Completamente equipados con carpas, baños químicos, agua, iluminación y primeros auxilios, se encuentran los dos lugares seguros dispuestos por el municipio de Pucón ante una eventual emergencia volcánica. La Península, ubicada junto a la Playa Grande, y Los Calabozos, en el inicio del camino Pucón-Caburgua, tienen capacidad cada uno para recibir a unas 240 personas en las carpas. En total, sumando a las personas que lleguen con su propio equipamiento, cada uno de estos lugares puede albergar hasta 3.000 personas.
Los protocolos de emergencia se activaron nada más conocerse la presencia de actividad volcánica en horas de la tarde del martes. El alcalde de Pucón, Carlos Barra, es quien encabezó estas medidas de seguridad.
"Nos reunimos anoche debido a que el volcán estaba con algunas manifestaciones distintas, por lo que activamos los protocolos de inmediato, y ya al amanecer de hoy (ayer) teníamos los lugares seguros con el equipamiento necesario", apuntó el alcalde.
LA PENÍNSULA
Junto a la Playa Grande se encuentra el sector designado sitio seguro denominado La Península, que ayer por la tarde exhibía incluso un bóxer equipado para atención médica para atender hasta 8 personas bajo la supervisión de la Cruz Roja y operativo las 24 horas.
"Estas carpas están armadas en el caso de que hubieran vecinos que quisieran ocuparlas pasada la medianoche", indicó el alcalde Carlos Barra, señalando las 40 estructuras adquiridas por el municipio, con capacidad de hasta 6 personas, y pensadas especialmente para la comodidad de adultos mayores y niños.
La primera autoridad comunal hizo hincapié en que la idea es que las personas que lleguen hasta este punto seguro lo hagan de forma autovalente, es decir, llevando saco de dormir, agua, frazadas y linternas.
Gladys Sanzana, directora de gestión de riesgo de la Cruz Roja chilena filial Pucón, indicó que "estamos trabajando en coordinación con el hospital y con el Departamento de Salud del municipio. Vamos a tener turnos toda la noche, haya o no haya gente en este lugar, pues es posible que el volcán quiera dar una sorpresa en mitad de la noche".
En total, son 30 voluntarios de la Cruz Roja, los que deben repartirse entre La Península y Los Calabozos.
"De acuerdo con nuestro protocolo prestamos los primeros auxilios a las personas, que pueden ser tanto médicos como psicológicos, y derivarlos a nuestra carpa-hospital", aseguró Gladys Sanzana, quien agregó respecto de las mascarillas, que "la Cruz Roja cuenta con 100 unidades en estos momentos, a las que se suman las que ponga a disposición la municipalidad".
LOS CALABOZOS
En el inicio del camino internacional que conecta a Pucón con Caburgua, se ubica en medio de los bosques el otro sector seguro, denominado "Los Calabozos".
Ayer por la tarde, personal municipal trabajaba a fondo para levantar un domo que serviría de hospital de campaña, en tanto que las carpas estaban levantadas en medio de un amplio sector despejado, a la espera de sus ocupantes.
El servicio de agua, en tanto, estaba asegurado con 5 mil litros envasados al interior de un aljibe.
Según lo señalado por los encargados de emergencia de la comuna, en estas zonas los eventuales refugiados serán atendidos por equipos de la Municipalidad de Pucón, Cruz Roja, Defensa Civil, Carabineros y Bomberos. Por tal motivo, el Comité de Emergencia recomendó a toda la comunidad "que en caso de evacuación por erupción o quienes por prevención deseen sentirse resguardados, lo hagan en los lugares debidamente habilitados".
Respecto de los albergues habilitados en caso de erupción, estos son el Liceo Hotelería y Turismo; Complejo Carlos Holzapfel, y Escuela Carilelfu.
CLASES
Otra de las medidas adoptadas por el municipio puconino fue el suspender las clases en la comuna, como una manera de llevar tranquilidad a los padres y apoderados ante la inseguridad de una eventual emergencia volcánica.
En Pucón, 20 escuelas y liceos -12 de ellos municipales- suspendieron sus clases al mediodía de ayer, con una primera instrucción de retornar el viernes, si se dan las condiciones.
Leticia Nahuelán, vecina puconina del sector Quitraleufu (camino a Caburgua), debió acudir al mediodía a buscar a sus hijas, Nélida y Aylin al Colegio Humanidades, y a la más pequeña a la escuela Fátima.
"Anoche (martes) comenzamos a sentir algunos ruidos provenientes del volcán, así es que presentíamos que algo podía ocurrir. La verdad es que no quería enviar a mis niñas a la escuela, pero esta medida se nos adelantó, lo que nos parece muy bien, ya que una quiere estar con sus hijos si hay posibilidades de una emergencia", señaló Leticia Nehuelán.
En Villarrica también se suspendieron las clases, aunque de forma parcial, ya que sólo abarcó a 7 establecimientos. En Curarrehue, en tanto, no hubo suspensión de clases.
Ayer, caída la noche y al cierre de esta edición, el volcán volvía a atraer la atención de los puconinos, alternando una fumarola blanca con otra más oscura.