con el golpe de Estado a Venezuela, Aznar es un asesino", recalcó.

1.200.000

iraquíes muertos acusó Maduro que serían "responsabilidad" del ex Presidente Aznar.

16

de marzo de 2003 EE.UU., Inglaterra y España lanzaron el ultimátum previo a la guerra de Irak.

Sydney: toma de rehenes finaliza con tres muertos

emergencia. La policía irrumpió en una cafetería y liberó a los rehenes. El desenlace terminó también con cuatro heridos.

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Tres personas murieron, el secuestrador y dos rehenes, y cuatro resultaron heridas cuando la policía australiana intervino ayer para liberar a las personas retenidas durante 17 horas por un supuesto clérigo musulmán en un café del centro de Sydney.

El secuestrador, que llegó a tener 17 rehenes, era Man Haron Monis o "jeque Haron", un autoproclamado clérigo musulmán de origen iraní, perteneciente a la línea dura y con antecedentes por violencia, que protagonizó numerosas protestas en Australia contra la intervención militar en Afganistán, según la Policía.

Las otras dos víctimas eran dos rehenes, una mujer de 38 años y un varón de 34, que fueron declarados muertos tras ingresar en un hospital, de acuerdo al informe policial citado por la agencia EFE.

Los heridos son tres mujeres, una de ellas con herida de bala, y un agente policial, que fueron atendidos en hospitales de la zona.

El comisionado Andrew Scipione, de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur, dijo en la madrugada australiana en conferencia de prensa en Sydney que la situación llegó a un punto en el que hubo que tomar una decisión y subrayó que la operación policial llevada a cabo de madrugada logró "salvar muchas vidas".

El secuestrador entró en el café, situado en la céntrica Martin Place, sobre las 10 de la mañana (local) y retuvo a numerosos empleados y clientes.

Sonidos de intensos tiroteos y de explosiones de granadas de aturdimiento se registraron poco después de las 2.00 AM hora local.

Poco antes, al menos seis personas que habrían estado entre los cautivos lograron huir después de escuchar disparos provenientes de la cafetería. La policía confirmó más tarde que las personas habían reaccionado escapándose.

los motivos

La policía todavía no tiene claros cuáles fueron sus motivos, aunque según varios medios exigió en varias ocasiones hablar con el primer ministro australiano, Tony Abbott.

La policía identificó al secuestrador como Man Haron Monis, un iraní de 49 años que contaba con asilo político en Australia, donde llegó en 1996.

Según la prensa local se trata de un radical que se define como clérigo y que estaba en libertad bajo fianza, acusado como cómplice en 40 casos de abusos sexuales y en el asesinato de su ex mujer, que murió apuñalada y quemada en un departamento de Sydney en 2013. Regenteaba como "sanador espiritual" una especie de consulta en Sydney, según DPA. También fue declarado culpable en 2012 de enviar cartas amenazantes a las familias de ocho soldados australianos muertos en Afganistán.

El Gobierno de Irán condenó ayer la toma de rehenes ocurrida en Sydney y aseguró que el secuestrador, un iraní asilado en Australia, era un "perturbado mental". Teherán informó en varias ocasiones a las autoridades australianas sobre el desequilibrio mental del predicador iraní, aseguró ayer la vocera del Ministerio de Exteriores, Marsieh Afcham. El hombre emigró hace casi 20 años a Australia y solicitó allí asilo, explicó la representante gubernamental.