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"El 2016 vamos a enviar proyecto que declara a la leña un combustible"

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Junto con desarrollar una serie de actividades relacionadas con la cartera de Energía en La Araucanía, la subsecretaria del ramo, Jimena Jara Quilodrán, anunció en entrevista a El Austral que el próximo año verá la luz el proyecto de ley que declara como combustible a la leña y sus derivados.

- ¿Cuándo será realidad la declaración de la leña como combustible?

- Estamos preocupados como Gobierno y como Ministerio del tema de la leña y por lo mismo se han levantado mesas a nivel nacional y regional. Queremos que las propuestas no sean entre cuatro paredes y que salgan desde las propias regiones. A partir de eso vamos a presentar primero una política de calefacción y uso de leña en el segundo semestre de este año y, sobre esa base, vamos a enviar un proyecto de ley el 2016 que definitivamente declare a la leña y a sus derivados como combustible. Creemos que eso es necesario y se va a materializar el año 2016 en un proyecto. Esta es una demanda bien sentida de la Región y de otras del sur.

- ¿Por qué ha sido tan complejo materializar lo que parece urgente para la zona sur especialmente?

- Ha sido complejo porque no se puede llegar de improviso a regular un mercado que tradicionalmente ha sido informal, por lo tanto había que generar varios pasos anteriores. Una de las mesas en las que trabajamos apuntaba a generar propuestas para ir aplicando de a poco políticas públicas que vayan generando esta cultura y que la gente vaya entendiendo que tiene que ser así. No era fácil regular de inmediato y por la poca información que había, hemos encargado diversos estudios y conocer cómo era la realidad en otros países para poder generar esta política y este proyecto de ley.

- ¿Qué ventajas traerá para el consumidor el que la leña sea un combustible como el gas o la parafina ?

- El que la leña sea un combustible va a implicar que sea un mercado regulado. Hoy día vemos que hay un mercado informal de la leña y nosotros creemos que ya no puede seguir así, esto tiene que tener alguna regulación. En definitiva va a ser un producto estandarizado con normas de calidad y esto va a tener consecuencias en términos de fiscalización.

- ¿Qué va a pasar con los comerciantes informales de leña?

- Ellos van a tener que sumarse, por eso es importante el trabajo previo que se ha hecho a través de las mesas. No queremos llegar al año 2016 e imponer nuevas regulaciones que puedan perjudicar a estos pequeños comerciantes de leña, sino que queremos sumarlos y que toda la comunidad esté enfocada en el buen uso de la leña para calefacción y para cocción. Cuando se formalice la leña y sus derivados queremos tener un mercado que permita responder al desafío de tenerla declarada como combustible. Además vamos a mejorar la base de conocimiento que existe respecto de la leña también con miras a que la sociedad chilena se enfrente al desafío de tenerla reconocida como combustible.

- ¿A esto también apunta el trabajo con los centros de acopio y secado de leña?

- Sí, hemos apoyado esto a través de Sercotec y ahora vamos a hacer una tercera transferencia de más millones que las anteriores para promover el buen uso de la leña a través de estos centros de acopio y de secado. Creemos que son buenas opciones porque van generando cultura en la gente y van transformando a este comercio en más formal.

- ¿Su regulación va a depender de la Superintendencia de Seguridad y Combustibles?

- Todo apunta a que así debiera ser porque es el órgano que fiscaliza los combustibles y por lo tanto debiera estar sujeta a la ley que regula a todos los combustibles y a la electricidad.

- En otra materia, ¿cómo se trabajan las diferencias con la ciudadanía en materia de generación de energía?

- Por un lado necesitamos robustecer el sistema porque necesitamos energía y para eso hay que tener torres de transmisión y hay que tener proyectos. Ahora, el ministro con mucha visión implementó como una de sus primeras medidas una Unidad de Participación y Diálogo, porque no queremos que nunca más se desarrollen proyectos sin consultarle a las comunidades. Es más, queremos que las comunidades sean incluidas en los beneficios y que se genere un beneficio real para las localidades.

- La nuestra, es una Región que sólo puede proveerse a sí misma el 33% de la energía que consume, ¿De que manera se puede mejorar esta condición?

- Efectivamente, esta es la penúltima región del país en capacidad instalada. Hay un desafío como Región y eso se aborda a través de lo que hemos denominado ordenamiento territorial energético que tiene que ver con un componente de descentralización. Entonces creemos que son las regiones las que deben decidir qué proyectos se hacen, dónde se hacen y a través de un ordenamiento usar tal o cual recurso. Es importante la armonización y la decisión debe quedar en poder de las regiones. El centralismo en esta toma de decisiones, sabemos que no es el camino.

- ¿El sello de ciudad energética será un incentivo para la ciudad de Temuco en caso de lograrlo?

- Es un incentivo y por cierto lo vamos a apoyar a través de todas nuestras herramientas técnicas.

- ¿La ciudadanía comprenderá la importancia de esta calificación?

- Ese es un muy buen punto, porque nosotros hablamos de ciudadanizar la energía. Esto se refleja en cómo acercamos a la gente para que conozca cuánta energía consume. Qué más ciudadano que saber cómo nos calefacciones y cómo cocinamos. Estamos haciendo esfuerzos por acercar a la ciudadanía, pero no es fácil explicarle a la gente que esto no es divino que tiene un costo, que tiene un proceso, que hay un sistema y todos tenemos que estar dispuestos a colaborar porque si bien tenemos derechos, también tenemos obligaciones y cada ciudadano tiene que involucrarse. La eficiencia energética es una campaña que tiene que desarrollarse durante todo el año.

Con un presupuesto de 1.500 millones de pesos cuenta el Ministerio de Energía para apoyar a las comunidades indígenas para poder desarrollar proyectos productivos a menor costo, permitiendo un mejoramiento de la calidad de vida. Según la subsecretaria, Jimena Jara, se trata de generar proyectos con energías renovables que se traduzcan en soluciones energéticas para las comunidades indígenas, como paneles solares, biodigestores, motobombas. "Creemos que es una buena oportunidad para poder desarrollar este tipo de energía y que las comunidades puedan generar procesos productivos a menor costo", expresó.