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"Pensé que los tipos me iban a matar, hasta aquí no más llegué dije en un minuto"

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Víctor Leonel Vega Vega (33) estaba con mucha fiebre la noche del miércoles 31 de diciembre. Antes de ir a dormir a una carpa, instalada en un sector del fundo Arauco de Freire, se tomó un Tapsín para el dolor de huesos, sin siquiera esperar los festejos de Año Nuevo. Estaba solo, sin su familia, acompañado de su fiel perro Jac.

Su vida cambió para siempre solo minutos después de haberse iniciado el 2015, cuando unas seis personas ingresaron al predio y lograron prender fuego a 3 camiones y una cosechadora, con él a solo metros como testigo del segundo ataque incendiario del año.

Vega Vega, que en un principio pensó que eran unos animales que se habían pasado al paño de 7 hectáreas de su patrón, jamás pensó en que iba a tener que utilizar la escopeta con la cual dormía esa noche. De hecho, uno de los dos disparos que percutó, impactó en el rostro y tórax del comunero Guido Carihuentro Millaleo (internado fuera de riesgo vital en el hospital Hernán Henríquez Aravena), hecho por el cual fue formalizado por tenencia ilegal de arma de fuego.

Tras la audiencia quedó en libertad y hoy, a exactos 8 días de lo ocurrido, el operador de máquinas pesadas repasó junto a El Austral los momentos más difíciles de esa noche, que para bien o para mal, marcaron para siempre su vida.

- Ese día me dio una fiebre terrible, con dolor de huesos y todo, incluso mi patrón me llevó medicamentos junto a unas carnes para comer. Me tomé un Tapsín caliente y me acosté como a las 21.30 horas, cuando en eso me despierto y siento un tropel de animales - pensé que se habían entrado los animales del vecino - y estaba saliendo de la carpa cuando siento que abren la puerta del primer camión (mi perro Jac los atacó) y lo primero que pensé es que 'están robando'. Pesqué la escopeta - tenía un tiro puesto y le pongo otro más - y para evitar todo el problema lanzo un tiro al aire para que los tipos se vayan, pero se arma una balacera (con armas cortas y largas) y me pillo con unos tipos que me dijeron 'aquí te vamos a quemar tal por cual, te vamos a matar', pensé lo peor.

- En un momento pensé ¿qué hago con un tiro (en la escopeta)?, la verdad pensé en morir. Luego recuerdo que estaba agazapado detrás de un carro y me percaté que estaban desconcertados disparando para todos lados. Me corrí para la orilla - siempre agazapado detrás de una rueda - y dije 'esta es la mía', me encuentro con un grupo de personas y le disparo el último tiro que me quedaba desde la cadera, incluso pensé que se me había ido abajo el tiro, con las ansias de poder librarme y poder llamar a Carabineros porque salí tal cual (en polera y calzoncillos). Corrí y llamé a Carabineros y cuando llegaron como a los 15 minutos, nunca me había alegrado tanto en mi vida de ver a Carabineros.

- No. Yo esa noche había terminado de arreglar mi máquina y cuando terminé lo único que quería era dormir porque estaba con mucha fiebre.

- Póngase usted en mi lugar. Afiebrado, lo atacan a balazos, uno en calzoncillos, a pies pelados y sin poder defenderse. Pensé que los tipos me iban a matar, hasta aquí no más llegue dije en un minuto. Si no fuera por mi perro que me alertó quizás qué hubiese pasado.

- Yo hice el servicio militar en el año 2000. Sé operar un arma y distinguir un poco los ruidos.

- Yo le disparé a un grupo de entre 5 a 6 personas, vi que se movían nada más. No distinguí si estaban o no encapuchados porque salí tan rápido por los matorrales y no pude ver nada más.

- Acento extranjero, no. Solo el típico acento del mapuche, tampoco vi ningún rostro ni nada específico.

- Yo creo que de no haber sido por ese disparo habría estado muerto. Obvio que no me siento igual, no estoy comiendo lo mismo, despierto a saltos pero cuando uno se ve tan amenazado y cuando uno ve un escape por donde liberarse, yo creo que cualquier persona no dudaría en hacer lo que yo hice esa noche.

- Trataría de no estar allí porque esta experiencia yo no se la doy a nadie. A uno esto le marca la vida, si llega a morir (Guido Enrique Carihuentro Millaleo), me va quedar en la conciencia de que maté a una persona, aunque sea en defensa propia. Incluso cuando le disparé al grupo de personas, pensé que le había disparado a los pies, porque no le disparé a nadie en específico, solo con las ansias de escapar de ese lugar y llamar a Carabineros.

- ¿El terreno había sido reclamado por comunidades del sector?

- No, nada de eso, ni mi patrón había tenido problemas con ellos, incluso les daba trabajo a los mapuches. Yo en los ocho años que llevó en ese lugar nunca escuché que lo hayan reclamado ni que hubiese problema con los mapuches.

- No, ninguna amenaza y mi familia tampoco. Ya me habría enterado de eso, aunque espero que no suceda.

- Con protección policial en sí, no. Pero si veo algo sospechoso tengo que dar aviso a Carabineros.

- No, no. Yo sigo operando mi máquina, espero poder encontrar trabajo porque mi psicólogo me dijo que eso era bueno para distraerme de todo esto y poder estar mejor.

La Defensoría Penal Pública presentó un recurso de protección en favor del comunero Guido Carihuentro Millaleo, ya que el 2 de enero pasado, la jueza de Garantía, Caroline Guzmán Muñoz, resolvió dar orden de detención al comunero que está internado en el Hospital Hernán Henríquez Aravena. El escrito, patrocinado por los abogados Lucy Catalán y Marcelo Pizarro, busca "restablecer el imperio de derecho y asegurar la debida protección del imputado". Los alegatos se harán efectivos hoy en una de las salas de la Corte de Apelaciones de Temuco y entre otras cosas se buscará dejar sin efecto la detención de Carihuentro, argumentado su delicado estado de salud, aunque este ya salió de su estado más crítico.

33 años

tiene Víctor Vega, y hace ocho años que trabajaba en el sector del fundo Arauco en la comuna de Freire.

1 de enero

un grupo de 6 personas ingresó al predio y quemó tres camiones y una cosechadora.

1 disparo

impactó en el rostro

del mapuche Guido Carihuentro, quien permanece grave en el H. Regional.