Como una verdadera araña que protege y resguarda la cordillera, es la escultura realizada por Alejandro Lacassie, quien llegó a la zona lacustre -Curarrehue y Pucón- a mostrar todo su talento
Lacassie, artista egresado de la Universidad de Chile, está trabajando en la concreción de una serie de esculturas que crucen la Región de cordillera a mar, mostrando la cultura mapuche y buscando el transformarse en un referente turístico en cada ciudad a visitar.
En esta ocasión el escultor se enfocó en la comuna de Curarrehue, donde levantó una maravillosa obra llamada "Llalín, la tejedora", que fue financiada en el 2013 por el Fondart.
La escultura representa la figura de la araña o Llalín Kushe, que según la tradición mapuche es la protectora y maestra de las mujeres tejedoras de esta cultura.
Con una altura de 5 metros, un ancho de 2 metros y un grosor de 20 centímetros, la obra está completamente realizada en plancha metálica de 3 milímetros de grosor, reforzada internamente para darle mayor resistencia al viento y a la acción de la naturaleza.
La escultura -una copia exacta de la figura simbólica del arte textil mapuche que representa la araña- se instaló en el camino internacional, cruce Puala, gracias al apoyo de la Municipalidad de Curarrehue.
-¿Cómo llega a La Araucanía a trabajar en sus esculturas que dieron por resultado este trabajo en Curarrehue?
-Llegué por la necesidad de comenzar un proyecto mayor. Lo que quiero hacer es un "Puente Escultórico Territorial", que es una serie de esculturas que busca atravesar Chile desde la montaña hasta la playa, en un correlación directa con un tema mapuche y de la territorialidad, como son los mapus. La idea es que en total sean 4 ejes, y con este proyecto partimos con la primera escultura en Curarrehue. Mi intención es terminar en la costa.
-Pero su trabajo en la zona lacustre parte en Pucón…
-Efectivamente, en el Simposio Internacional de Escultores, que se desarrolló el año pasado, se logró instalar 8 esculturas cerca de la playa y decidí emprender este nuevo proyecto. Lo que quería hacer era lograr una escultura que tuviera coherencia, tanto en lo estético, en el territorio mapuche y una imagen ancestral. Lo que sucede es que el tema mapuche es maravilloso, ellos tienen una imagen muy buena en el arte ancestral y los diseños de arte textil, y al ver estos diseños se trabajó en la búsqueda de la imagen para el proyecto. Me encontré con que había muchas imágenes y cada una tenía una historia, así como el kultrún y otras más. Cada imagen representa una historia.
- ¿Por qué escoge el Llalín?
-Por que Llalín Kushe es la araña sabia, que era la protectora y maestra de las tejedoras. Además, porque sería entretenido basarlo en la imagen de un tejido que atravesara la Región. Partí con la Llalín en la zona cordillerana, para luego seguir desarrollando este proyecto, con el cual sueño.
-¿Y fue un trabajo de mucho esfuerzo?
-Me llevo realizarla como 5 meses y está hecho de planchas de metal de fierro de tres milímetros de grosor y tiene una estructura que es bien bonita. Es complicado, pero lo importante es que es una imagen muy potente, debido a que el arte mapuche tiene una gracia que me gusta y que es la iconografía, donde se divide en dos la imagen, siendo esta una división horizontal y similar. Además la araña tenía condiciones estructurales que eran fuertes y firmes.
5 meses
demoró
en levantar la escultura e instalarla a la entrada de Curarrehue.
2 metros
de ancho
Por 5 de alto es lo que mide la escultura, que es la primera en su proyecto.
4 ejes
tiene
este proyecto, donde se busca levantar esculturas de la cordillera a la costa.