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inminente erupción del Villarrica

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A las 13 horas con 45 minutos de ayer, mientras el volcán Villarrica oscurecía el cielo con un impactante penacho de humo, las sirenas del Cuerpo de Bomberos de Pucón lanzaban una alerta preventiva de erupción. No había sido Sernageomin, no había sido la Onemi: el alcalde Carlos Barra, la primera autoridad de la comuna, había decidido tomar el sartén por el mango y ante la ausencia de información respecto de qué ocurría con el volcán, optó por dar la alerta.

De esta manera, todos los ojos se volvieron hacia la cordillera. El comercio que tenía sus puertas abiertas -no todos los locales, dado que era domingo- cerró puertas y ventanas, y mientras los vecinos de Pucón miraban con algo de escepticismo, los turistas seguidamente decidieron poner el máximo de terreno entre el volcán y sus familias, adelantando el retorno tras el largo fin de semana.

Pasadas las 16 horas, la fila de automóviles saliendo de Pucón por la ruta a Villarrica era una verdadera postal de la evacuación, con el imponente volcán despidiéndolos con su negra fumarola.

El Villarrica -bajo Alerta Naranja técnica- había tenido una noche intranquila, con fumarola e incandescencias visibles, que fue seguido con atención por la población local y visitante. Por la mañana, las nubes que en días anteriores cubrían el macizo, habían dado paso a un día despejado, permitiendo ver la gran fumarola del volcán.

Esta inquietante visión -bastante atemorizante de por sí- se vio incrementada horas más tarde por la alarma de bomberos.

"Fue cerca de la una de la tarde que sonaron las sirenas y luego salió bomberos, ambulancias", señaló Carmen Sepúlveda, con domicilio en Avenida O'Higgins y cuya puerta de calle da hacia el volcán. "Nosotros, los vecinos puconinos, no nos alarmamos tanto porque conocemos el volcán, pero los turistas se asustaron, ellos no saben cómo es el Villarrica. Salieron muchos autos, yo creo que la carretera debió estar llena de vehículos que salían de Pucón", agregó la vecina.

La natural inquietud por la suma de los últimos acontecimientos en torno al volcán y su erupción que nunca llega, motivó a que gran parte de los visitantes adelantar su salida.

El ariqueño Luis Omonte lleva una semana vacacionando en Pucón. Tras unos relajados días junto al lago, hoy retorna al norte, todavía con la fumarola del volcán en la cabeza.

"Teníamos antecedentes de la erupción del 3 de marzo, pero previo a viajar hicimos el seguimiento en Internet y como vimos que los estudiantes retornaban a sus escuelas y que las alertas no implicaban riesgos, vinimos. Pero anoche se despejó y vimos al volcán con fuego en el cráter y ahora esta tremenda fumarola oscura".

Respecto de la alarma preventiva activada por el municipio, Omonte indicó que "supimos recién avanzada la tarde que ocurrió eso, porque estamos hospedados lejos de la ciudad. Pero ahora está todo tranquilo, así es que me he dedicado a tomar fotos para que lo vean en el norte".

Loreto Vergara, también ariqueña, señaló que "esta es la primera vez que veo un volcán activo, en algunos momentos me da miedo, en otras resulta atractivo mirarlo. Yo estuve años atrás aquí y había fumarola blanca, en cambio este humo negro da algo de miedo".

Entre los numerosos extranjeros que se encontraban en Pucón, era patente el miedo a una erupción, sobre todo tras la visión del volcán empenechado de fumarolas y de las sirenas aullando pasado el mediodía.

Micael Bora, turista brasileño, señaló que "acabamos de llegar a Pucón y nos encontramos con esto, un volcán muy cerca de la ciudad y activo. Yo sabía que había estado en erupción el mes pasado, pero no pensé que lo iba a ver así. En todo caso tengo más curiosidad que miedo".

Quien sí no ocultó su temor al volcán fue su compañera Cintia Méndez. "En Brasil no hay volcanes, esto es completamente nuevo para mí y si soy sincera tengo mucho miedo a que vaya a pasar algo, a que haya que evacuar rápidamente y no sepamos cómo salir. Este volcán está demasiado cerca de la ciudad.

Entre las 13.30 y las 16 horas buena parte del comercio puconino estaba con sus persianas abajo, a la espera de nuevas instrucciones.

Sin embargo, dado que el toque de sirena había apuntado a una alerta preventiva y no a una evacuación, lentamente la calma retornó a los propietarios de los locales céntricos. Luego, los informes de Sernageomin, Onemi y del Gobierno Regional llamando a la tranquilidad, terminaron por convencer a los empresarios de abrir las puertas de sus locales para culminar de buena manera el fin de semana largo por Semana Santa.

Ricardo Gutiérrez, presidente de la Cámara de Comercio Minorista de Pucón, señaló que "no hubo mayores complicaciones por la alerta preventiva, después de una horas ya estamos por la tarde en un 90% de normalidad. Eltit cerró por el momento y luego volvió a abrir, sólo El Líder y Unimarc cerraron, pero el resto del comercio minorista abrió sus puertas. Además, hoy es domingo, y los dos días anteriores hubo mucho turistas comprando. Ahora, por supuesto, se fueron muchos visitantes, pero no nos podemos quejar".

Gutiérrez señaló que "yo no critico al alcalde por no haber seguido los protocolos, pues él está en el lugar, no en una oficina, es el jefe comunal y debe velar por su gente".

El Viernes Santo muchas personas llegaron hasta Villarrica y Pucón con la intención de avizorar al Villarrica y sus manifestaciones. Ayer, un espectáculo similar podía verse en ambas comunas de la zona lacustre. Mientras en Villarrica era más que evidente el incremento de personas en la costanera y en la playa artificial, en Pucón no era raro encontrarse con vecinos de otras comunas que habían llegado hasta la ciudad balneario para "ver de cerca" la fumarola del volcán.

Patricia Ulloa viajó desde Villarrica , primero a Caburgua, y luego al centro de Pucón con la única finalidad de ver al volcán en acción.

"Quisimos verlo desde diferentes partes", asegura la vecina villarricense. "Nosotros no tenemos miedo, no creo que pase mucho más".

Sergio Contreras, vecino de Villarrica, resume la situación: "Primero fuimos a nadar a Caburgua, ahora estamos aquí para presenciar el volcán y su fumarola".