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Por primera vez el desastre de China Muerta baja en cantidad de hectáreas quemadas

combate. Desde el jueves hasta ayer se sumaron 300 hectáreas al incendio, rompiendo con el promedio de 700 a 800 diarias. Brigadistas cumplen esforzada labor en las alturas de los montes.
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Por primera vez en estas casi dos semanas desde que se iniciara el incendio que hoy afecta a la Reserva Natural China Muerta y a parte del Parque Nacional Conguillío, la cifra de hectáreas consumidas por el fuego que diariamente se va sumando a las trágicas estadísticas quedó por debajo del promedio, lo que arroja una luz de esperanza para las cientos de personas que hoy trabajan en la extinción de las llamas.

La buena noticia fue entregada ayer en el Puesto de Comando ubicado en pleno corazón de Melipeuco, donde se unen las labores de Conaf, Onemi, municipio de Melipeuco, equipos de apoyo y donde los brigadistas tienen su centro de operaciones. Hugo Piñeda, comandante del incendio de China Muerta, señaló en la reunión del mediodía de ayer con la comunidad, que de las 6.204 hectáreas del incendio registradas hasta el pasado jueves, al día de ayer sumaban 300 hectáreas más, muy por debajo de las cerca de 700 hectáreas que día a día se iban sumando en jornadas anteriores.

"Las cifras señalan que en China Muerta se han consumido 3.366, 20 hectáreas; en Conguillío son 327,62 hectáreas, y de particulares son 2.810, 18, lo que da un total de 6.504 hectáreas", apuntó Pineda, quien informó que el viento puelche debería cesar en las próximas horas, y que existe otro factor que sin duda subirá la moral de los combatientes del fuego, como es el anuncio de precipitaciones para el domingo.

"En primera instancia se pronosticaba lluvia sábado y domingo, pero finalmente se producirá este domingo, calculándose unos 12 a 15 milímetros", acotó el comandante del incendio.

Desde el inicio del siniestro y por cada uno de los días transcurridos, a primera hora de la mañana y a partir de las 17.30 por la tarde, la tranquila ciudad de Melipeuco se transforma en una activa base aérea, con helicópteros aterrizando y despegando desde una pequeña pampa ubicada junto al retén de la comuna. La curiosidad de los vecinos -que fue la tónica de los primeros días de la emergencia- hoy es reemplazada por muestras de apoyo hacia los brigadistas nacionales y extranjeros que van y viene desde la zona de la catástrofe.

El Puesto de Comando es a la vez centro de operaciones y refugio, con una rutina que comienza a las 6 de la mañana y que concluye tras una extenuante jornada de combate con las llamas.

Tres líneas fueron estructuradas para ganarle la mano al incendio: la tercera es del voluntariado; la segunda es de bomberos. En la primera línea, dando cara al fuego, están los brigadistas, personas preparadas en todo sentido para estas emergencias.

"Fuimos la primera brigada en llegar a este incendio", señala Damián Pérez, brigadista de Conaf desde hace ya 9 temporadas. "Partimos en China Muerta, donde tuvimos hartos problemas dado que construíamos líneas, cortafuegos, y las llamas nos sobrepasaban. Ahora estamos en el sector de Marsella, dentro del Parque Nacional Conguillío, donde ya tenemos circunscrito el fuego con nuestra línea. Estamos chequeando constantemente y podemos decir que está en proceso de extinción".

El cortafuego es una secuencia que comienza con el motosierrista, quien va despejando el terreno, para dar paso a las herramientas rasantes, que raspan el suelo mineral.

"Yo creo que ahora se le está tomando el peso a este incendio, pues los primeros días se quemaron casi 2 mil hectáreas, y no era noticia", apunta Pérez, de registros de la comuna de Lautaro.

"Trabajamos en altura, hablamos de más de 200 metros desde la base de los montes, donde nos dejan instalados los helicópteros", apunta Leonardo Sandoval, quien agrega que "fácilmente transitamos unos 10 kilómetros cada brigadista, cargado con los equipos. En Marsella, donde estamos trabajando estos días, las temperaturas son altísimas, pues hay árboles pequeños que no dan sombra, por lo que se está expuesto al sol aparte del fuego".

Este joven brigadista señala que la salida en helicóptero es a las 8 de la mañana desde Melipeuco, y media hora después ya están trabajando en las alturas.

Jaime Arriagada, también brigadista Conaf de registros de Lautaro, indicó que "la brigada llegó el mismo día de inicio del fuego, y yo lo hice más tarde. Llegué a la reserva de China Muerta al tercer día del incendio, y era claro que era un incendio complicado, ya que siendo incendio de cordillera, aunque la superficie hubiera sido pequeña, todo se pronostica para largo por la topografía, los accesos para llegar al fuego y para trabajarlos, con altas pendientes, rodados. Es físicamente muy agotador".

Por 10 días, brigadistas uruguayos se suman al combate del fuego.

El bombero de primera, Pablo Hahn, oriundo de Montevideo, lleva 9 años apagando incendios dentro y fuera de su país. Asegura que "desde 2010 comenzaron los apoyos hacia Chile y Argentina, y en el caso de este país, ya estuve anteriormente apoyando en el siniestro de Torres del Paine, un incendio que tiene similitudes con este por el terreno, por la velocidad de los vientos".

Actualmente la brigada uruguaya se desempeña en China Muerta.

"Estamos desarrollando cortafuegos en un terreno muy complicado, en altura y con gran inclinación, con vegetación difícil de trabajar. Es un incendio importante, de muchas hectáreas quemadas y nuestro objetivo es que no se quemen más".

Su compañero, Carlos Caravaca -bombero de segunda- asegura que "esta es la primera vez que vengo a Chile, y más allá de lo que significa este incendio, puedo decir que es una experiencia importante, aquí nos han tratado muy bien, tenemos todas las comodidades y la posibilidad de interactuar con los compañeros chilenos de Conaf es gratificante".

Alejandro Muñoz es médico de la Dirección Nacional de Bomberos de Uruguay, y forma parte de la delegación extranjera que presta servicios en esta dura lucha por apagar el incendio cordillerano. Asegura que "incendios de esta envergadura hay que tomarlos con calma. Somos bomberos profesionales y en mi caso soy médico de la Dirección Nacional de Sanidad Policial, médico rescatista, trabajando en comunidad con los bomberos. Por lo general estamos en la primera línea, acompañando a bomberos, pero en esta emergencia tenemos base en el Puesto de Comando".

Hasta el momento, asegura Muñoz, sólo se han registrado incidencias menores, desde esguinces hasta picaduras de insectos. "Pero si nos piden que vayamos a trabajar a las alturas en la primera línea, estamos capacitados para ir allá", comentó.

Es el entusiasmo de los brigadistas, en un nuevo día de lucha contra las llamas.

cronica@australtemuco.cl