Secciones

"La pérdida en China Muerta es irreparable, no es llegar y replantar"

E-mail Compartir

El profesor titular de Botánica de la Universidad Católica de Temuco, Enrique Hauenstein, ha seguido con bastante pena el incendio de la Reserva Natural China Muerta y su avance por el Parque Nacional Conguillío. Y es que estos hermosos paisajes, parte de la Biósfera de la Araucaria, fueron recorridos más de una vez por el experto y sus estudiantes, dada la inmensa riqueza natural y la variedad del ecosistema de la zona cordillerana, los que hoy -lamentablemente- comienzan a formar parte del pasado.

-Yo creo que la pérdida es irreparable, a pesar que hay voces de autoridades que opinan que hay que replantar araucarias, pero sabemos que para que las araucarias vuelvan a estar en el tamaño que estaban antes del incendio se requiere de 500 años. O sea, no es llegar y replantar. La pérdida es grande, es una pérdida extraordinaria dado que estas plantas crecen de forma tan lenta, no es lo mismo que perder una plantación de pino o de eucalipto, que se van reemplazando rápido.

-Dentro de las especies vegetales que hay en el área sin duda la araucaria araucana es emblemática. Tiene el rango de monumento natural, se ha comentado bastante sobre la longevidad que tiene y su lento crecimiento, que son características de este tipo de plantas que son las gimnospermas, un grupo primitivo de plantas que crecen muy lentamente. También están presentes los nothofagus, propios de Chile y donde están la lenga, el ñirre, el coihue, todos acompañantes de la araucaria.

-Por lo general es suelo pedregoso y arenoso, con poca materia orgánica. Ahora, el hecho de que se queme la vegetación va dejando una ceniza que después se la lleva rápidamente el agua.

-Con Conaf hemos hecho muchos estudios allí y habitualmente viajamos hasta esa zona con los alumnos de los distintos cursos de Botánica para ver los distintos tipos de terreno.

-Es un tema de largo plazo, hay que empezar a reconstruir, a reforestar, pero es una tarea titánica, pero hay que hacerlo, y para eso Conaf debe tomar las riendas, hacer un programa de replantación. Por la cantidad de hectáreas que se han quemado, hablamos de un desastre muy grande.

La singularidad del terreno donde se trabaja en la extinción del fuego es sumamente complicada, y ha hecho que los brigadistas deban extremar esfuerzos. Pendientes inclinadas, trabajo a gran altura, se suman a la falta de agua, el viento cordillerano y la sequedad que sólo puede dejar la ausencia de precipitaciones por tres meses.

-Naturalmente el cambio climático, las altas temperaturas, la falta de agua y de humedad ayudan, pero en cuanto a su origen habitualmente los incendios forestales tienen un denominador común que es la mano del hombre y yo creo que aquí alguien encendió la mecha, sobre todo pensando que ni siquiera hubo tormentas eléctricas. Este no es el primer incendio, ya hemos tenido otras experiencias, y no tenemos la capacidad para responder rápidamente a estos eventos, siempre llegamos tarde, cuando ya no se puede hacer mucho.

-Yo creo que sí, de hecho ya se están reconociendo los errores. Primero, los recursos no son los suficientes, y a veces las autoridades tratan de bajarle el perfil a estas cosas y ahí está el resultado, por esperar y no querer inquietar a la comunidad, no se actuó a tiempo, y aquí creo que pasó eso.

-Yo coincido con ellos. A pesar que no he ido al área, viendo la geografía del lugar, que son quebradas tremendas donde el fuego ha ido pasando de una a otra, no debe haber quedado mucho…

En medio de la desolación del mundo científico y de las comunidades mapuches por el avance del fuego en la zona del incendio, un hecho especialmente doloroso lo marca la pérdida alarmante de araucarias, entendiendo que estos árboles son verdaderos fósiles vivientes. Con especial afinidad por los sitios expuestos, su nombre deriva de la zona de Arauco, donde la especie Araucaria araucana crece en las zonas cordilleranas y donde el pueblo mapuche cosecha las semillas o piñones para el alimento. La araucaria alcanza una altura de hasta 80 metros, donde la lentitud de su crecimiento hacen su pérdida casi irreparable.

Foto satelital de la Nasa muestra el incendio en reserva nacional

desde lo alto. Imagen exhibe la enorme nube de humo del siniestro.

E-mail Compartir

Una fotografía de alta resolución tomada por el satélite Landsat 8 de la Nasa, mostró los efectos que ha generado el incendio forestal que ya ha destruido más de 5 mil hectáreas de bosque nativo en la Reserva Nacional China Muerta, en la comuna de Melipeuco.

La imagen fue tomada el pasado 17 de marzo, y fue publicada en el sitio web de la Nasa, donde se hace alusión a los fuertes vientos y el calor reinante en la zona como uno de los problemas más complejos al momento de controlar el incendio.

El humo del gigantesco incendio en la zona cordillerana de La Araucanía quedó registrado en la fotografía, permitiendo constatar las dimensiones de la tragedia ecológica de China Muerta y el Parque Nacional Conguillío.