Puconino desafía la furia del macizo para cuidar su casa y sus animales
DAÑOS. La violencia de la erupción causó aludes en el Parque Nacional Villarrica. Maquinaria, vehículos y un galpón del Parque Cuevas Volcánicas quedaron bajo el barro.
hsotoc@australtemuco.cl
Siete personas pueden darse el gusto de decir que vivieron la última erupción del Villarrica en primera fila. Apenas a dos kilómetros del volcán, la familia Cabrera debió abandonar sus casas ubicadas al interior del Parque Nacional Villarrica para presenciar -cerca de las 4 de la mañana- el increíble y aterrador espectáculo de fuego, lava, fumarola y rugidos del Rukapillán.
Tras la llegada de la mañana, en medio de los escombros y destrozos que el volcán dejó regado por el camino -entre ellos una roca de casi 20 toneladas que fue a anidarse junto a la única vía hacia el refugio andino- los equipos de emergencia lograron llegar hasta el Fundo San Pedro para evacuar a esta familia. Uno de sus integrantes, sin embargo, dialogó con las autoridades y solicitó permanecer junto al gigante cordillerano, para cuidar viviendas y los animales, importante fuente de sustento en tierras imposibles de sembrar por las particularidades del terreno volcánico.
"Ya una semana antes de la erupción, el volcán estaba dando señales", asegura Samuel Cabrera Carrasco, quien decidió permanecer día y noche junto a la montaña. "Aquí vivimos siete personas repartidas en 3 casas, apenas a 2 kilómetros del volcán, por lo que sabemos mejor que nadie cuando está inquieto. Yo lo sentí crujir, los sonidos venían del cráter, así es que sabíamos que algo grande se venía".
La erupción les encontró en sus casas del Fundo San Pedro. La potencia de la explosión les despertó y sólo atinaron a salir todos juntos a un lado del camino y contemplar el terrible resplandor de las llamas y el zigzagueo de la lava cayendo por las laderas.
"Nos dio mucho miedo, para ser sinceros", agrega Samuel Cabrera. "El pencazo fue muy grande, levantó mucha nube, y luego de una hora se tranquilizó. Nosotros permanecimos despiertos y ya en la mañana vinieron a buscarnos para evacuar el lugar".
Mientras mujeres, ancianos y niños eran trasladados a un albergue en Pucón, Samuel Cabrera dialogó con las autoridades a fin de que le permitieran permanecer en el lugar, a lo que finalmente accedieron.
"Acá tenemos vacas, caballos y gallinas, además de 6 perros que si los dejamos sin comida pueden comerse los animales, así es que quise quedarme", asegura el puconino, cuya casa se encuentra en medio de los bosques y con la enorme silueta del Villarrica dominando el paisaje. "La verdad es que no me da miedo estar aquí solo y pasar la noche, pues yo vivo junto al volcán ya casi 50 años. De hecho viví la erupción del 71, que fue en una época muy parecida, en verano, pero fue bastante más fuerte, quizá porque el volcán tenía mucha agua, por lo que el daño por la lava fue mayor".
Según lo señalado por Samuel Cabrera, si no existen sorpresas en las próximas horas, ya la familia podría retornar a sus casas.
"Aquí vivimos de la venta de leña principalmente", agrega el puconino. "Hemos pasado por momentos difíciles en el último tiempo, pues al tema del volcán se suma que hace un mes estamos sin agua, se han ido secando las vertientes, por lo que hago un llamado al municipio y a las autoridades para que puedan ayudarnos".
Ayer era posible encontrar zonas vigiladas y de acceso restringido en torno al Villarrica.
Uno de estos puntos -además del Parque Nacional Villarrica- era el camino de ingreso al sector del Cerdúo, donde el río desbordado había destrozado dos puentes menores.
Al respecto, el director de Protección Civil de Pucón, Daniel Godoy, indicó que "gracias a Dios eran puentes pequeños, aunque, sin embargo, dejó aisladas a unas 40 personas en total.
"Se pidió a Vialidad que trabajáramos junto con la maquinaria municipal, para reparar estas estructuras, además que Obras Públicas apoya en el arreglo de caminos y accesos".
El propio Ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, inspeccionó los trabajos de reconstrucción de los puentes. Se calcula un plazo de tres semanas en este trabajo, el que se realiza con personal y maquinaria de Vialidad.
El director de Protección Civil de Pucón, Daniel Godoy, señaló también que "estamos evaluando la situación de otras familias puconinas que, producto de que se secó parte del río Correntoso por el cambio de su cauce, se perdió el suministro de agua. Son cerca de 40 familias que están si agua en el sector El Bosque".
Una piedra gigantesca, de entre 15 y 20 toneladas, llegó hasta el mismo camino interior del Parque Nacional Villarrica, por lo que maquinaria pesada del municipio trabajaba ayer para despejar la ruta. Las increíbles dimensiones de la roca dejaban en claro la furia que desplegó la montaña en la madrugada del martes pasado.
A unos cuantos kilómetros de ese lugar, la furia del volcán quedó en evidencia en el Parque Cuevas Volcánicas, donde el alud de barro atrapó un bulldozer, una motoniveladora, una camioneta 4x4 y un camión 3/4. Parte de esta maquinaria, así como señalética, se hallaban al interior de un galpón, que también fue destruido por la fuerza del alud de piedras y barro que se desprendió de las laderas del macizo andino.
"Al margen de las pérdidas económicas, aquí hay un tema de historia, este es el trabajo de mi padre, que quiso dejar este parque para sus nietos y que hoy se encuentra muy acongojado", señaló Nicolás Echeñique. "Pero así es la fuerza de la naturaleza, hay que aprender a respetarla".