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Japón lanza un plan de emergencia para revitalizar el consumo interno

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El Ejecutivo nipón adoptó ayer un plan económico de emergencia destinado a reactivar el consumo privado a través de una cuantiosa inversión pública, que irá a parar a medidas como las alzas salariales en las pymes o los subsidios agrícolas.

El paquete de estímulo tiene una inversión aproximada de 3,5 billones de yenes (US$29.050 millones), y fue aprobado ayer en una reunión del gabinete de Gobierno. Se trata de la primera medida emprendida por el primer ministro nipón, Shinzo Abe, para consolidar su estrategia económica conocida como "Abenomics" después de su reciente reelección al frente del Gobierno de Japón.

La nueva partida fue concebida para revitalizar la economía nipona después de que en el periodo julio-septiembre entrara en recesión técnica, debido a que el consumo doméstico -que supone el 60% del Producto Interno Bruto nipón- se resintió por el aumento del IVA de abril pasado.

La agresiva estrategia de flexibilización monetaria promovida por Abe, sumada a la progresiva devaluación del yen, ha favorecido sobre todo a las grandes empresas niponas, cuyos beneficios han crecido notablemente desde que el primer ministro llegó al poder en 2012, pero aún no ha dejado los efectos deseados en la economía real.

Por ello, el paquete de estímulo incluye medidas concretas centradas en elevar el poder adquisitivo de las clases medias y en las zonas rurales del país, en especial en las más castigadas por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011, así como en apoyar a las pymes.

En particular, se movilizaron 1,2 billones de yenes (US$9.960 millones) que permitirán conceder subvenciones a las pymes que cumplan determinadas condiciones. Las pequeñas y medianas empresas deberán invertir estas ayudas en alzas salariales para sus empleados, para compensar así el aumento de los precios que viene promoviendo el Banco de Japón (BoJ) para sacar al país de la deflación crónica. Otros 1,7 billones de yenes (US$14.110 millones) se destinarán a proyectos de prevención de desastres y reconstrucción de zonas afectadas por la catástrofe natural de 2011.

Asimismo, 600.000 millones de yenes (US$4.980 millones) irán a parar a regiones que sufran un descenso de su población, como es el caso en muchas áreas rurales del país, y se invertirán en subsidios a la producción de arroz o en infraestructuras de transporte.

Con vistas a favorecer la recuperación del estancado sector inmobiliario, el Gobierno también incrementará su gasto en obras públicas y pondrá en marcha otras medidas para promover construcciones más respetuosas con el medioambiente.

Entre ellas destaca la concesión de "eco-cheques" o cupones intercambiables por productos ecológicos a los particulares que construyan sus viviendas con medidas de ahorro energético. Por último, se financiarán medidas de apoyo a la maternidad en 50 municipios del país, como el aumento de los servicios médicos y sociales y del número de plazas disponibles en guarderías.

Los analistas nipones consideran que el paquete permitirá una recuperación del consumo doméstico, aunque señalaron que su alcance será limitado.