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Volcán Villarrica y las termas, una atractiva combinación veraniega

visitantes. La zona lacustre basa buena parte de su oferta turística en el paisajismo y las excursiones al macizo.
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Desde sus 2.800 metros de altura, el volcán Villarrica domina un buen pedazo de La Araucanía, convirtiéndose en uno de los hitos geográficos más fotografiado, visitado y requerido por los visitantes.

Mientras en Pucón, el Villarrica asoma desde cada una de sus calles y es protagonista de trekings, cabalgatas y excursiones, en la comuna de Villarrica fue pensado incluso como elemento integrante de la playa artificial Pucara, quedando ingeniosamente enmarcado en un portal que apunta a la cordillera y que sin lugar a dudas se transformará en la foto más recurrente del verano.

El volcán Villarrica es hoy por hoy uno de los destinos más solicitados, según señalan los tour operadores de la zona lacustre.

Y es que pese a ser uno de los volcanes más activos de Sudamérica, su belleza y su historia que combina la ferocidad de sus erupciones con las leyendas mapuche, es un gancho poderosos para los visitantes tanto chilenos como extranjeros que llegan al sur.

Las especiales características de la zona lacustre permiten la feliz coincidencia de aguas termales contra el maravilloso telón del volcán, transformándose así en un atractivo sumamente cotizado en verano, especialmente por turistas brasileños y europeos.

Hoy, pese a algunos estornudos, el volcán Villarrica parece tranquilo, y es precisamente esta bonanza la que le otorga su cara más amable, la del atractivo turístico que engancha a los amantes de la fotografía, a los visitantes que necesitan de adrenalina, y a los turistas que disfrutan de las aguas cálidas pese al calor.