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Preocupación en vecinos genera abandono de establecimientos educacionales

denuncia. Residentes de sectores aledaños a cuatro ex colegios emblemáticos de Temuco denuncian que los lugares se han transformado en focos de delincuencia, desorden y drogadicción.
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cronica@australtemuco.cl

A raíz del incendio que afectó la mañana del domingo a la escuela básica Turingia (F-487) ubicada en el sector de Santa Rosa, se desató la preocupación de vecinos de Temuco que viven en cercanías de ex establecimientos educacionales que ya no están en funcionamiento y que se encuentran en abandono.

Vecinos denuncian que los otrora establecimientos educacionales no prestan ninguna utilidad, por el contrario, son foco de delincuencia, donde jóvenes se reúnen en las noches a beber alcohol y a drogarse destruyendo instalaciones, generando ruido y molestia en el sector. Este mismo hecho genera preocupación por la delincuencia que producen estos actos.

En Temuco son cerca de cuatro establecimientos educacionales en distintos lugares en los que se pudo comprobar la manera en que el abandono ha generado destrucción, acumulación de basura y sobre todo se han transformado en foco de delincuencia.

El caso más preocupante es el del ex liceo Aníbal Pinto de Temuco. En el lugar se ve gran cantidad de basura, gente bebiendo alcohol en los alrededores y personas que hasta duermen al frente del lugar.

Henry Leyton, locatario de la feria Pinto relata que "he vivido 30 años acá al frente, estudié en este liceo y es una lástima lo que ha pasado con él, sobre todo porque se está perdiendo esa infraestructura, que ha resistido terremotos y todo. Se le podría dar otro uso porque lleva años botado y da mal aspecto, sobre todo ahora que se le hizo una remodelación a la avenida Pinto. Las plazoletas ubicadas al frente del liceo se transformaron en el último tiempo en un nido de droga y alcoholismo, lo cual terminó por alejar a los estudiantes de este colegio. Hay gente que hasta vive aquí, que ocupa de baño el colegio, que duerme afuera, que toma durante todo el día. El control policial es casi nulo, entonces no saca nada la municipalidad en invertir, poner áreas verdes y todo si hay un foco permanente de contaminación, de delincuencia, que va deteriorando día a día el lugar".

Por su parte, Herta Villarroel, vecina que transita frecuentemente por el sector para ir a comprar a la feria Pinto comenta que "es triste ver la ciudad así, se ve fea tanta basura, gente tomando a cualquier hora del día. Además se gastan millonadas en colegios nuevos, teniendo éstos que están buenos todavía, que se podrían reparar y volver a abrir. Hay mucha gente que no tiene casas, poner un consultorio, una comisaría, no sé, darle algún uso".

Otro de los casos que genera preocupación en la ciudadanía es el de la escuela general básica Nº95, Manuel Rodríguez, ubicada en calle Brasil. El establecimiento educacional se encuentra sin estudiantes hace más de un año. En el lugar se puede apreciar el pasto largo, gran cantidad de basura y sobre todo envases de alcohol.

Abelino Panguinao, quien tiene un taller mecánico en frente del colegio denuncia que "el pastizal, el entorno, echa a perder todo. El colegio tiene una multicancha techada a la que no se le da ningún uso, me pregunto por qué no se arrienda, ahí mismo podría haber un ingreso para la municipalidad, para la junta de vecinos. Con eso mismo se va a incentivar que llegue gente con hábitos más sanos. Es preocupante que esto esté pasando porque esto mismo genera que haya más delincuencia en el sector".

"Me parece malísimo, sobre todo porque se presta para escondite de jóvenes que andan delinquiendo en el sector, personas que entran a robar las cosas que se encuentran en los colegios. Uno mismo se pone nervioso, porque si no encuentran nada allá pueden venir acá o a los negocios que hay alrededor", agrega.

El caso que desató la preocupación de vecinos de colegios en desuso fue el incendio que se generó el domingo durante la mañana en la escuela municipal básica Turingia (487).

El establecimiento no está en funcionamiento hace más de dos años y al igual que los otros colegios, vecinos acusan que los problemas de delincuencia, de basurales y de personas que se reúnen a drogarse y a beber se repiten, pese a contar con guardias de seguridad que cuidan el recinto.

