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Fundo El Carmen inicia el día con un atochamiento de 3 kilómetros

molestias. Una población de 40 mil habitantes y una sola vía de acceso conforman el escenario perfecto para un taco gigantesco entre las 7.30 y las 8.30 horas. Micros atestadas, vehículos atascados en el nudo vial y vecinos alterados marcan el inicio de la jornada en esta parte de Temuco.

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La hora comprendida entre las 7.30 y las 8.30 de la mañana, es para los vecinos de Fundo El Carmen sinónimo de caos y dolores de cabeza. Y es que mientras el sol todavía permanece oculto tras los edificios de Temuco, una buena parte de las 40 mil almas de este sector -distante 7 kilómetros de la plaza Aníbal Pinto- coincide en la única vía de acceso, avenida Luis Durand, dando lugar a uno de los tacos más significativos del tramado vial de la capital regional.

Paradójicamente, en un sector donde gran parte del día las calles están completamente expeditas, el promedio de velocidad a primera hora del día se reduce a larguísimos 40 minutos para recorrer apenas 3 kilómetros.

"Esto es simplemente un desastre, cuesta un mundo salir del Fundo El Carmen a primera hora", asegura Nadia Valenzuela, quien debió salir a las 7 de la mañana en su vehículo desde el sector Fundo El Carmen 2 para llegar a las 8 de la mañana a la escuela Santa Cruz.

"Parece demasiado temprano, pero si uno no hace eso se encuentra con el tremendo taco", agrega esta vecina. "Es una distancia relativamente corta hasta la escuela, pero la cantidad de vehículos que toma rumbo a Temuco es enorme. La verdad es que esto es muy agotador, pues luego de que dejo a Francisca en la escuela, tengo que seguir viaje al centro, para llegar a mi trabajo. Esto no es calidad de vida, hay que andar corriendo".

El hecho de que exista una sola vía para salir de Fundo El Carmen -con lomos de toro incluidos- provoca diariamente un atochamiento que puede abarcar cerca de 3 kilómetros, desde el Colegio Adventista hasta las afueras de Inacap, que es el tramo donde se concentra el temido taco.

Así lo señala Rodrigo Castro, vecino del condominio Las Azaleas, quien da inicio a su jornada diaria a las 6.30 de la mañana. Una hora después -asegura- ya está metido en el taco.

"Tengo dos hijos que van a la escuela Santa Cruz, a tercero y quinto básico", señala Castro. "Entran a las 8 de la mañana, y yo el taco lo agarro a las 7.30 horas desde el frontis del Colegio Adventista. Esa pequeña distancia, de menos de 3 kilómetros, sobrepasa la media hora por la tremenda concentración de autos. Apenas dejo a mis hijos en la escuela, voy a trabajar".

Este conductor asegura que los lomos de toro incrementan el problema. "Especialmente el que está instalado a las afueras del colegio Golden School. Allí se forma una fila de autos impresionante".

Los conductores de microbuses concuerdan en el análisis.

"Mientras no haya doble vía u otra vía alternativa, la solución pasa por eliminar los lomos de toro, al menos el que está frente al Golden School", apunta el chofer de la Línea 7, Arly Ramos, quien agrega que "iniciamos nuestros recorridos a las 6.30 horas y rápidamente se llenan las máquinas con los escolares. La hora más complicada es desde las 7.20 hasta las 8.20 horas, allí vamos con las micros totalmente llenas y demoramos 20 minutos en cubrir apenas 800 metros".

Su colega Luis Opazo, asegura que la primera salida desde el terminal es sumamente estresante.

"Se va a la par con muchos conductores de vehículos particulares, algunos que no tienen la pericia suficiente para evitar un topón", asegura el conductor, quien agrega que "este tremendo taco fue creciendo a medida que aumentaron las poblaciones, a medida que se fueron entregando departamentos y se fueron instalando colegios".

Opazo se suma a la crítica a los lomos de toro, señalando que "no encuentro que sea justificado instalar un lomo de toro a las afueras del Golden School si en el mismo lugar existe un paso peatonal y un paso de cebra, además de un carabinero que regula el tránsito. La velocidad en el semáforo peatonal está regulada por el conductor que sabe que debe bajar la velocidad, pero la velocidad allí es demasiado lenta".

