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Villarrica y Pucón viven un lento despertar a tres días de la erupción

normalización. Autoridad decretó disminución de la alerta roja a sólo 5 kilómetros del perímetro del volcán, por lo cual se decidió que las clases se retomarán entre hoy y el lunes.

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La expectación en la zona lacustre, en relación al volcán Villarrica, de a poco ha ido disminuyendo, tendiendo a la normalización de la actividad habitual, más todavía después de que ayer el Comité Nacional de Emergencia decidiera disminuir el perímetro alrededor del macizo con alerta roja a sólo 5 kilómetros y, además, confirmar que las clases se iniciarán en el periodo 2015 este lunes 9 de marzo.

Esto, debido a la condición de "cierta" normalidad en el cráter del Villarrica, por lo que los habitantes -tanto de la ciudad de Pucón como el propio Villarrica- se hallan más tranquilos; aunque en la jornada nocturna de ayer se captaba alguna tensión originada por la erupción ocurrida la madrugada del martes.

Notoriamente disminuida la cantidad de gente por las calles de la turística Pucón, en relación a los meses de enero y febrero, en pleno centro se sintió un estruendo que en un restaurante hizo saltar de sus sillas a un grupo de diez jóvenes clientes; todos con la vista fija hacia lo alto de la precordillera.

Sin embargo, lo que "estalló" fue sólo el retumbar de un sistema de amplificación en un gimnasio cercano, lo que desató la risotada nerviosa de todos quienes creían que el "Rucapillan" se manifestaba otra vez.

ausentismo

Hasta ayer, la capacidad del comercio puconino no estaba en su máxima expresión, lo que desató la incomodidad y crítica del presidente de la Cámara de Comercio Detallista local, Ricardo Gutiérrez, al precisar que "la gente no está yendo a trabajar, como por ejemplo el Casino, que no está funcionando, o el supermercado que está a media capacidad. Y todo porque se está mal utilizando un decreto de la Dirección del Trabajo".

Gutiérrez se refiere a la circular que le permite a los trabajadores ausentarse de sus puestos, aunque en caso de "secuelas humanas y materiales", por el proceso volcánico, "pero en este caso no ha habido consecuencias para quienes trabajan en el comercio", se quejó el responsable del sector detallista de Pucón.

Situación distinta se capta en el ambiente turístico del lugar, a raíz del arribo constante de turistas extranjeros que no dejan de mostrarse por las calles.

Tal fue el caso de jóvenes coreanas y suecas que recién ayer llegaban a la zona lacustre regional, sin demostrar ningún temor de llegar a la zona del trabajo geológico del cuarto cono con mayor actividad del sudcontinente.

"Nuestros asociados no reportan ninguna cancelación de reservas vigentes ni de las que están pactadas, lo que comprueba que acá todo este problema se ha enfrentado con absoluta normalidad, sin inconvenientes ni consecuencias para nosotros", indicó la presidenta de la Asociación de Empresarios Turísticos de Pucón, Jéssica Fernández, propietaria del Complejo Turístico de esa misma ciudad.

El lento regreso a la normalidad se vio corroborado, junto al quehacer del comercio, en los albergues dispuestos para quienes se han sentido en estado de inseguridad o quienes habitan el perímetro de los 10 kilómetros en el entorno al volcán, que -hasta ayer- estaba en alerta roja.

villarrica rural

Para el caso de Villarrica, no más de 40 personas son las que permanecen en albergues, especialmente en los sectores aledaños a Licán Ray y que corresponden a sitios rurales "como Loncotraro, Huincacara, El Pimao o Pino Huacho, donde operó bien el sistema de evacuación el día de la erupción", según lo comentó Munir Saphier, encargado comunal de emergencias en la Municipalidad de Villarrica.

De hecho, en los dos albergues dispuestos en la ciudad misma de Villarrica -el internado del Liceo Politécnico y el Colegio Araucanía- al mediodía de ayer no se encontraba ninguna de las cerca de 11 y 30 personas, respectivamente, que allí pernoctaron en las últimas horas.

"Quienes estuvieron acá venían de Pucón y agradecieron toda la atención que se les dio, incluso mejor a la que recibieron en Pucón. Eso nos dijeron ellos", apuntó Edgardo Rivas, director del Internado del Politécnico villarricense.

los riscos

Aunque agradecidos, por la recepción que han recibido, preocupados por la falta de víveres que no les han llegado, se manifestaron los integrantes de una de las seis familias que permanecían ayer en el albergue del sector Los Riscos, en la precordillera de Pucón, a unos 8 kilómetros del derretido, tapado y aparente calmo cráter del volcán.

"Nos dieron una charla y las autoridades nos dijeron que este sector de la capilla de Los Riscos era una zona segura. Nos querían llevar primero a Pucón, pero nosotros no podíamos estar tan lejos de nuestros animalitos en el campo", contó el origen de su llegada al albergue de Los Riscos, María Isabel Cartes, matriarca de un grupo de 8 personas; dos niños entre ellos.

"Estamos esperando que nos digan cuándo podemos volver a la casita, porque a mí me cuesta mucho moverme, al estar enfermo, pero quiero volver porque ahí yo tengo todo lo que he juntado hace 40 años", señaló Nibaldo Cabezas, de 69 años de edad, mientras mira con respeto y a la distancia la montaña.

"Hemos estado bien aquí, pero nos ha faltado alimento, porque lo único que tenemos es lo que hemos reunido nosotros mismos acá con la gente del sector", apuntó el joven Ignacio Barra, en un lugar en donde se mezclan, como extraña combinación, humildes casas con enormes mansiones.

Tal como en Villarrica, en Pucón no han estado en su capacidad máxima los albergues dispuestos por el municipio, según así lo precisó Miguel Chaparro, jefe de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco).

"Tenemos gente en el Liceo Hotelería y Turismo, Los Calabozos, La Península y Los Riscos, para lo cual hay dispuestos turnos con el fin de atender las necesidades de las personas que, mientras dure la alerta roja, tendrán disponibles estos lugares", explicó Miguel Chaparro, en instantes que ayer por la mañana se realizaba el Concejo Municipal, encabezado por el alcalde Carlos Barra.

por invitación

Cierta polémica se levantó allí, debido a los reclamos de la concejala Marcela Sanhueza, en el sentido de que la administración comunal no habría incluido en el proceso de la emergencia al grupo de ediles.

"Se sugirió que en futuros eventos de este tipo se invite a los concejales a integrarse al Consejo Comunal de Emergencias; aunque en realidad, en un evento de este tipo, lo que uno espera es que nadie sea invitado, sino que simplemente llegue a colaborar", criticó el concejal puconino, Cristián Hernández, quien de esta forma se alineó con lo que se ha considerado un oportuno accionar de la autoridad local en la emergencia del martes, y la que -parece-, ya está en una franca retirada.