Jacqueline Álvarez, quien vive justo en frente a la escuela incendiada el domingo pasado relata que "la cerraron y tuve que cambiar a mi hija. Es una lástima lo que está pasando porque se ha prestado para pura delincuencia y esta es la cuarta vez que han intentado quemar la escuela. Es la misma gente que viene a tomar y cuando están borrachos hacen esas cosas. Las autoridades han querido hacer varias cosas, se hacen reuniones con la junta de vecinos, pero todo queda en nada al final. Tuvieron la idea de poner hasta un retén, pero no pasa nada".

Mario Peña, vecino que tiene un local comercial a una cuadra del local educacional comenta que "me parece malo lo que está pasando, porque lo único que aporta al final es delincuencia al sector. Lo grave es que ya son varios los intentos de incendio, y hay casas alrededor, entonces es peligroso. No entiendo como no hacen nada, porque por más que pongan guardias si llega un grupo grande de personas él no va a poder hacer nada contra ellos. Creo que estos recintos deberían ocuparlos en algo, yo he visto como otros colegios les han dado otra utilidad".

En el caso de la ex escuela Porvenir, ubicada en calle Huérfanos 01459, se ha trabajado en proyectos para darle un nuevo uso a estos sitios. Es así como en diciembre del año pasado se instaló el "Club Comunitario Pueblo Nuevo Norte", el cual utiliza una parte del sector en donde estaba el recinto educacional. Los vecinos valoran el esfuerzo, pero explican que aún no es suficiente.

Así lo relata Jorge Sáez, quien vive en la casa de en frente del ex colegio y comenta que "ese club ha servido harto a la población, pero igual en el resto del sitio se juntan jóvenes en la noche, se escuchan ruidos, gritos, música fuerte... es gente que se junta a tomar en la parte que está abandonada", comenta.

Por su parte, Débora Belmar, vecina del frente del colegio relata que "es triste porque nosotros estudiamos acá, y ahora verlo destruido, dañado botado, con foco de enfermedades por los pastizales y la basura. Yo sé que se puso un club comunitario hace poco, pero no veo que sea suficiente, porque sigue habiendo gente que se junta a tomar y a drogarse".

Pese a las denuncias de vecinos de los establecimientos educacionales, el director del Departamento de Educación Municipal de Temuco, Eduardo Zerené, comenta que la municipalidad está constantemente monitoreando los lugares y que se tienen en carpeta varios proyectos para darle un nuevo uso a los recintos.

"En todos estos colegios que ya no se están utilizando, nosotros tenemos alarma, incluso en el caso de éste establecimiento nosotros hemos contratado dos guardias, entonces no es que estén abandonados, la municipalidad se preocupa de los locales. Lo que ocurre es que los focos de delincuencia, los delincuentes naturalmente cuando quieren ingresar a algún local aunque esté cerrado igual ingresan. En los colegios que tenemos nosotros bajo nuestra administración nos preocupamos de los locales, los estamos visitando permanentemente. Es inevitable que entre gente de forma clandestina, a pesar de todos los resguardos que se toman", comenta Zerené.

El encargado municipal de educación, frente a la preocupación de la comunidad dijo que se están estableciendo reuniones con los vecinos de los colegios para darles un nuevo uso a los establecimientos.

"La situación más compleja y la que nos ha creado más problemas es el de Turingia. Nosotros hemos tenido al menos tres reuniones con la junta de vecinos del sector, para acordar un destino de ese inmueble, y estamos en proceso de llegar a un acuerdo para llegar a una solución definitiva", comentó.

Consultado frente al tema de por qué estos establecimientos cerraron sus puertas, Zerené comentó que se debió a la baja matrícula que presentaban los colegios.

Eduardo Zerené comenta además que se pretende darle un nuevo uso a los recintos y que la municipalidad ya se encuentra trabajando en eso. "Hay colegios que ya tienen algún destino, que tienen centros comunitarios, la municipalidad tiene proyectados centros de adulto mayor, hay colegios que se han entregado en comodato a Integra, entonces no es que estén abandonados. Por ejemplo, la ex escuela Alonso de Ercilla, ubicada da en calle Ziem, se le entregó en comodato al Centro Comunitario de Salud Mental, en donde, entre otras cosas, se trata a personas con problemas de adicciones", finalizó Zerené.

"Es inevitable, a pesar de todos los resguardos que podamos hacer, que entre gente de forma clandestina en estos lugares".

"Se ha transformado en foco permanente de delincuencia y de drogadicción. Se le podría dar un nuevo uso a estos establecimientos".

Henry Leyton,

vecino de colegio Aníbal Pinto