A las 8.30 de la mañana, cuando buena parte del taco comienza a disolverse, llega el respiro también para las decenas de vecinos y estudiantes que esperan locomoción que los traslade hasta Temuco. Antes de ello, las máquinas ni siquiera intentaban recoger pasajeros en los paraderos, dada la impresionante cantidad de usuarios que "bajan" desde el corazón del Fundo El Carmen, no dejando un centímetro libre.

El estudiante de Prevención de Riesgos de Inacap, Alejandro Curiñanco, hizo un dramático resumen de lo que es viajar en micro a primera hora de la mañana en las inmediaciones de Fundo El Carmen.

"He subido muchas veces a micros que parecen latas de sardinas, salen completamente repletas de gente desde Fundo El Carmen, y eso cuando queda espacio para que uno suba", cuenta el estudiante. "Además los choferes se enfrascan en discusiones por el tema del pase escolar, cuando somos los estudiantes los que más ocupamos las micros".

Según Curiñanco -quien vive en el camino Imperial Labranza- "mejoró el tránsito gracias al baipás en Labranza, y lo mismo ocurrió con el sector de Javiera Carrera. Pero el taco que se genera aquí en Fundo El Carmen es enorme, se pierde todo el tiempo ganado en las otras vías. Yo creo que este lugar se forma uno de los peores nudos de Temuco.

Siempre en el paradero ubicado a la salida de Fundo El Carmen, en Inacap, Tomás Pinilla concluyó su jornada nocturna en esta casa de estudios superiores y pese a que salió de su trabajo a las 7.30 de la mañana, pasada media hora sigue a la espera de lograr un asiento en alguna micro.

"Muchas veces espero más de 20 minutos por alguna micro que me lleve al centro, y luego debo tomar otra hasta Padre Las Casas", asegura Pinilla, quien agrega que "estamos acostumbrados a esperar, pues viene mucha gente ocupando las micros desde Fundo El Carmen, sumado a que hay tanto vehículo que el taco llega hasta aquí mismo en la puerta de Inacap".

Pasada la hora "pic", con el reloj marcando las 9 de la mañana, el sol ilumina calles vacías al interior del Fundo El Carmen. Ya con los estudiantes en sus establecimientos y los adultos en sus trabajos -casi todos en Temuco- desaparecen los tacos, los bocinazos y las aglomeraciones.

El hecho de encontrarse con nuevos proyectos habitacionales en construcción llama poderosamente la atención, dado que es la sobrepoblación precisamente la que genera los atochamientos.

El municipio -asegura el alcalde Miguel Becker- está de manos atadas respecto de la regulación de esta actividad.

"Nosotros por ley no podemos -si no existe una situación específica- prohibir el desarrollo de este tipo de proyectos inmobiliarios. Podemos retrasar, pedir a las empresas que demoren un poco para esperar mejores condiciones de conectividad", apunta la primera autoridad comunal de Temuco, quien agrega que "se están presentando proyectos habitacionales todos los días en distintos lugares de la comuna, entonces lo que esperamos es que quienes desarrollan estos proyectos inmobiliarios en Fundo El Carmen puedan esperar un poco, hasta la construcción de la doble vía".

Precisamente para apurar esta obra - en la que los vecinos de Fundo El Carmen cifran las esperanzas de ver solucionada la congestión vial- es que el alcalde sostuvo ayer una reunión con el director de Serviu, Jorge Saffirio.

"Es probable que la construcción de la doble vía se inicie a fines del 2016 o inicios del 17, por lo que la disponibilidad efectivamente será para el año 2018", sentenció Miguel Becker. "Uno quisiera hacer las cosas mucho más rápido, por supuesto, pero hay temas legales que retrasan las inversiones que quisiéramos lleva acabo en Temuco".

El alcalde Miguel Becker manifestó su esperanza para que calle Martín Lutero "se pueda abrir para aliviar en parte el problema que están viviendo los vecinos de Fundo El Carmen, quienes se demoran más de una hora para llegar al centro de la ciudad. Esperemos que el gobernador (José Montalva) haga uso de sus facultades para que este espacio esté abierto al menor plazo posible y que exista una suerte de solidaridad por parte de los vecinos de Lomas del Carmen hacia el resto de sus vecinos (...) La proporción es de 100 personas en Lomas del Carmen, y 40 mil en Fundo El Carmen, entonces no tengo dudas hacia donde debemos trabajar".