"Se podrían esperar en el futuro erupciones de mayor magnitud"
Su experiencia de 17 años trabajando en Colombia en el mundo de los volcanes, provocó que el Gobierno de Chile le extendiera una invitación a Carlos Cardona para monitorear 43 macizos del país bajo el alero del Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur.
Durante los últimos días Cardona ha salido a la palestra por el volcán Villarrica. Ha sido el encargado técnico de informar a la población del proceso eruptivo del cráter.
A cuatro días de ocurrido el fenómeno natural, Carlos Cardona recibió a El Austral en el Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur y analizó lo ocurrido en el Villarrica y vislumbró lo que puede pasar en el futuro con la actividad volcánica del macizo lacustre.
- Chile es un país volcánicamente muy diverso, tiene volcanes de diferente composición, tamaño, arquitectura y eso da que se presenten diferentes tipos de erupciones. En el caso particular del Villarrica, tiene un magma que es muy básico y esa composición le da un cierto grado de fluidez y no presenta erupciones tan explosivas como el Chaitén, si no que genera flujos de lava que pueden generar erupciones pequeñas como la que ocurrió el martes pasado.
- La característica del Villarrica es que hace erupciones muy repetitivas, continuas pero de menor tamaño comparado con otros volcanes. Se podrían esperar erupciones en el futuro de mayor magnitud pero nunca comparables como las que ocurrieron en Chaitén hace unos años.
- La parte energética de la erupción ocurrió el martes. Cuando ocurre una erupción, todo el sistema volcánico entra en una fase inestable porque se evacuó material muy rápidamente al interior de él, entonces, dentro de los escenarios que se pueden manejar durante fases post eruptivas o grandes como ésta, es que haya inestabilidad en el sistema y hay que vigilar que no suceda y si sucede, poderlo comunicar. Bajo ese contexto se puede esperar que hayan pequeñas explosiones secundarias que emitan cenizas hacia la superficie, obviamente más débil de lo que ocurrió en la erupción o inclusive pueden haber erupciones secundarias, pero eso tendríamos que monitorearlo.
- Antes de la erupción hubo un incremento paulatino en la actividad sísmica desde julio de 2014. Se pasó de tener 120 eventos a 150 eventos por día hasta días antes de la erupción, hubo 700, pero toda esa actividad está relacionada con procesos internos del volcán (actividad magmática) y esos fueron premonitorios de la erupción. Luego, ocurre la erupción y la actividad sísmica interna decrece ostensiblemente casi sin presentarse en este momento actividad, lo que se está registrando son procesos originados en la superficie y sobre todo flujos de roca o caídas de detritos.
- Nosotros hicimos medidas térmicas antes de la erupción y se tuvieron temperaturas de 1.300 grados centígrados, lo cual es normal para magmas básicos. Los monitores continuos a esa lava nos han indicado que han bajado paulatinamente su temperatura, lo cual es esperable. El día posterior a la erupción tenía más o menos 500 grados centígrados y ayer tenía 250 grados entonces, lo que uno espera que con el tiempo vaya perdiendo temperatura.
- Es una buena señal desde el punto de vista que en este momento no tenemos actividad sísmica relacionada con procesos volcánicos internos, con magma al interior del volcán y la pérdida de temperatura es normal.
- La red de vigilancia en este momento quedó operativa con sus estaciones. Perdimos solamente dos estaciones después de la erupción, una cámara multigas que estaba en el cráter del Villarrica y otra que estaba a 1.3 kilómetros de un total de 23 estaciones sismológicas.
- Chile es un país volcánico y siempre existe riesgo de que un volcán entre en actividad. En este momento nosotros vigilamos los 43 volcanes que son potencialmente generadores de erupciones y por eso es que se vigila permanentemente.