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Los padres claman justicia a tres meses del caso Iguala

méxico. Aunque se han realizado 80 detenciones, ninguno de los presuntos autores ha sido formalizado.

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Los rostros de los 43 estudiantes que desaparecieron hace tres meses en el estado mexicano de Guerrero regresaron ayer a la ciudad de Iguala, donde sus familiares reclamaron justicia y su aparición con vida.

Grandes carteles con fotografías de los alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa acompañaron una multitudinaria marcha en Iguala, donde hace tres meses policías dispararon contra decenas de estudiantes y causaron la muerte de tres de ellos y de otras tres personas.

Además, la noche del 26 de septiembre 43 estudiantes fueron detenidos por policías corruptos y entregados al cártel Guerreros Unidos, que presuntamente los asesinó e incineró en un municipio vecino a Iguala, una versión en la que no creen los familiares.

manifestación

A tres meses de la desaparición, los presuntos autores del crimen siguen sin ser formalizados. "Martín, tu familia te espera", señalaba una de las decenas de pancartas que se vieron en la movilización, que salió de la central de Abasto con rumbo a la plaza principal de Iguala.

Unos mil manifestantes recorrieron la vía donde los jóvenes fueron atacados por órdenes del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, quien -según la investigación oficial- pensó que los estudiantes buscaban arruinar un acto encabezado por su esposa, María de los Angeles Pineda.

"Tus armas asesinaron a mis hermanos. 43 vivos los queremos", indicaron los familiares durante la marcha, en la que también participaron estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg).

Durante la movilización, un grupo de encapuchados lanzó petardos contra la puerta del 27 Batallón de Infantería del Ejército, al que critican por no haber intervenido el 26 de septiembre para proteger a los estudiantes.

PIDEN RENUNCIAS

También se reclamó la salida del Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y del gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, quien asumió el cargo a finales de octubre después de que Angel Aguirre renunciara presionado por las protestas generadas por la desaparición de los estudiantes.

De los 43 estudiantes desaparecidos, sólo se tiene certeza de la muerte de uno, Alexander Mora, cuyos restos fueron identificados por un equipo forense hace un par de semanas.

El jueves, la policía confirmó el hallazgo sin vida del sacerdote Gregorio López Gorostieta, quien se encontraba desaparecido en Guerrero. La Conferencia Episcopal de México exigió ayer que se esclarezca este asesinato y "los demás crímenes que han provocado dolor en tantos hogares".

Las investigaciones que ha realizado la Procaduría General de la República han llevado a la detención de 80 personas. Sin embargo, los presuntos autores intelectuales del crimen -el ex alcalde José Luis Abarca y su esposa- aún no enfrentan cargos por este caso. Hasta el momento, Abarca es acusado por los delitos de homicidio, delincuencia organizada y desaparición forzada por la muerte de un líder sindical y de un síndico municipal en Iguala, delitos por los que está recluido en una cárcel.