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En Collipulli lloran la partida de los dos "chicos buenos" que dejaron huella

Víctimas. El alcalde de la ciudad, Leopoldo Rosales, dio 3 días de duelo comunal y suspendió las actividades de carácter festivo.
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cronica@australtemuco.cl

La muerte de los dos voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Collipulli caló hondo en la comunidad. Bajo un intenso sol los vecinos se agolparon en la Segunda Compañía de Bomberos donde estaban las urnas con los restos de las dos víctimas del accidente de Bajo Malleco. Llegaban con flores y palabras de aliento para levantar a los familiares que estaban golpeados, exhaustos y dolidos, como un boxeador a punto de caer a la lona.

Las urnas fueron dispuestas una al lado de la otra y cubiertas con una bandera. Sobre ellas fueron puestas una fotografía de María Marín (40 años) y Jeyson Salamanca (21 ), junto al casco y al uniforme que los voluntarios vistieron con vehemencia hasta el último día. Allí se podían escuchar los sollozos de los cercanos que no se explicaban por qué una comuna pobre como Collipulli era golpeada de esta manera, como si el destino se ensañara con los más desposeídos.

Fue tal el impacto, que el alcalde de la ciudad, Leopoldo Rosales Neira, dio 3 días de duelo comunal y suspendió las actividades de carácter festivo.

Si bien ambas víctimas tienen historias familiares distintas, el denominador común que los unía era combatir las emergencias y apoyar a los más necesitados.

Abnegada

María Marín vivía en O'Carrol 644 cercano al centro de Collipulli. Ahí, en su hogar, formó su familia con el capitán de Bomberos, Guillermo Pavez con quien tuvo 3 hijos, la mayor, Nicole de 19, María Francisca (16) y Juan Guillermo de 10 años. Además de haber sido voluntaria de la Segunda Compañía de Bomberos de la ciudad, ella pertenecía al Club de Pesca y Caza de Collipulli.

Una vecina y amiga de Marín, Rita Santander, que actualmente trabaja como conductora en los colectivos de la zona, contó que a Marín la conoció en Bomberos antes que ella se retirara para dedicarse a otras actividades.

"A ella la conocí cuando yo era voluntaria en Bomberos. Cuando entró siempre la vimos dedicada a la compañía, ayudando a la gente que lo pasaba mal con los incendios; a las poblaciones donde más necesitaban, ella ahí estaba. En las actividades que se hacían en la compañía, también entregaba juguetes a los niños", relató.

Esta pérdida también golpeó a la suegra de la dueña de casa, Aída Vargas (59) quien vive cerca de la casa de Marín. Allí narró que "ella era una buena persona y muy buena dueña de casa, preocupada de los hijos. Con su pareja se conocieron desde jóvenes, antes de los 18 años. Ya a los 19 se casaron y tuvieron a la Nicole y tres años más tarde a la María Francisca y finalmente al más chiquitito. Como le digo, ella era muy preocupada por sus hijos y entregada a los Bomberos. Siempre participaba de las actividades que realizaban con los voluntarios, muy comprometida con su labor", precisó.

Aída Vargas también se refirió al conflicto que vive actualmente la ciudad de Collipulli. "Lo que sucede aquí es que estamos cansados de esta situación. Los violentistas nos quieren arrinconar. A mí me sacaron de una de mi campo hace varios años y quedó con un menor valor el sitio. A nosotros, personalmente todo lo que esta gente hace con incendiar predios es sólo maldad, gente malintencionada; ellos lo tienen todo y más encima nos quieren sacar de aquí", aseveró.

También dispara duro contra las autoridades. "Ellos deberían ser parte del problema, la Presidenta Bachelet debería hacerse presente, que vea lo que estamos viviendo acá porque no sacan nada con mandarnos camiones aljibe o más agua para apagar los incendios cuando el problema real es otro", afirmó.

En tanto, el cuñado de María, Juan Pavez Vargas, contó que Marín en un principio no quería ser voluntaria de Bomberos. "Ella nunca había querido ser voluntaria de Bomberos, ya que veía a su marido siempre ir de allá para acá y eso no lo comprendía mucho. Que él saliera de un lado a controlar incendios siendo que ella cuidaba de los hijos. Pero finalmente ella hace 5 años atrás se unió a la institución, y comprendió la labor de su marido, lo entendió. Además ella junto a él tenían sus uniformes en la pieza para partir frente a cualquier emergencia".

La segunda hija de Marín, María Francisca de 16 años, habló brevemente con El Austral sobre su madre, quien emocionada, relató. "Ella era una persona abnegada y entregada a nosotros, lo dio todo por ser una buena mamá".

Colaborador

Al otro lado de la ciudad, en la Villa Los Girasoles vivía Jeyson Salamanca, quien además de ser bombero, trabajaba en la mantención de maquinaria en la molinera "El Globo".

Una vecina del sector, Edith Jara, relató que el muchacho vivía con un hermano menor y su madre, que también era dueña de casa. "Él no se metía en ninguna cosa, tenía su autito y salía a trabajar, y cuando llegaba del trabajo siempre nos saludaba. Era una persona muy tranquila y solidaria, sobre todo con nosotros los vecinos, nos ayudaba con cosas acá, pero siempre fue muy metido con el tema de los Bomberos; no se juntaba tanto con los vecinos".

Pablo Pereira, voluntario de la Segunda Compañía de Collipulli y concejal de la comuna, conoció a ambas víctimas, pero sobre todo a Salamanca desde que era un niño. "Él quería ser algo más, era un buen muchacho. Siempre estuvo comprometido desde que era chico con los Bomberos, incluso, mucho antes de llegar a ser cadete. Él creció con nosotros en la compañía y siempre participó muchos años como cadete hasta que cumplió la mayoría de edad para ser voluntario. En todas partes fue muy colaborador. Además siempre acomodaba sus turnos para poder salir a las emergencias. Siempre dio todo por Bomberos".

Ambos voluntarios recibirán los honores correspondientes porque murieron en acto de servicio. Los funerales de las víctimas serán hoy a las 20 horas en el Cementerio Municipal de Collipulli.

Minuto de silencio

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Un minuto de silencio en el hemiciclo de la Cámara de Diputados honró la memoria de los dos voluntarios de Bomberos que perdieron la vida mientras asistían a una emergencia en la comuna de Collipulli. La instancia, en la cual los 120 diputados del país se levantaron de sus asientos y mantuvieron silencio por las víctimas de esta tragedia, fue solicitada por el diputado y subjefe de la bancada de diputados de Renovación Nacional, Jorge Rathgeb, quien como parlamentario y voluntario de la Compañía de Bomberos de Traiguén expresó sus condolencias a las familias de ambos voluntarios.