Disminución de la pobreza
Por décadas a La Araucanía le ha perseguido el estigma de ser la región del país con los peores indicadores de desarrollo social y económico. Prueba de ello son los informes trimestrales de desempleo que la ubican, salvo contadas excepciones, en el último sitial de generación de puestos de mano de obra; o en los educacionales, en los que las pruebas Simce y PSU (selección universitaria) evidencian la distancia que hay con el resto del país; o bien en los salariales, con los ya sabidos desiguales ingresos de quienes viven en este territorio en comparación con los otros de Chile.
La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) que realiza periódicamente el Ministerio de Desarrollo Social, inscribió nuevamente a la Región bajo estos mismos parámetros. La Araucanía es, nuevamente, la región del país con la mayor cantidad de personas viviendo bajo el umbral de la pobreza, situación que ya se había venido repitiendo sin variación en los anteriores estudios de los años 2006, 2009 y 2011.
No obstante, hay otra lectura para la encuesta que sí puede arrojar una diferencia y que debiese alentar a la Región, pues los números muestran que en el período entre 2011 y 2013, La Araucanía fue la zona del país que consiguió la mayor disminución de la pobreza, reduciéndose del 39,7% al 27,9%. Doce puntos porcentuales que en concreto hablan de una región que en estos años ha podido gestionar la brecha que la separa del resto del país, tanto gracias a la acción del Estado como de la generación de puestos de trabajo derivados de los numerosos emprendimientos que han comenzado a abundar en La Araucanía.
Por cierto que no es motivo de orgullo que la Región continúe teniendo el cartel de la más pobre de Chile, pero lo relevante es que la brecha se está acortando y que las recetas aplicadas en su momento han comenzado a dar frutos. No será una tarea que se acabará en la próxima Casen, pero lo que se ha hecho, y que ha dado resultados, habrá de seguir aplicándose con las correcciones pertinentes. Y en este sentido, el aporte de los emprendimientos y de la acción reparadora del Estado será cada vez más decidor. Si se pudo entre 2011 y 2013 acortar la brecha en 12 puntos porcentuales, se puede realizar nuevamente.